La gran relación entre Mbappé y Vinicius se convierte en la mejor noticia para un Real Madrid gris

El Real Madrid no ha empezado de la mejor manera posible la temporada. Ni los resultados, con dos empates en liga en cinco jornadas, ni mucho menos el juego está acompañando. Carlo Ancelotti tiene trabajo por delante para conseguir que el vigente campeón de Europa se convierta en la máquina perfecta que les llevó la pasada campaña a únicamente perder dos partidos en todo el curso.

En la Casa Blanca quieren tener un año igual o mejor que el anterior y para ello incorporaron a Kylian Mbappé. La guinda a un proyecto faraónico de Florentino Pérez con el que ha ido fichando a los mejores del mundo en su posición. Casi en cada puesto el Real Madrid cuenta con un futbolista de élite y la llegada del francés era cumplir al fin el sueño de muchos madridistas.

Se las prometían felices en la casa blanca desde el principio, pero por ahora se nota más la marcha de Toni Kroos que la llegada de Kylian Mbappé. El Real Madrid no termina de carburar y gran parte del problema está en la sala de máquinas. Fede Valverde, que está siendo de los mejores en el inicio del curso, es un todoterreno, pero no da la pausa que daba el alemán. Kroos solo hay uno y Ancelotti tiene que ver como soluciona eso.

De momento lo está intentando dándole mayor protagonismo a Modric que en la pasada temporada. Luka está haciendo bien las cosas, pero sus 39 años pesan. Ya no es el mismo de siempre y además el italiano debe dosificarle. De hecho, el puesto de Kroos es donde más ha rotado y no se prevé que la solución sea sencilla. Tiene trabajo por delante.

Las buenas noticias para el Madrid

Lo bueno para el Real Madrid es que el problema de Kroos por el momento lo está solucionando con la calidad que tiene arriba. Es cierto que por ahora Vinicius, Mbappé y Rodrygo no se están entendiendo del todo bien y cuesta ver grandes jugadas con los tres participando. Sin embargo, el talento individual está apareciendo y Vinicius y Kylian cada vez se compenetran mejor.

En sus primeros partidos, el antimadridismo trató de vender la imagen de que la relación entre ellos no es buena. Unos vídeos sacados de contexto fueron suficiente para que diese la sensación de que había un problema en el vestuario. Nada más lejos de la realidad, Mbappé y Vinicius mantienen una buena relación que cada vez va a más y ambos saben que el equipo está por encima de los egos de cada uno.

Como es lógico, ambos jugadores quieren ganar títulos a nivel colectivo, pero también individuales. El Balón de Oro —para el que este año Vinicius es el favorito— es un sueño de ambos. Aun así, ninguno se obsesiona y buscan el bien del equipo blanco, tal y como se ha visto con la decisión de que cada uno tirará un penalti.

El tema del lanzador de penaltis podría haber sido un terremoto en el Real Madrid si ambos se hubiesen empeñado en tirarlos todos. Mbappé era el líder del PSG y ahí esa responsabilidad caía sobre él, al igual que en la selección francesa, y Vinicius ya se había presentado en los últimos años como un experto desde la pena máxima. Ambos tenían motivos de peso para ser el lanzador del equipo, pero optaron por repartírselos. Un gesto que gustó mucho a Ancelotti.

Mbappé, cada vez más cómodo

La gran amistad que están forjando se notó en Anoeta. Tras el gol de Mbappé, de penalti, Vinicius se acercó a él e imitó su celebración, la de cruzar los brazos. El astro francés también se fue directo a celebrarlo con su compañero y dejaron una imagen que emociona al madridismo. Además, se vio un Mbappé mucho más vivo y participativo que en jornadas anteriores.

«Cada partido me siento mejor, entiendo lo que necesita el equipo, el míster y mis compañeros. Me siento mejor y seguro que el martes más para ganar en el inicio de la Champions», aseguró tras el choque ante la Real Sociedad.