La doble filosofía del Real Madrid: renovar veteranos a corto plazo y plasmar el futuro con Bellingham y diez más

Florentino Pérez llegó al Real Madrid en su segunda etapa presidencial con una filosofía muy clara de futuro. Había que fichar a las jóvenes promesas emergentes del fútbol mundial para pagar mucho menos dinero en traspasos y poder competir con los clubes-estado, el PSG y el Manchester City. Las adquisiciones de Vinicius, Rodrygo, Camavinga, Valverde, Tchouaméni, Militao, Brahim, Fran García, Guler y Bellingham cumplen a rajatabla la política a largo plazo de la entidad. Caso especial es Jude Bellingham, un imberbe mágico que tiene la personalidad de un veterano.

La segunda parte de esta forma de construir el equipo es que esos talentos en ciernes tenían que apoyarse en el contrapeso de las vacas sagradas del conjunto, hombres como Kroos, Rüdiger, Modric, Carvajal, Alaba y Courtois, líderes dentro y fuera del campo que siguen rindiendo y aportan el poso necesario en las situaciones difíciles de cada partido y de cada competición. Como dice Klopp, la gran virtud del Real Madrid es que nunca entra en pánico y esa seguridad en sí mismo la plasman los viejos rockeros.

El Debate ya adelantó en exclusiva la renovación de Toni Kroos por una campaña más. El alemán siempre ha manifestado que continuará si es importante en el esquema, no si se siente suplente. Ancelotti le dijo que si él seguía le quería en su once, porque es un director de juego único. El italiano ha sellado su presencia en el Bernabéu por varios años más y Kroos va a renovar hasta 2025. Lo hará tranquilamente, más adelante. No hay prisa.

El siguiente veterano en asegurar su porvenir en la casa es un canterano, el chaval que puso junto a Di Stéfano la primera piedra de la ciudad deportiva de Valdebebas hace veinte años, Daniel Carvajal. El lateral derecho es uno de los mejores del mundo, por no decir el número uno. Tiene contrato hasta 2025 y la dirección deportiva desea premiar su magnífico rendimiento con la extensión de su ficha por una campaña más, hasta 2026.

La política del rendimiento año a año

Carvajal, como Kroos, como Modric, entienden la filosofía de la empresa. En un fútbol moderno tan físico y tan competitivo a escala internacional, las grandes figuras inmersas en la treintena deben comprender que una casa como el Real Madrid ofrezca renovaciones anuales basadas en las prestaciones ofrecidas en cada campaña. Modric, Kroos y Carvajal han asimilado este concepto. Una forma de actuar que Ramos y Pepe no entendieron hace unos años. Se marcharon y perdieron el mejor tren del fútbol por asegurarse más tiempo de contrato.

Otro canterano, Nacho, también aceptó esta política. Acaba contrato en junio, como Kroos. La dirección deportiva decidirá si le propone una temporada más a tenor de su rendimiento. Nacho Fernández tiene a su favor su condición multiusos. Puede ser central y lateral, válido para sustituir a Carvajal en el flanco derecho. Sus méritos hasta mayo serán decisivos en la postura definitiva de la empresa que le paga.

El Real Madrid para una década

Kroos, Carvajal, Nacho, Courtois, Rüdiger, Alaba y Courtois son los líderes de la experiencia, hombres que necesitan la savia nueva de los jóvenes para conseguir el poderío físico que el balompié del siglo XXI exige. La dirección deportiva madridista es pionera en fusionar con éxito la sabiduría de los veteranos con la calidad repleta de poder biológico de la nueva generación de futbolistas de alto nivel. Cinco Champions en diez años son el resultado de una política de aciertos en esa mezcla casi perfecta.

Florentino Pérez ha creado un plantel para una década. Fiel a su ideario, ha fichado en el último bienio la juventud de Bellingham, Tchouaméni, Güler, Fran García y Endrick, que vendrá en julio. Ha recuperado a un artista como Brahim. Y ha renovado a Camavinga, Valverde, Militao, Rodrygo y Vinicius. Tiene el Real Madrid un equipo hecho hasta 2030, una plantilla a la que quiere añadir las guindas de Davies y Mbappé.