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El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez durante la Asamblea General 2023EFE

El Real Madrid hará accionistas a todos sus socios para proteger al club de una hipotética compra

  • Los socios solo podrán traspasar sus acciones a familiares

  • Florentino Pérez defenderá la Superliga como respuesta a una Champions en la que muchos no entienden ni la clasificación y será duro con la FIFA por un calendario imposible

La Asamblea del Real Madrid que se celebrará el 24 de noviembre de 2024 marcará un antes y un después en la historia del club más laureado del mundo. Florentino Pérez atacará muchos frentes externos de futuro que afectan a la entidad madridista, pero el capítulo mayestático de la cumbre será la decisión de generar una revolución institucional interna de enormes consecuencias. Solicitará a los socios un cambio estructural de la empresa que significará la instauración de un blindaje corporativo contra las intentonas de los multimillonarios por hacerse dueños de la sociedad.

La actuación planificada por Florentino Pérez supondrá de facto la protección absoluta del Real Madrid contra los posibles ataques externos, de tal manera que la casa blanca nunca podrá ser comprada por agentes foráneos.

El proyecto ideado por el presidente madrileño, estudiado en todos sus aspectos legales durante meses, es convertir a todos los socios en accionistas del Real Madrid. La continuidad de la marca en las condiciones que todos conocemos quedará asegurada porque el punto fundamental de esta reforma estriba en que los socios solo podrán traspasar sus acciones a otros familiares y nunca a personas ajenas al Real Madrid.

Lo que Florentino Pérez traza con este plan es consolidar la independencia eterna del club. Los propios socios deberán aprobar un megaproyecto que apuntalará para siempre lo que es el Real Madrid, pues 'la casa' seguirá siendo como hoy, de sus socios, sin miedos a las presiones millonarias del exterior.

Criticas a un calendario inhumano

Será una asamblea legendaria por la revolución estructural de la entidad y por los presumibles ataques del dirigente del campeón de Europa a una organización mundial del fútbol trasnochada y hermética, que no quiere cambios y no observa hacia dónde va el interés del espectador en todo el planeta.

El presidente del Real Madrid criticará a la FIFA, a la UEFA y al galardón del Balón de Oro, que ha quedado desprestigiado. Florentino Pérez señalará a la FIFA, encabezada por Gianni Infantino, al fomentar un calendario egoísta que beneficia a las federaciones y las selecciones en detrimento de los clubes.

El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (d), junto a José Martínez Sánchez 'Pirri'EFE

Infantino se ha inventado esta Liga de las Naciones de selecciones que carga de partidos a los futbolistas y les rompe muscularmente al cambiar periódicamente los entrenamientos que realizan en sus equipos. Carvajal, Rodri, Militao, Gavi y Rodri son la punta de un iceberg que denuncia que en toda Europa se han producido más de ochenta roturas de ligamentos cruzados de rodillas. Las cuatro quincenas anuales dedicadas a partidos de selecciones son una barbaridad.

El remate de este calendario es el nuevo Mundial de Clubes que se disputará a lo largo de un mes y que se estrenará en junio, con la final prevista el 13 de julio. Este torneo sí interesa a los clubes. Lo que solicitan es una reducción significativa de los encuentros de selecciones, a las que aportan gratuitamente sus futbolistas con el temor tantas veces confirmado de múltiples lesiones.

La Superliga versus la nueva Champions

El máximo responsable del campeón de Europa atacará también el frente de la UEFA. El Real Madrid ha criticado con claridad esta nueva Champions en la que hay más partidos, pero no más interesantes. Una Copa de Europa con una clasificación extraña, todos en la misma tabla, que muchos todavía no han llegado a comprender e interpretar. Un torneo que tendrá una eliminatoria intercalada para delimitar los 16 equipos que pasarán a octavos de final.

Florentino Pérez defenderá ante los socios compromisarios la necesidad de una Superliga en la que compitan los grandes equipos semanalmente unos contra otros, duelos que aportarán un interés total a la competición continental desde el mes de septiembre, cosa que no sucede en la Liga de Campeones.

El Balón de Oro empañado

Aleksander Ceferin y la UEFA recibirán otro correctivo por parte de Florentino Pérez ante el escándalo del Balón de Oro. El presidente madridista valorará que ese premio ha quedado desprestigiado. Explicará con detalle que, según las normas que rigen la elección del mejor jugador de la temporada, el ganador tendría que haber sido Vinicius o en todo caso Carvajal, quien conquistó con Rodri la Eurocopa y levantó además la Champions.

Se augura una Asamblea muy dura dialécticamente, que suscitará las ovaciones de los socios, muy dolidos por la polémica del Balón de Oro y concienciados del daño que hace este calendario insoportable, con multitud de bajas.

La conversión de los socios en accionistas también provocará muchos aplausos, porque ese cambio empresarial significará la tranquilidad de quienes se sienten dueños del club, que siempre temieron la llegada de multimillonarios que se hicieran con el poder. Ya no será así. El Real Madrid quedará blindado.