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01 de julio de 2024

Leny Yoro apunta a ser el próximo fichaje del Real Madrid

Leny Yoro apunta a ser el próximo fichaje del Real MadridAFP

Los rivales se encuentran con un muro blanco: Davies, Yoro y Mastantuono solo quieren ir al Real Madrid

  • PSG, Liverpool, Chelsea y United observan que el dinero no es suficiente, el campeón de Europa se ha ganado el crédito del triunfo de todos los futbolistas que ficha

  • Clubes y agentes admiten que la clave es la política del equipo español de contratar jóvenes talentos y darles el protagonismo

Cuando Florentino Pérez regresó a la presidencia del Real Madrid hace tres lustros tenía un plan bien pergeñado. Habló con sus consejeros largo y tendido. Estudiaron hacia donde caminaba este deporte. Y el futuro del balompié no caminaba sino que volaba hacia una tendencia que hoy todos podemos confirmar: el jugador del siglo XXI estará definido por la potencia, la resistencia y la velocidad. Son las virtudes clave de los jugadores y de los equipos de estas décadas. Y así lo hizo Florentino Pérez.

Volvió al mando del Real Madrid en 2009 y desde entonces aplicó una filosofía de fichar a los jóvenes talentos de todo el mundo, para luchar contra los enemigos de estos tiempos, que se centran en dos bandas, en dos bandos: los clubes estados mantenidos por países árabes y los equipos de la Premier, que obtienen mucho dinero por anticipado gracias a la televisión, aunque tengan más deudas cada año.

Desde ese momento, el máximo dirigente madridista se dedicó plenamente a fichar a los mejores talentos menores de 24 años. El fundamento de esta filosofía era conseguir a las posibles figuras en su primera juventud y con unos precios asequibles no superiores a los 50 millones.

Inteligencia frente al derroche

La forma de actuación estaba muy bien pensada. El Real Madrid sabía que nunca podría competir económicamente con el PSG, el Manchester City, el Manchester United, el Chelsea y el Liverpool. Si entraba en la dinámica de pagar cien millones por cualquier futbolista de medio pelo, tendría que tirar la toalla en menos de un lustro. Sería un equipo de segundo nivel. Y el 'Tito Floren', como le llaman los aficionados, retornó al cargo para convertir de nuevo al club blanco en el número uno del mundo.

La estrategia para competir contra todos esos equipos, derrochadores de dinero, era captar a los mejores futbolistas cuando tienen entre 16 y 22 años, en su fase de desarrollo.

La primera premisa de esta política era que se pagaba mucho menos dinero por su transferencia. Un máximo de 50 millones entre fijo y variables. La segunda pata del banco es que para observar a los jóvenes talentos hay que tener una buena red de ojeadores por todo el mundo y especialmente en Brasil y Argentina. El tercer santo y seña, también decisivo, es que los profesionales de la sección internacional del Real Madrid deben saber convencer al futbolista y a su familia de la conveniencia de venir al equipo español.

El delantero brasileño del Real Madrid Rodrygo Goes (d) celebra su gol, segundo del equipo blanco, con su compañero Vinícius Júnior durante el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones que Real Madrid y Manchester City disputan este martes en el estadio Santiago Bernabéu

Vinicius y Rodrygo son dos claros ejemplos de la política del Real MadridEFE

Florentino Pérez, José Ángel Sánchez y Juni Calafat han realizado una labor determinante para dar a conocer al mundo entero que los jóvenes que contratan se transforman inmediatamente en figuras y ganan los mejores títulos del planeta.

¿Por qué los futbolistas eligen Real Madrid aunque les paguen mucho más en otros sitios? Porque han observado durante doce años que 'el Real' ficha a los jóvenes, los forma, los hace evolucionar y les da protagonismo en el once desde el primer partido. Eso no se paga con dinero, es una manera de hacer, distinta a la vulgar forma de envolverles en billetes y dejarles en el banquillo, como sucede con Julián Álvarez, como ocurría con Brahim en el City.

De Bale a Guler, doce años de oro

El triunfo de esta filosofía ha sido y es evidente. Primero vinieron Cristiano y Benzema. Luego aterrizaron Modric y Bale. Posteriormente fueron fichados Valverde, Militao, Vinicius, Rodrygo, Mendy, Camavinga, Tchouaméni y Brahim. Bellingham y Güler es el broche de platino de una forma de hacer que ha calado en el subconsciente de jugadores y apoderados en tal medida que todos eligen el Real Madrid y esperan al Real Madrid.

