Un año del Mundial femenino: revolución federativa, el éxito de la Liga de Naciones y el chasco parisino

El 20 de agosto de 2023 fue un día histórico para el fútbol femenino español. Esa mañana, la España de Jorge Vilda se proclamó por primera vez en su historia campeona del mundo, tras imponerse en la final a Inglaterra gracias a un solitario gol de Olga Carmona que todavía sigue resonando en las paredes de todas las casas.

El país volvió a echarse a las calles para celebrar este nuevo éxito, pero toda la atención se centró en lo que pasó sobre el césped del Estadio Nacional de Sídney. En la entrega de premios, Luis Rubiales fue saludando una por una a las futbolistas y cuando llegó el turno de Jenni Hermoso, el ya expresidente de la Federación Española de Fútbol le dio un beso no consentido a la que entonces era jugadora de Pachuca.

Ese acto dio la vuelta al mundo y fue entonces cuando se inició una revolución por parte de las jugadoras, lo que acabó por costarle el puesto federativo a Rubiales. Bajo el lema «Se acabó», las futbolistas de la selección española se plantaron y exigieron una serie de mejoras dentro del organismo federativo que, con el paso del tiempo, se han ido produciendo.

Rubiales fue inhabilitado por parte de la FIFA, pero el granadino decidió aferrarse a su cargo. Para el recuerdo negativo quedará esa afrentosa comparecencia en la que dijo que no iba a dimitir por cuestión de dignidad y que se consideraba un hombre con valores. El que sí fue cesado fue Jorge Vilda. El seleccionador salió por la puerta de atrás y no se valoró debidamente el éxito que había conseguido. A partir de ese momento, se vinieron tiempos revueltos en el entorno de la RFEF y el 11 de septiembre, día en el que Rubiales sí anunció su dimisión, Pedro Rocha se hizo cargo de la comisión gestora hasta que se convocaran nuevas elecciones después que Rubiales fuera forzado a dejar su puesto.

Rubiales no fue el único en abandonar el entorno federativo. Al granadino le siguieron Albert Luque, exdirector deportivo de la selección masculina, y Rubén Rivera, el que fuera responsable de marketing de la RFEF. Desde el momento de su cese, Rubiales estuvo alejado del foco mediático y en mayo de 2024 se conoció que iba a ser enviado a juicio por delitos de agresión sexual y coacciones.

Montse Tomé y la Liga de Naciones

Como parte de las medidas de regeneración que dio a Pedro Rocha, presidente entonces y en la actualidad inhabilitado desde el pasado mes de junio por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) durante dos años, el presidente extremeño decidió nombrar a Montse Tomé como nueva seleccionadora nacional.

Sin embargo, la llegada de Tomé no fue la soñada. La asturiana dio su primera lista de convocadas post-Mundial y se encontró con la negativa de algunas jugadoras a ir con la selección hasta que se solucionase todo el conflicto de la RFEF.

Tomé aseguró haber hablado con las futbolistas e incluyó en su primera citación a Patri Guijarro y Mapi León, las cuales habían renunciado ir al Mundial. Esta decisión no sentó bien en el entorno de la selección femenina y reiteraron su negativa a ser convocadas con España hasta que no se solucionase el problema interno. Las futbolistas querían ver los cambios más pronto que tarde.

Del 22 al 24 de septiembre se vivieron los dos días más tensos jamás vistos en el fútbol femenino. Las jugadoras fueron citadas en la concentración de Oliva (Valencia) para alejarse del foco mediático y se reunieron con Víctor Francos, por aquel entonces presidente del Consejo Superior de Deportes, para llegar a un acuerdo y empezar a plantear cambios en la federación antes de viajar a Suecia para disputar el partido correspondiente a la Liga de las Naciones contra el combinado sueco.

La selección española disputó el partido contra Suecia en la localidad de Gotemburgo y lo acabó ganando después de remontar un 2-0 adverso gracias a los goles de Athenea del Castillo, Eva Navarro y Mariona Caldentey en el último minuto del partido.

Ese triunfo le dio alas a España y consiguió la clasificación para una fase final de la Liga de Naciones que no estuvo exenta de polémica. Dichos partidos se iban a disputar inicialmente en el Nuevo Mirandilla, pero el Cádiz no les dejó el campo y la RFEF tuvo que encontrar un campo de emergencia para poder albergar las semifinales y final. La Cartuja se convirtió en la sede de la final y España acabó conquistando el título después de vencer en la semifinal a Países Bajos (3-0) y en la final a Francia (2-0). Dicho título les dio el billete directo para los Juegos Olímpicos de París.

La decepción parisina

Las campeonas del mundo y de la Liga de Naciones aterrizaron en la capital francesa con el objetivo de llevarse la medalla de oro, el mayor reconocimiento que puede obtener un deportista profesional. Las chicas de Montse Tomé eran las grandes favoritas, pero rehuían en público de esa condición. Estaban allí para seguir haciendo historia.

La selección completó una fase de grupos perfecta, obtuvo tres victorias contra Japón (2-1), Nigeria (0-1) y Brasil (0-2) y pasó a cuartos de final como primera de grupo. En dicha ronda se enfrentaron a Colombia y tuvieron que remontar un 0-2 adverso para acabar ganando en los penaltis.

Sin embargo, en las semifinales todo se torció y Brasil se tomó su particular revancha en un partido plagado de provocaciones por parte de las futbolistas brasileñas y marcado por los errores de bulto de Cata Coll, la portera del Barcelona. Esa derrota provocó multitud de críticas.

Sin opciones de luchar por la medalla de oro, a España no le quedó otra que pelear por el bronce contra Alemania, pero se les escapó de la forma más dolorosa posible porque Alexia Putellas falló un penalti en el minuto 97 que hubiera supuesto la prórroga.

La selección se marchó sin medalla de los Juegos Olímpicos y llenas de dudas por el bajo rendimiento de algunas jugadoras y la gestión de Montse Tomé, señalada por decisiones como dejar en el banquillo a Alexia Putellas en semifinales hasta el minuto 77 con un 3-0 en el marcador. Además del bronce, España también perdió en París 2024 el primer puesto del ranking de la FIFA al que volvió a ascender Estados Unidos después de ganar su quinto oro olímpico, mientras que España ha bajado al puesto número tres.