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Benzema no está disfrutando en su etapa en el Al-IttihadAFP

El infierno de Karim Benzema en Arabia Saudí y la cara oculta de los millones del petróleo

El pasado verano Karim Benzema abandonó el Real Madrid tras una carrera legendaria, tanto a nivel colectivo como individual, para poner rumbo a Arabia Saudí como colofón a su carrera. Aupado por el precedente de Cristiano Ronaldo, y con una lluvia de billetes que fue capaz de llevarse a muchas estrellas del fútbol europeo, Benzema fue una de esas, uno de esos jugadores convencidos por los millones procedentes del petróleo.

Pero no es oro todo lo que reluce. Y varios meses después de ese verano en el que Arabia Saudí amenazó con poner en jaque los cimientos del fútbol mundial, son ya varios los jugadores que han mostrado su descontento con la situación del país, tanto a nivel cultural como futbolístico.

Quizás el caso más sonado fue el de Jordan Henderson, excapitán del Liverpool que causó mucha polémica tras su movimiento rumbo al Al-Ettifaq, entrenado por Steven Gerrard. Henderson, muy vocal siempre en sus declaraciones apoyando a la comunidad LGTBI, se iba a un país cuya cultura no apoya a esas personas. Una decisión, se dijo, tomada por la codicia del dinero y en contra de sus principios. Pocos meses después, Henderson ya está de vuelta en Europa, en el Ajax, apurando sus opciones de ir convocado a la Eurocopa y cansado de jugar en Arabia, en estadios que apenas llevaban 500 espectadores, tras haber estado acostumbrado al bullicio y la magia de Anfield.

El caso Benzema no ha sido tan radical, el francés no ha vuelto al fútbol europeo, pero desde luego su experiencia en el país saudí está siendo mucho peor de lo que se esperaba. Deportivamente, el Al-Ittihad no está viendo recompensado en el césped sus esfuerzos en los despachos. Y es que no fue únicamente Benzema el traspaso millonario, sino que también se hicieron con los servicios de N´Golo Kanté (Chelsea), Fabinho (Liverpool), Luiz Felipe (Betis) o Jota (Celtic). El proyecto que llevaba el entrenador portugués, Nuno Espírito Santo, fracasó. Hasta el punto de que fue destituido y sustituido por el argentino Marcelo Gallardo, en su primera experiencia después de su larguísima y exitosa trayectoria en River Plate.

Superado ya el ecuador de la temporada, Al-Ittihad marcha cuarto en la liga saudí, a 25 puntos del liderato e incluso fuera de puestos para la Champions asiática de la siguiente temporada. Un torneo, este último, en el que han caído este año tras un global de 4-0 ante Al-Hilal en los cuartos de final, dos partidos en los que Benzema no disputó ni un minuto.

Constante tira y afloja con la directiva

Los problemas de Benzema con sus superiores en el equipo saudí han sido continuos en los últimos meses. A los pocos meses de llegar desapareció durante unos días, en un viaje que realizó a Madrid, sin dar explicaciones al club. Su rendimiento en el terreno de juego tampoco parece contentar a los fans. Ha marcado 15 goles y repartido ocho asistencias en 27 partidos, pero su actitud no parece ser la mejor, lo que le obligó incluso a cerrar sus redes sociales ante la avalancha de comentarios negativos.

Posteriormente, tras el parón del equipo durante el tramo invernal, no se presentó a la pretemporada que organizaron, lo que derivó en que su entrenador, Gallardo, le excluyó de las convocatorias. Después de eso regresó, disputó tres partidos y volvió a desaparecer. No juega desde el pasado 26 de febrero y ninguna parte aclara qué le pasa ni cuándo volverá.

Karim Benzema en su presentación con el Al-Ittihad de la liga de Arabia SaudíGTRES

Lo que estaba destinado a ser un final feliz de carrera, lejos del ruido mediático, llenándose los bolsillos y haciendo las delicias de los fans, ha tomado un tono oscuro. Y es que la burbuja de los millones saudíes podría haber explotado, haberse quemado después de acercarse demasiado al sol como Ícaro. El desembolso en el mercado invernal fue significativamente inferior al del veraniego, y la espantada del caso Henderson o la situación actual del caso Benzema hará que las estrellas se piensen un poco más aceptar la llamada saudí. Siempre habrá quien se siga viendo tentado por estas ofertas estratosféricas, pero la realidad al menos pone a la vista de todo el mundo que el sacrificio va acorde con el dineral ganado.