Carlos Herrera prepara una candidatura de unidad contra el 'rubialismo' con el fin de revolucionar la Federación

El fútbol español necesita un cambio radical. La Justicia ha echado del cargo a los tres últimos presidentes de la Federación, Ángel María Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha. Decimos Federación y quitamos 'Española' porque personalidades de muchos ámbitos de nuestra sociedad dicen que todo este tinglado engendrado durante décadas da tanta vergüenza que nos piden por favor que quitemos la palabra 'Española' para alejarla de esta corrupción. La quitamos por respeto a nuestra nación.

Hace falta que llegue al fútbol español un presidente libre, limpio, transparente, sin ninguna mácula de esta malversación que ha rodeado a la Federación durante treinta años. Y tenemos que decir con claridad que Carlos Herrera ha recibido miles y miles de peticiones de personas de la calle, de futbolistas, de exjugadores, de técnicos, de ex entrenadores, de presidentes y expresidentes de clubes, de personas de la AFE, del fútbol sala, del fútbol femenino, de políticos y de multitud de empresarios para que se presente a las elecciones federativas.

Todos los sectores de la sociedad española, desde las personalidades de muchos ámbitos profesionales hasta la gente humilde que trabaja cada día sin el reconocimiento popular, han pedido a Herrera que se presente a los comicios de la RFEF porque piensan que la dirección del fútbol español necesita una revolución total con personas ajenas a esta trama que ha perdurado en el tiempo, a columpio entre dos siglos.

Hablemos en plata, que diría Di Stéfano: si el presidente de la Federación lo eligiera toda la gente a escala nacional, Herrera ganaba de calle, y nunca mejor dicho. El problema es que históricamente las elecciones de la Federación son un voto cautivo y endogámico, actualmente de 147 personas, de las que un mínimo de 105 pertenecen a las federaciones territoriales. Y las territoriales utilizan una mafia legal y admitida por la que entre todas nombran el presidente sin importarles el resto del fútbol español. Contra eso luchan Herrera y los otros valientes que se atrevan a presentarse a la votación de la Asamblea del balompié español integrada por esos 147 representantes.

Personas importantes de nuestro fútbol

Herrera lleva trabajando todo un año con un grupo de profesionales para atacar el reto. Un equipo que ha hablado con clubes, presidentes de equipos y de territoriales, jugadores, exfutbolistas, árbitros y todos los vectores del fútbol, a los que ha expuesto con rotundidad que desea renovar la Federación y limpiarla de tantos hábitos corruptos.

Herrera ha subrayado a todos los segmentos del balompié nacional que pretende acabar con las redes clientelares. Hacer una Federación nueva, con una Junta directiva de unidad que acabe de una vez por todas con el 'rubialismo' y el 'rochismo' que han perpetuado la vergüenza de la extensa etapa de Ángel Villar.

Personas del Betis, del Getafe, del Rayo Vallecano, de la Ponferradina y de otros muchos equipos de todas las categorías, así como hombres importantes de diversas territoriales han expresado su apoyo al comunicador, al igual que miles y miles de jugadores y jugadoras humildes de todas las regiones españolas.

Herrera ha dejado claro a muchas de las personalidades del fútbol con las que ha hablado que quiere que en su junta directiva estén Florentino Pérez, Joan Laporta, Puyol, Casillas, Iniesta, Raúl, Del Bosque, Camacho, Mateu Lahoz y otras grandes figuras estelares de nuestro balompié.

Por cierto, muchas de las estrellas del fútbol español, y algunas las acabamos de mencionar, han manifestado al comunicador su apoyo para que se presente y el deseo de que gane y sea el nuevo presidente de la Federación.

Renovar a Luis de la Fuente

Si vence en las elecciones, lo primero que hará Herrera será renovar inmediatamente a Luis de la Fuente y su cuadro técnico para continuar dirigiendo la selección española. No puede ser que el entrenador que ha ganado la Eurocopa todavía no conozca su futuro. Son las consecuencias de esta corrupción larvada y constante que ha dejado a la Federación en situaciones provisionales una y otra vez.

No será fácil la labor 'del Herrera', cómo le llaman popularmente sus compañeros y amigos, si es elegido presidente. Limpiar una corrupción de treinta años no es sencillo. Desentrañar las redes clientelares exige un trabajo complicado. No le preocupa. Viene dispuesto a que la Federación Española de Fútbol sea de una vez por todas un orgullo y eliminar por fin esa imagen de corrupción que aprovechan Mohamed VI y Macron para que la final de Mundial 2030 no se conceda al Bernabéu.

Lo mejor de la candidatura de Herrera es que llega de fuera. Sin alianzas ni compromisos con los actuales entes y personas de la Federación. Quiere representar una candidatura de unidad de todo el fútbol español. Desea borrar toda la corrupción y empezar de cero.