Suárez, Busquets, Alba y cómo Messi logró hacer del Inter de Miami su cuadrilla de amigos

Leo Messi anunció su salida del PSG el 30 de junio de 2023. La etapa del argentino en la capital francesa no fue una de sus mejores. Nunca llegó a adaptarse al fútbol galo y a eso había que sumarle que la estrella del equipo era Kylian Mbappé. Esa fue precisamente una de las claves del mal rendimiento de Messi en París: no sentirse el líder del proyecto. Venía de ser el jefe absoluto en Barcelona y ese cambio de rol le afectó sobremanera.

Después de acabar contrato con el PSG, Messi se convirtió en el objeto de deseo por parte de varios clubes. El rosarino tuvo que decidir si cruzar el charco para jugar en la MLS americana o si irse al fútbol saudí, una de las ligas que estaba experimentando un mayor crecimiento y donde seguiría compitiendo de tú a tú con Cristiano Ronaldo, su gran rival en estos tiempos. Y su decisión fue la de volar a Estados Unidos para alistarse en las filas del Inter de Miami, la franquicia de la que David Beckham es propietario.

El astro argentino aterrizó en el estado de Florida el 15 de julio y debutó con el equipo americano nueve días después: el 24 de ese mismo mes contra el Cruz Azul mexicano. Una vez llegado a Miami, Messi se planteó dos objetivos: ser un jugador determinante en la MLS y, en la medida de lo posible, convencer a sus amigos del Barça para que jugasen con él.

Y el primer amigo en llegar a Miami fue Sergio Busquets, un pilar fundamental para el Barça y uno de los mejores pivotes defensivos del mundo. A Leo y 'Busi' siempre les unió una relación de amistad muy especial. En su etapa en la Ciudad Condal, los dos vivían relativamente cerca y, casi siempre, hacían planes de familia juntos. Y, evidentemente, cuando Busquets anunció su salida del Barcelona, Messi se puso manos a la obra para convencerle de venirse a jugar a Miami. Y el argentino lo consiguió.

Poco después, fue Jordi Alba el que también se alistó a las filas del Inter de Miami. Poco a poco, Messi fue haciendo del equipo americano un 'mini-Barça'. El lateral de L´Hospitalet y Messi jugaban de memoria en el equipo azulgrana y todas las acciones de peligro del Barça se cocinaban entre los dos. Formaban una de las mejores sociedades del fútbol moderno.

También convence a Suárez

Obviamente, Messi estaba encantado de volver a tener en su equipo a Sergio Busquets y a Jordi Alba. Para el fútbol americano, contar con estas tres estrellas es un privilegio y una oportunidad de oro para expandir el soccer, tal y como llaman ellos al fútbol, por el resto del mundo. Pero en el Inter de Miami faltaba una pieza más. Y ese elemento también jugó con Messi en el Barcelona.

El uruguayo Luis Suárez es, sin duda, el mejor amigo de Messi en el fútbol. Ambos formaron parte de la famosa MSN que entrenó Luis Enrique y siempre dejaron la puerta abierta a volver a jugar juntos. Sin embargo, cuando Messi llegó a la MLS Suárez estaba jugando en el Gremio brasileño. El uruguayo no consiguió adaptarse al fútbol carioca y sus problemas de rodilla le abrieron la puerta de salida.

Y ahí fue donde Messi hizo de intermediario. El argentino quería volver a jugar con su amigo y le convenció para firmar con el Inter de Miami. Ese fichaje se produjo el 22 de diciembre de 2023 y el argentino ya era plenamente feliz.

Una pretemporada para disfrutar

La MLS americana vuelve a empezar oficialmente el 21 de febrero. Pero hasta que comience la liga regular del país yankee, el Inter de Miami ha organizado una dura pretemporada de más de 37.000 kilómetros por cinco países. El viernes 19, el equipo americano disputó un amistoso contra El Salvador y ese encuentro acabó en empate (0-0).

Esta pretemporada servirá para que Messi, Busquets, Jordi Alba y Luis Suárez vuelvan a adaptarse al hecho de jugar juntos. Hasta la fecha, el equipo de Gerardo 'Tata' Martino perdió los partidos contra el FC Dallas en el Cotton Bowl Stadium de esa ciudad (1-0), el Al-Hilal del lesionado Neymar (4-3) y el Al-Nassr de Cristiano Ronaldo (6-0). Y han ganado contra el Hong Kong All Stars (1-4). Para cerrar la pretemporada, el equipo de Messi tiene programado un duelo contra el Vissel Kobe japonés el próximo 7 de febrero.

Es una pretemporada maratoniana, sin duda. Si Messi y sus amigos consiguen volver a adaptarse, el Inter de Miami será uno de los grandes candidatos para conseguir ganar la MLS y sus respectivos playoffs.