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Los jugadores del Madrid celebran el título de liga en el Bernabéu

Los jugadores del Madrid celebran el título de liga en el BernabéuEFE

Ancelotti rota con los titulares porque el Madrid quiere comerse el mundo: Champions, Liga, Balón de Oro y Pichichi

  • El italiano desea que los jugadores mantengan la tensión competitiva hasta la final y les reparte los minutos; los entrenamientos los basa en obtener más velocidad

  • Bellingham quiere ser Pichichi y Vinicius busca el Balón de Oro; en Villarreal jugarán los suplentes y el duelo con el Betis será el ensayo para el encuentro de Londres

El Real Madrid es diferente. Hablemos claro. La realidad es dura para el antimadridismo: una cosa es el fútbol y otra el Real Madrid. Por eso los antimadridistas sufren con la garra que demuestran los jugadores que visten la camiseta blanca para vencer como sea en cualquier competición. Hay algo raro en esta sensación. Es ponerse esa camiseta y todo cambia. Esa virtud no la tienen otros conjuntos, solo está en el ADN genético del Bernabéu.

Muchos seguidores blancos se preguntan hoy por qué Ancelotti alinea a sus titulares fijos en estas jornadas de una Liga ya ganada. Bastantes aficionados opinan que está arriesgando demasiado con futbolistas que serán fundamentales en la final de la Champions. Hay un punto de partida argumental. El balompié de hoy es distinto y nada tiene que ver con el que se jugaba hace un cuarto de siglo. Los profesionales exigen actualmente jugar siempre porque desean mantener la tensión competitiva, necesaria para dar el do de pecho en la hora de la verdad.

Ernesto Valverde lo dijo después del clásico. Prefiere competir cada cuatro días y no tener una semana sin tensión. Se le hace larga. La preparación física es enorme y el cuerpo les pide ese desgaste y el proceso de recuperación posterior para volver a jugar a gusto al cabo de 48 horas. Es el mundo al revés, porque el fútbol de ahora es otra cosa, un deporte mucho más físico, que exige velocidad, potencia y resistencia. Y los portentos biológicos como Camavinga, Valverde, Tchouaméni, Carvajal, Mendy, Lucas Vázquez y Fran García necesitan explotar periódicamente su ADN individual para sentirse bien.

Estos chicos lo quieren todo, Carletto

Pero hay otras razones por las que el entrenador italiano cuenta con los hombres importantes de la plantilla en cada encuentro. El Real Madrid es el club más ambicioso del mundo y lo quiere todo. Ya ha conquistado la Liga y se prepara para ganar la Champions. Y no es suficiente, aunque la Copa de Europa sea de por sí lo más importante. Sus pupilos pretenden obtener también el Balón de Oro y el Pichichi como máximo goleador de la Liga española. Y con este triple objetivo, el técnico regatea para satisfacer todas las metas.

Vinicius quiere el Balón de Oro y Bellingham persigue el Pichichi

Los argumentos son sencillos. Vinicius aspira a recibir el Balón de Oro y el FIFA World Player. Jude Bellingham está obsesionado con ser el máximo goleador del campeonato español en su primer curso en la entidad más laureada de la historia. Pero no se engañen: tanto Vinicius como Bellingham saben que el reto fundamental, realmente el único, es la Liga de Campeones. Lo demás son broches a una temporada que será histórica si el equipo celebra la decimoquinta Champions.

Bellingham, Modric y Brahim celebran el último gol del Real Madrid ante el Cádiz

Bellingham, Modric y Brahim celebran el último gol del Real Madrid ante el Cádiz

Ancelotti hace encaje de bolillos en busca de los tres fines

Con estas querencias asimiladas en el seno de la plantilla, los compañeros ayudan al brasileño y al inglés en el anhelo de lograr esos premios. Y Carlo realiza encaje de bolillos para intentar conseguir todas las metas sin perjudicar el palo mayor de la nave madridista, que es la Copa de Europa. El barco ya navega camino del Támesis para conquistar Londres.

La planificación llevada a cabo por Carletto y Davide Ancelotti está bien pergeñada. Vinicius y Bellingham juegan los partidos en el Bernabéu en busca de sus pretensiones individuales, mientras a domicilio son protagonistas los hombres con menos minutos y que se merecen más, como son Lucas Vázquez, Güler, Brahim y Fran García, entre otros muchos.

En La Cerámica, reservas con fuste

Frente al Alavés vimos prácticamente al equipo de gala realizar un partido impresionante en el Bernabéu. Bellingham buscó los goles y Vinicius otra lección de fútbol de ataque. Los dos tuvieron una actuación sensacional. El siguiente duelo tiene lugar en Villarreal y allí serán titulares los reservas con fuste, aunque probablemente habrá minutos para bastantes titulares en ese plan de mantener al grupo con tensión.

El ensayo de la final, ante el Betis

La última jornada de Liga, que se dirime en el Bernabéu, será la prueba previa a la final de la Champions en Wembley.

Ancelotti alineará el presumible once titular ante el Betis, una semana antes del sumo desafío europeo, ese que escribe la leyenda del club madrileño.

Bellingham y Vinicius también lucharán en ese encuentro por sus metas particulares, especialmente el inglés, que tiene dos partidos por delante para ser Pichichi. Hoy suma 19 tantos en Liga y solo le supera el gerundense Dovbyk, con 20.

No vender la piel del oso antes de cazarlo

Lo que sí advierten Ancelotti y sus pupilos es que La Decimoquinta no está ganada y la afición debe pensar que va a ser una final muy dura. Lo mismo expresaron los profesionales del Real Madrid cuando el Bayern visitó el Bernabéu y muchos hablaban ya del título. A la hora de verdad los bávaros se adelantaron en el marcador con el tanto de Alphonso Davies y pusieron a los locales en una tesitura de alta tensión que supieron remontar en diez minutos de infarto con una reacción portentosa y Joselu como nueve puro.

Cuidado, dicen en Valdebebas. El Borussia Dortmund ha eliminado al Atlético, al PSG y no tiene nada que perder, porque para muchos es favorito el Real Madrid.

Vinicius levanta los brazos al cielo al finalizar el partido

Vinicius levanta los brazos al cielo al finalizar el partido ante el BayernEFE

Es una situación peligrosa para el conjunto blanco, que ya ha sorteado con éxito en bastantes ocasiones. Los jugadores de Carlo tienen muy claro que no son favoritos y que van a tener que pelear con entrega y eficacia para vencer a los alemanes.

El análisis general es que el Real Madrid ha ganado todas sus finales europeas desde 1998, suma ocho Champions en sus ultimas ocho finales. Y alguna vez puede perder.

Ancelotti y su plantel tienen preparado todo al detalle para que la novena final también sea madridista. Pero esto es fútbol. Y los blancos la jugarán como si no hubieran ganado ninguna, sin un atisbo de confianza. Saben que el duelo de Wembley será muy duro.

No obstante, lo quieren todo. Títulos y galardones individuales. Y la Copa de Europa es la que da sentido de vida al club.

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