Del Real Madrid no se va nadie
Ancelotti ha expuesto que necesita a todos los jugadores ante una temporada muy intensa, setenta partidos, y cuenta con todos porque van a jugar más de lo que piensan
Los récords de Endrick con 18 años que confirman que el Real Madrid tiene una nueva joya entre manos
Nadie quiere irse del Real Madrid. Y el club no desea que se vaya nadie. Eso sí, quien dude y piense que le puede ir mejor en otro equipo, por razones económicas o deportivas, tiene la puerta abierta al instante. Aviso para navegantes. La historia dicta que la casa blanca continuó siendo cada vez más grande tras los adioses de Cristiano, Sergio Ramos, Di María, Ozil y Asensio. Las copas de Europa que se han perdido estos últimos jugadores no son pocas.
Ahora, nadie se marcha de la plantilla y Ancelotti no desea que se vaya nadie porque todos los integrantes del elenco del campeón de Europa van a jugar bastante, aunque ustedes no se lo crean.
Los datos son como el algodón blanco, no engañan. El entrenador cuenta con veintidós hombres, con veinte profesionales de campo, y serán necesarios todos para atacar las seis competiciones que le quedan por disputar tras adjudicarse la Supercopa de Europa ante la Atalanta. El canterano Jacobo Ramón será el vigésimo tercer integrante del grupo, un joven central que debe curtirse al más alto nivel porque va a disfrutar de minutos.
Estos son los 22 componentes de la plantilla. Dos guardametas, Courtois y Lunin. Ocho defensas: Carvajal, Lucas Vázquez, Rüdiger, Militao, Alaba, Vallejo, Mendy y Fran García. Siete mediocampistas: Valverde, Bellingham, Modric, Camavinga, Tchouamení, Guler y Ceballos. Y cinco delanteros: Mbappé, Vinicius, Rodrygo, Endrick y Brahim. Jacobo Ramón es el protagonista extraordinario, el vigésimo tercer protagonista.
Ahora solo hay diecinueve 'cancheros'
De todos ellos, Bellingham, Alaba y Camavinga están lesionados, de manera que el jefe italiano posee realmente diecinueve 'cancheros', que diría el añorado Di Stéfano, además del postre del chaval, Jacobo.
En esta tesitura, el máximo responsable deportivo del Real Madrid tiene a Rüdiger, Militao y Vallejo como únicos centrales, pues Alaba será baja hasta noviembre. Y la cruda realidad es que, cuando la urgencia apriete a Carlo, el stopper que relevará al mariscal alemán o al 'bulldog' brasileño será Tchouaméni, por delante de Vallejo. Jacobo será una solución de emergencia, el quinto central, el cuarto mientras no vuelva David Alaba.
El fichaje es Militao
Florentino Pérez y su dirección deportiva analizan que el verdadero 'fichaje' de la temporada en la defensa es Eder Militao. Víctima de la temida 'triada' hace justamente un año, el iberoamericano ha recuperado paulatinamente las condiciones físicas que le elevaron a la titularidad en el Real Madrid hace tres temporadas y ahora vuelve a ser el que ganó la Champions hace dos cursos con remontadas ante el PSG y el City.
Está claro que Rüdiger y Militao no pueden disputar todos los partidos y Tchouaméni será quien rote con ellos, aunque no le guste la posición de central. Aurelien ('Aurelio') Tchouaméni es medio centro destructivo y anhela jugar en esa misión de pivote defensivo que otorga equilibrio a un sistema, el de Carletto, descaradamente ofensivo. Pero deberá asumir ese segundo rol. Como dice Florentino Pérez, hay muchos futbolistas que se merecen ser titulares y los compañeros deben dejar sitio a todos. Si Tchouaméni se retrasa a la defensa concede más oportunidades a Güler y Brahim en el centro del campo.
Ceballos y Vallejo no quieren irse
En la plantilla hay dos profesionales que siempre han estado en la rampa de salida, porque son los que tendrán menos opciones: Ceballos y Vallejo. Sus salarios hacen difícil que un equipo les fiche, aunque el centrocampista utrerano es pretendido por el Betis y otras entidades que no pueden asumir ese salario.
Ancelotti cuenta con ambos. Las lesiones de Bellingham, Camavinga y Alaba hacen valorar que aquí no sobra nadie, pues solo hay diecinueve futbolistas disponibles y diecisiete de campo, sin contar con el muchacho del filial, Jacobo.
En esta situación, Ceballos solo vislumbra por delante en la línea media a Valverde, Tchouaméni, Güler y Modric, dada la ausencia de Bellingham y Camavinga. Como se observa, las bajas permiten ver las cosas de diferente forma. A Carlo no le sobra nadie, no, con setenta partidos a la vista en la temporada más intensa de la historia, que ya es decir, para el club más laureado del mundo.
Aviso para navegantes
El Real Madrid ataca seis títulos más, tras conquistar la Supercopa de Europa, y Ancelotti quiere a todos sus pupilos implicados. En este sentido, Vinicius y sobre todo Rodrygo deben frenar desde sus entornos esas filtraciones interesadas. Al Real Madrid no le gustan los mensajitos por intermediarios públicos. Quienes los emiten suelen acabar malparados.
Rodrygo Goes tendría que dejar de decir por otras bocas que él es tan importante como Vinicius, Mbappé y Bellingham. Esos celos no son buenos compañeros. Lo fundamental es lo que piense el entrenador y no la prensa, que ha catalogado la BMV con Bellingham, Mbappé y Vinicius, dejando fuera a Rodrygo. Carlo le ha colocado como titular después de la llegada de Mbappé y Endrick. Es lo único que le debería importar.
Rodrygo ya se hizo querer por Guardiola y el Manchester City antes de la final de la Champions, diciendo que el conjunto inglés era el que mejor jugaba, y ese rumor ha perdurado hasta hoy. Haría bien en cerrar esas entradas de agua en su barco personal. O el barco se hundirá.
Vinicius también debe acallar esos comentarios sobre la multimillonaria oferta árabe. Hablemos claro: el Real Madrid ha vivido estas historias truculentas de los futbolistas desde que ganó su primera Copa de Europa en 1956 y se transformó en cuestión de un lustro en el mejor club del planeta.
La supuesta propuesta millonaria de Arabia sobre Vinicius se esgrime para mejorar el contrato del brasileño con el Real Madrid. Está todo muy visto. Hay que finalizar con esas tácticas de medio pelo. Son más viejas que el propio fútbol. En el Real Madrid todo es eficiencia y discreción. Si se quieren cosas, se acude a pedirlas a las personas adecuadas, pero sin publicidad. Aviso a navegantes.