La victoria de esta planificación a medio y largo plazo se produjo desde el primer instante. La Copa de Europa conquistada en Lisboa en 2014 fue el preludio del trienio estratosférico de triunfos en las Champions de 2016, 2017 y 2018. Se marchó Cristiano y parecía que se iba a acabar el mundo. No. Benzema tomó el testigo del liderazgo y el Real Madrid logró la Liga de Campeones en 2022, con Militao y Alaba como nuevos centrales, en sustitución de Ramos y Varane, que se marcharon un año antes.

Ahora, dos años más tarde, con Bellingham como última adquisición monumental, el conjunto madrileño ha vuelto a celebrar la Champions, la decimoquinta. El éxito de seis Copas de Europa en diez años naturales se apoya en esa constante llegada de jóvenes que triunfan en el Bernabéu porque los técnicos del Real Madrid les dan minutos, partidos, para explotar toda la creatividad que han visto y convertirles en figuras mundiales.

La dirección deportiva, que trabaja desde el cuartel general de Valdebebas, ha basado toda su labor en anticiparse a todos los otros grandes europeos en llegar a ver a un jugador, hablar con sus padres, exponerles el proyecto y decirles que harán todo por contratar a su hijo. El punto culminante es que los profesionales de la casa blanca subrayan que el muchacho jugará en el Real Madrid desde el primer mes si se entrena con entrega, pues la calidad la tiene y lo que hará el cuerpo técnico será pulirla y mejorarla.

El boca a boca es otro arma

La victoria de esta forma de actuar es que los jóvenes que llegaron antes y que triunfaron en Madrid son los primeros que convencen a sus futuros compañeros de la conveniencia de venir al mejor club del mundo. Endrick lo tuvo claro tras ver a Vinicius y Rodrygo. Tchouamení vio ganar a Camavinga y Mendy.

El camino a seguir está labrado desde hace tres lustros: el Real Madrid los forma para que ellos sean los que harán al equipo español, una vez más, el más grande. Todos han conquistado la Copa de Europa, el trofeo que otros muchos sueñan y nunca tendrán.

Alphonso Davies elige Real Madrid

El balance de esta filosofía se comprueba cada día y cada año. Las victorias en la Champions y la titularidad de los jóvenes en el conjunto madrileño son la rúbrica de esta política. Por eso un jugador cotizado como Alphonso Davies quiere dejar el Bayern de Múnich y venir al Real Madrid. Le queda un año de contrato con los bávaros y no renueva ante las diferentes propuestas que le han hecho, cercanas a los catorce millones por campaña. Los alemanes e incluso varios clubes ingleses le ofrecen más dinero que la casa blanca, pero quiere Real Madrid y nada más.

La entidad del Bernabéu ofrecerá al Bayern un traspaso de 40 millones como máximo y son lentejas. Si no hay acuerdo, vendrá gratis la próxima temporada. Habrá pacto en la primera quincena de julio.

Leny Yoro elige el Real Madrid

La misma tesitura presenta el caso de Leny Yoro, un central de 19 años que ya ha disputado cuarenta partidos con el Lille y que anuló a Mbappé en la liga francesa. El chaval iba a ser contratado por el PSG en noviembre, pero cuando conoció el interés del Real Madrid en diciembre lo paró todo y dijo que 'solo Real Madrid y nada más'. ¿Les suena?

La dirección general del club español ofrece treinta millones al Lille y también son lentejas, porque le queda un año de contrato. Habrá pacto y vendrá en julio.

Mastantuono elige Real Madrid

La historia se repite en el caso Mastantuono ¿Por qué? Porque la victoria de esta política a lo largo de quince años ha dejado una semilla inagotable en todas las canteras y en todas las jóvenes promesas del mundo.

El centrocampista argentino Franco Masantuano, 16 años, también quiere venir al Real Madrid. Es un jugador ofensivo, de finta y disparo, fino, que a su edad brilla en el antiguo equipo de Di Stéfano. El River plate le puso una cláusula de 45 millones, pero la entidad española no está dispuesta a pagar tanto dinero. La proposición es abonar veinte millones entre fijos y variables, cifra que después puede subir con bonus a tenor de los éxitos del futbolista en España.

La primera idea es que puede quedarse cedido dos años en River y venir con 18 al fútbol español, aunque al tener pasaporte italiano puede jugar con el Real Madrid ya. Incluso podría estar solo una campaña más en Argentina e integrarse a la casa blanca dentro de doce meses. No se preocupen, Mastantuono también vendrá el Real Madrid.

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