Carlo Ancelotti afina su plan para el Real Madrid en un parón que utiliza como una 'mini pretemporada'

El Real Madrid vive este parón como si fuese una pequeña pretemporada, sobre todo en la cabeza de Carlo y Davide Ancelotti. Padre e hijo, primer y segundo entrenador del equipo blanco, son conscientes de que esta temporada las cosas no están yendo de la misma manera que el curso pasado. El campeón de Europa no está haciendo buen fútbol, defiende mal y en muchas ocasiones está seco de ideas en ataque.

En la pasada ventana de partidos de selecciones varios pesos pesados del vestuario se quedaron en la capital de España para ponerse a punto. Cada vez las temporadas son más largas y apenas hay tres semanas entre un curso y otro, por lo que varios de los grandes jugadores todavía no están a tono en lo físico. Eso hace que el equipo haya tropezado más de lo normal y que se necesite una reacción rápida para no complicarse la temporada.

Las cosas en Liga mejoraron en la última jornada, con la victoria del Real Madrid ante Osasuna y la derrota del Barcelona en Anoeta. Tres puntos recortados que pueden ser seis si el equipo blanco no falla en su duelo aplazado ante el Valencia en Mestalla. Si ahí también sacan los tres puntos la distancia sería de solo tres cuando hace unos días era de nueve. Es decir, se meterían de lleno en la pelea por el título que ya conquistaron la temporada pasada.

De hecho, en la casa blanca sorprende que se alabe tanto al Barcelona, con dos derrotas en Liga y una en Champions, y se critique tanto al Real Madrid, con los mismos partidos perdidos, aunque tres empatados. Está claro que es sobre todo por las sensaciones y por la delicada situación que atraviesa el vigente campeón en la Copa de Europa, donde está con seis de 12 puntos posibles y su próximo compromiso es en Anfield ante un Liverpool que ha ganado sus cuatro duelos europeos.

El trabajo de Ancelotti

El triunfo ante Osasuna dejó una buena jornada para los intereses del Real Madrid, pero el peaje fue muy caro. Militao dijo adiós a la temporada y Lucas Vázquez y Rodrygo no estarán para jugar hasta bien entrado diciembre. Eso es un problema que Carlo Ancelotti debe solucionar, sobre todo el de la defensa, pues en lugar del atacante brasileño se espera que juegue el recuperado Brahim.

Este parón lo está utilizando el técnico italiano como un especie de prueba para la cantera. En la zona noble del Bernabéu hay dudas sobre si fichar o no. Es cierto que las cosas no se hicieron del todo bien en verano al no reemplazar a Nacho, pero quizás es un momento perfecto para que Raúl Asencio, Jacobo Ramón y Jesús Fortea demuestren si tienen madera de campeón. Esta semana y los próximos partidos harán a Ancelotti pedir o no algún refuerzo para el mercado de invierno, una ventana que lleva años sin utilizar el Real Madrid.

Más allá de la defensa, donde Ancelotti tiene en mente diferentes variables, está el tema de Kylian Mbappé. El astro francés sigue sin encontrarse a su mejor nivel y se ha vuelto a quedar en Madrid para intentar encajar mejor en el esquema. Ya tiene claro que su puesto está en la delantera y no en la izquierda, sitio de Vinicius y donde habitualmente ha jugado el francés.

Es por ello que debe acostumbrarse a la posición de ariete y convencerse de que tiene capacidad más que de sobra para ser igual de decisivo. A lo largo de su carrera ha jugado varias veces y con nota en ese puesto que ahora debe dominar. En el Real Madrid están contentos con su desempeño y su compromiso. Quiere priorizar a su club y sabe que este tipo de semanas, de trabajo invisible, son las que cambian dinámicas.

El fútbol de clubes está parado, por tercera vez en lo que va de temporada, pero los futbolistas siguen trabajando y los equipos ya piensan en el futuro. Sabe Ancelotti que este parón es clave, pues no volverá a haber otro hasta marzo y su equipo va a jugar desde la próxima semana dos partidos cada semana. Así pues, es ahora el momento ideal para corregir lo que falla y enderezar el rumbo de la temporada. En liga ya llueve menos, pero en Champions es necesario un golpe encima de la mesa y aprobar con nota los partidos en Liverpool y Bérgamo ante la Atalanta. No se puede fallar más.