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El once inicial con el que el Real Madrid jugó el partido ante el Leipzig

El once inicial con el que el Real Madrid jugó el partido ante el LeipzigEFE

La gran fortaleza del Madrid en las dos áreas en el año en el que perdió al mejor portero y al mejor delantero

En el fútbol hay muchos componentes que te hacen ganar, a veces es muy complejo y sencillo a la vez, pero lo que sí es más fácil de entender es cómo se pierde. Si no tienes una buena defensa y un buen portero, caes derrotado en la mayoría de los casos. Y si el ataque no te funciona como mucho sacas un empate, insuficiente para los grandes equipos.

El Real Madrid vivió a inicios de esta temporada una especie de drama. Perdió a su mejor jugador, a su delantero, rumbo voluntario a Arabia Saudí. Pocas semanas después su portero, que era el mejor del mundo, se lesionó de gravedad. Dos bajas vitales en dos posiciones fundamentales: delantero y portero. Ancelotti se tuvo que reinventar y lo hizo sin poner excusas, obligado por las circunstancias. A trabajar por seguir dándole los mejores datos al Real Madrid. Así lo está haciendo.

Se acabó el debate en la portería del Real Madrid. Lunin es mejor (o está mejor) que Kepa y es el guardameta titular. Lo es ya de forma seguida desde el partido ante Las Palmas (finales de enero) y tras una rotación con Kepa en la que Ancelotti acabó dándose cuenta que no tenía ningún sentido.

El gran partido del ucraniano en Leipzig, recordando al mejor Courtois, vuelve a poner de manifiesto que en un equipo grande se debe tener un portero fijo y otro suplente. Que las rotaciones y los mareos no acaban bien porque confunden a los dos. Un portero titular y el otro suplente para jugar competiciones como la Copa. Eso siempre ha funcionado y es lo que ahora tranquiliza al Real Madrid dentro del contexto que fue el drama de la lesión a principios de temporada de Courtois, el mejor del mundo.

Lunin hizo uno de sus mejores partidos con el Real Madrid en Leipzig

Lunin hizo uno de sus mejores partidos con el Real Madrid en LeipzigEFE

Arriba Ancelotti tiene un esquema más o menos fijo que en las grandes citas y cuando han estado disponible los tres ha repetido: Bellingham-Rodrygo-Vinicius. Incluso cuando Joselu ha demostrado su fiabilidad ese era el tridente. Con la lesión del inglés apareció Brahim en Alemania y el malagueño, que llama con su juego (y a gritos) a Luis de la Fuente para la selección, hizo lo que viene haciendo todo el año: aprovechar cada minuto que tiene.

Si uno ve las participaciones de Brahim en el Real Madrid puede observar que juega la mayoría de los encuentros –lleva 17 duelos consecutivos jugando–, pero lo hace de forma irregular. Mezcla titularidades con suplencias, muchos minutos con pocos y apariciones esporádicas con decisivas. Cuando se le da minutos, es un éxito.

Brahim, salvador del Real Madrid con su gol mágico al Leipzig

Brahim, salvador del Real Madrid con su gol mágico al LeipzigAFP

Más allá del espectacular gol en Leipzig, toda una obra de arte, lo que demostró Brahim es la enorme efectividad que tiene este Madrid, casualmente el Madrid al que le falta un '9' (salvo cuando juega Joselu) y al que se le fue Benzema, su máximo goleador. En Liga es el equipo más goleador con el Girona (52 tantos en 24 partidos, una media de más de dos por encuentro) y en Champions ha marcado 17 goles en siete encuentros, una media de casi 2,5 goles por duelo. A eso hay que sumarle los nueve goles en los dos partidos de la Supercopa, dato espectacular.

El Real Madrid, pues, está muy bien tanto en su área como en la contraria. En Champions solo ha encajado siete goles (cuatro de ellos ya intrascendentes, con la clasificación a octavos cerrada) y en Liga es con diferencia el equipo menos goleado, habiendo solo recibido 15 goles, 14 menos que el Girona o 18 menos que el Barcelona.

Los datos siempre hay que contextualizarlos y en este caso sí reflejan la realidad de este Real Madrid, consistente y regular en las dos principales competiciones del año. Los goles a favor y los goles en contra, y su buen hacer en ambas estadísticas, resumen lo que está siendo este curso futbolístico tan difícil por las lesiones: efectivos arriba y atrás, acertados en los goles a favor y evitando los que vienen en contra.

Para ello el duelo europeo en Leipzig fue un perfecto ejemplo con Brahim Díaz haciendo magia y Lunin parando todo lo que le llegó. A estas alturas nadie recuerda cómo eran Courtois y Benzema e incluso cuando falta Bellingham, mejor jugador del mundo en la actualidad, tampoco se nota. Ese es el acierto de Ancelotti, que ha hecho un equipo compacto, con todos los jugadores enchufados y con aciertos y alternativas que mantienen al Real Madrid en una posición privilegiada a mediados de marzo.

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