Las razones detrás del bajón de forma de Jude Bellingham y qué podría hacer el Real Madrid para recuperarle

Jude Bellingham siempre había destacado en su carrera (una muy corta hasta el momento, por otra parte), por ser un centrocampista que llegaba al área. Así era en Birmingham y en Dortmund, donde Jude jugaba por detrás de un delantero o como interior en un mediocampo de tres jugadores y tenía libertades para bajar a la base, desplegarse y llegar al área o incluso caer a banda. Así fue también en sus primeros meses en Madrid.

Pero en los últimos meses Ancelotti le ha venido dando un vuelco al equipo buscando sacar las mejores versiones posibles de Vinicius y Rodrygo. Y si bien se puede considerar que el italiano lo ha logrado, quizás haya sido a costa de perder un poco por el camino al inglés. Bellingham viene jugando en los últimos meses de delantero, ya sea como nueve único en un 4-3-3 o, como contra el City, formando una doble punta en un 4-4-2, donde hizo pareja con Vinicius.

Más allá de posiciones, lo que importa es el rol y la altura de sus intervenciones. Y uno tiene la sensación, viendo al actual Bellingham, que parte desde muy arriba. Que en vez de llegar, ya está. Que pierde el factor sorpresa y, como consecuencia, su intimidación.

Bellingham contra el City apenas tuvo 48 intervenciones. Significativamente por debajo de las 73,6 que ha promediado esta temporada. Dio 27 pases, por los 47,5 que son su media en Liga. Apenas disparó una vez (por los 2,3 que promedia) y ganó el 50 % de sus duelos (algo por debajo del 55 % que es su media).

De marcar cinco tantos en sus cuatro primeros partidos, a lograrlo en uno solo de los siete últimos en una fase decisiva del curso. Cuando se deciden los títulos grandes, Bellingham solo ha ligado su nombre al gol ante el Girona, con un doblete.

De lucir una media de 0.84 goles por encuentro a 0.26. Chutaba 1.36 disparos a puerta rival por duelo. Desde enero 0.91 tiros a puerta. Con un desgaste menor, intentaba más regates (4.7 por cita al 3.9 actual) y se marchaba más de los rivales (59,6 % con éxito por el 52,1 % del presente).

Demasiado arriba, demasiado delantero

La marcha de Karim Benzema rumbo a Arabia Saudí el pasado verano dejó al Real Madrid desprovisto de un delantero de primer nivel. Ancelotti ha intentado paliar esto colocando a sus estrellas (Rodrygo, Vinicius, Bellingham) en esa posición, pero la sensación es que ninguno de los tres acaba de descubrir su mejor fútbol en esa posición.

Y en los últimos partidos está siendo el inglés el sacrificado. Más allá de que en este deporte los estados de forma van y vienen con una volatilidad que asusta, que quizás solo haga falta un gol para que vuelva a ser el de los primeros meses, o que el desgaste físico de tantos partidos está haciendo mella en él, la solución para que Jude recupere su estado de forma parece sencilla.

Atrasarle en el campo, darle libertad para llegar al área y liberarle de mucho trabajo sucio de fijar centrales y desmarcarse.

Lo que dirá Ancelotti respecto a esto, con razón, es que si no es Jude quien puede ofrecer ese rol. Bellingham es un jugador con facultades para ocupar todo el largo del campo, permitiendo una movilidad colectiva que abre el carril central a jugadores que no parten desde allí. Quizás desde ese rol él no es el jugador que podría ser, el que un día será... pero alguien tiene que hacerlo. A falta de un delantero, uno tiene que poner su fútbol al servicio de los demás en lugar de para el brillo propio sin perderse del todo por el camino. Esa es la ecuación que tienen que solucionar Carlo y Jude en estos partidos que quedan de temporada. De su éxito en tal empresa depende cuán lejos llegará el equipo esta temporada.