¿Es Xavi Hernández el entrenador más quejica del mundo del fútbol?

La última queja ha sido la presión a la que ha sido sometido en el Barcelona. Antes fue el césped –clásica ya en su etapa de jugador–. Y la prensa. Y los árbitros. Y el equipo en «construcción». Y las dimensiones de los campos. Y hasta el sol.

Contamos siete grandes quejas de Xavi Hernández en su etapa como entrenador del Barcelona. Queja tras queja, excusa tras excusa. Cada vez que se tambaleaba, una queja. La última, ya con la dimisión en diferido, ha sido la de la «presión» a la que se ha visto sometido como técnico del Barça.

«Tengo la sensación de que hagas lo que hagas no se valora. Te hacen sentir que no vales a diario. Esto genera un desgaste. Es cruel y desagradable, no se disfruta. Tenemos un problema en cuanto a la exigencia», soltó Hernández para justificar lo mal que le han tratado (a su juicio) en su presente (que no futuro) como técnico del Barcelona. Quizá Xavi se creía que su Barça, que lo conoce bien, era como entrenar en Qatar. Es normal que haya una gran presión, como la tiene Ancelotti en el Madrid. Y más cuando eliminas a tu equipo dos años seguidos en la fase de grupos de la Champions. La diferencia es cómo afrontarla. El italiano, que de esto tiene mucha experiencia, dejó en la lona a Hernández: la presión para él es «la gasolina que le hace seguir».

Seguimos con más excusas. La clásica, la que tienen todos, es la del árbitro. No es esta exclusiva suya. Todos se quejan de los árbitros, es normal. Sin embargo Xavi tiene aquí dos problemas. Por un lado dijo nada más llegar al banquillo del Camp Nou que él no hablaría de los árbitros. «Es un trabajo difícil», repitió varias veces. Lo incumplió cada vez que consideró que le perjudicaban o hasta cuando no tenía nada que ver, como cuando dijo hace semana y media que «va a ser muy difícil ganar esta Liga» en referencia al arbitraje del Real Madrid - Almería. Por otro, y unida a esta anterior, las quejas de Xavi siempre han sido ventajistas: se queja de las decisiones arbitrales cuando su equipo perdía.

Más quejas del entrenador culé. Esta sí la podría patentar: el césped. Muchas veces ha dicho Xavi que la culpa de los resultados en contra de su equipo es del césped. De entre todas nos quedamos con la que protagonizó en abril de 2023 en Getafe, pidiendo una norma sobre el césped… que ya existe. Para justificar eso llegó a hacer surrealistas comparaciones con otros deportes como que «en el tenis si llueve se para», que «en el golf si el césped no está bien no se juega» y que en baloncesto «si la pista está mojada cuando tira Lebron James pasa el de la mopa».

¡El sol!

Recordamos esa queja en Getafe porque ese día protagonizó Xavi la más recordada de todas: el sol. Tras empatar ese partido, Hernández llegó a decir que «estamos acostumbrados a jugar sin sol» y que al ponerle el encuentro ese día a las 16:15 horas les había perjudicado porque «estamos acostumbrados a jugar de noche» y no con sol. Fue cuando Quique Sánchez Flores, entonces entrenador del Getafe y ahora del Sevilla, no pudo contenerse la risa y recomendó a Xavi que se pusiera «Nivea» (crema solar) o «after sun» ante semejante excusa.

Seguimos. Por supuesto la prensa también entró en las excusas de Xavi. Llegó a decir el entrenador del Barça que había jugadores que no estaban dando lo mejor de sí porque los periodistas les criticaban. Si no jugaba bien su Barça era porque «las críticas de la prensa afectan a los futbolistas». Y se llegó a dar el gusto de no remar en su dirección, poco menos que pidiendo que los periodistas fueran palmeros. «Los medios afines al Barça no nos pueden soltar la mano en la primera curva», dijo. Y en otra ocasión hasta reprochó a la prensa que no le felicitara por pasar la fase de grupos de la Champions.

Habitual, especialmente en los últimos tiempos, ha sido la excusa de que su Barça «está en construcción» pese a llevar ya más de dos años y haber gastado la entidad más de 200 millones de euros en fichar a jugadores que él pidió. Además añadimos otra queja que le valió para un partido donde también pinchó, el estadio de Vallecas del Rayo: «Las distancias son más cortas porque el terreno de juego es más pequeño».

Habría que unir a esto algunas excusas que como tal no son quejas, pero que van unidas. Por ejemplo la pelea que ha tenido por defender que ahora el 'unocerismo' (ganar por la mínima marcando un gol y todos a defender) era maravilloso cuando en el pasado lo detestaba. O también cuando empezó por decir que en el Barça no solo vale ganar, que hay que respetar el ADN del buen toque y posesión, y acabó muchos partidos cambiando delanteros por defensas y con pérdidas de tiempo.

Con el repaso a todas estas quejas, y como es imposible a la vez saber si existe un entrenador (no podemos escuchar todas las ruedas de prensa de todos los entrenadores del mundo) que haya protagonizado tantísimas quejas, a la pregunta que titula este artículo dejamos la respuesta a juicio de usted, lector, una vez recordadas las principales quejas de un entrenador ya con fecha de caducidad.