Ancelotti los pone firmes: señores, se acabaron las vacaciones
El entrenador ya da oportunidades a Güler, Brahim y Modric, pero nadie coge la batuta del equipo
Mbappé y Vinicius no muestran velocidad ni su talento; en la casa se comenta que menos hablar de BMVR y más jugar bien al fútbol
Esta vez no tenía una sola ceja subida, sino que tenía subidas las dos. El enojo era morrocotudo y todos los futbolistas lo vieron y lo vivieron. El comportamiento de Ancelotti gusta en el Real Madrid porque las broncas las echa dentro y es políticamente correcto ante la prensa. El Real Madrid es la empresa más mediática del mundo, la que 'vende' la mayoría de las noticias del fútbol, y públicamente no se puede echar leña a un fuego que está encendido siempre. Pero el enfado del italiano después del empate en Las Palmas es posiblemente el más fuerte de sus seis temporadas en el Real Madrid.
El allenatore estaba molesto porque todo lo sucedido se había hablado de manera profunda y con antelación. Y así se lo ha dicho a sus pupilos en Valdebebas. Se repitieron errores que el campeón de Liga mostró en Mallorca y también en el primer tiempo frente al Valladolid. Y en la casa blanca no se admite la retiración de equivocaciones cuando la falta de actitud positiva es el problema. Se puede perder porque el contrario sea mejor ese día o por un fallo, pero no por no cumplir las normas básicas de la estrategia del responsable deportivo el Real Madrid.
Solo han pasado tres jornadas ligueras, no es nada grave. No obstante, hay que sacar el cartel de alerta. La dirección deportiva pide a Carlo Ancelotti que encuentre la solución y provoque la reacción de sus hombres. El campeón de Europa destaca históricamente porque no vive del recuerdo. Al contrario, el lema de la casa blanca es que en la noche de la celebración de la Champions ya se pide la siguiente. Ese espíritu de competitividad constante es la clave del éxito del club más famoso del planeta. Por ello, los dirigentes de la entidad exigen al entrenador que consiga dar un vuelco a la situación.
Se acabaron las vacaciones señores
El mensaje de Ancelotti a su plantilla es claro: señores, se acabaron las vacaciones. Siete pilares de su alineación se incorporaron a principios de agosto y todavía están en su pretemporada particular, pero ya deben rendir a un buen nivel porque tienen calidad y oficio.
El entrenador ha sido contundente con sus futbolistas. Les ha explicado que no se pueden cometer más dislates en defensa. También les ha dicho que el fútbol que generan en el centro de campo es lento, previsible y así no se pueden superar los muros de contención que los rivales colocan sobre el campeón continental. El preparador de Reggiolo ha utilizado a Güler, Modric y Brahim para llevar la batuta del juego y la verdad es que nadie ha cogido el testigo. Les está dando oportunidades y no las están aprovechando.
En el mismo sentido Carlo subraya que los delanteros tampoco están demostrando el talento y la velocidad que define sus carreras. Se refiere sobre todo a Vinicius y a Mbappé, pero es un una crítica general para muchos jugadores de todas las líneas. Falta sacar el talento que estos profesionales albergan.
El 4-4-2 es más sólido
Ancelotti ha empezado la temporada utilizando tres puntas. Aparte de la decisión táctica, lo ha hecho para satisfacer psicológicamente a Rodrygo, pues Vinicius y Mbappé son titulares fijos en el ataque. Seamos sinceros. La realidad es que Carletto ya piensa en el 4-4-2. Realmente será la estrategia habitual en los grandes partidos, porque Carlo necesitará un centro del campo más sólido a la hora de defender y anular el contragolpe enemigo.
Esa elección del 4-4-2 puede implantarse especialmente en los partidos a domicilio, con el fin de presentar un centro del campo más nutrido cuando el adversario roba el balón y comienza su respuesta.
Disciplina táctica y concentración
Una de las críticas más duras de Ancelotti a sus hombres es la falta de disciplina táctica y de concentración. El Real Madrid ha vuelto a sufrir un gol por un despiste, otro, como sucedió en Mallorca. Hay que recuperar la actitud positiva que ha definido al conjunto en el último trienio. Debe haber compromiso para defender todos en coordinación.
La visita del Betis al Bernabéu es la primera ocasión para resarcirse de estos tropiezos en Mallorca y en Las Palmas, pero esta cuarta jornada liguera en casa no servirá como ejemplo para valorar la necesaria reacción.
Empatar es una derrota
El campeón de Liga y de Europa destaca específicamente por sus victorias a domicilio en las dos competiciones y hasta ahora suma sus viajes por empates. Para la exigencia del Real Madrid son cuatro puntos perdidos y todos lo saben en la casa. Carlo ha dado su lección particular al plantel. «Sabemos en lo que fallamos y hay que corregirlo inmediatamente».
No hay mal que por bien no venga y para el club es bueno que estos fallos generales se produzcan a principios de temporada, porque despiertan a los futbolistas y les ponen en alerta. Los dos resultados le han dicho al mejor equipo del mundo que hay que demostrarlo cada día. Ancelotti ha a sacado las garras y ha subido ambas cejas a la vez. Tiene mucho banquillo y si observa que algún teórico titular continúa sin funcionar pasará a la reserva y sacará a suplentes que merecen jugar más.
En su debe hay que decir que Carlos realiza muy tarde los cambios cuando hace falta reaccionar. Davide le pide actuar antes, pero a su padre le cuesta quitar a un titular a los setenta minutos de juego. Tendrá que hacerlo antes si quiere recuperar puntos que pueden perderse por su inmovilismo. Todos tienen culpa. Y todos han de mirarse al espejo y salir a jugar con las virtudes de actitud, entrega, sacrificio y concentración que han marcado sus éxitos. El Betis es un examen especial de septiembre.