La calma antes de la tormenta: las curvas que le vienen al Atlético en febrero

El Atlético de Madrid está viviendo una gran temporada. De eso no hay duda. Y la ilusión en el lado colchonero de la capital española es, como es lógico, máxima. Están en disposición de luchar por todos los títulos y todavía no han dicho su última palabra. Dar por muerto al Atleti este año sería un gran error.

Eso sí, todavía queda mucho para saber cómo va a concluir la temporada del Atlético de Madrid. Van a ir, como siempre dice el 'Cholo Simeone, partido a partido y lo que tenga que ser, será. Hay buena plantilla y ya han demostrado que son capaces de todo. Con Julián Álvarez y compañía se pueden lograr grandes cosas y el Atleti va a seguir creyendo hasta el final.

El mes de enero en clave rojiblanca fue positivo. No fue perfecto, ya que no ganó todos los partidos, pero tampoco fue un desastre. Los pupilos de Simeone ganaron cinco partidos, perdieron uno y empataron otro en poco más de 20 días, lo que resume la buena salud del conjunto colchonero. Son datos que dejan claro que el Atleti está en disposición de luchar por todo.

Ahora bien, el primer mes del 2025 ya ha pasado y lo que debe de hacer el Atlético de Madrid es activar el chip de febrero, que no va a ser sencillo. En el segundo mes del año, el cuadro colchonero deberá afrontar varias curvas que le pueden hacer descarrilar por completo, algo que desde el club no quieren. El objetivo que se marcan es el de mantener un grado de competitividad que les permita seguir siendo un equipo fiable, capaz de pelear por todo.

El grado de dificultad irá aumentando progresivamente. Este sábado, los colchoneros estrenan febrero recibiendo al Mallorca, un rival que no gana en tierras madrileñas desde el 4 de diciembre de 2021. Por lo tanto, el duelo frente a los bermellones se debería de sacar adelante con relativa comodidad si se tiene en cuenta que el Atleti todavía no ha perdido como local en lo que va de liga.

Una vez superado el encuentro frente al Mallorca, el Atleti jugará los cuartos de final de Copa del Rey contra el Getafe de Bordalás, un rival engañoso y que ya le llevó al límite en el partido liguero que disputaron el 15 de diciembre. Por lo tanto, el duelo frente a los azulones se deberá de afrontar con responsabilidad y, sobre todo, con perfil bajo.

Después del duelo ante el Getafe, el Atleti tendrá una prueba de lo más exigente. El sábado 8 de febrero (a partir de las 21:00) se medirá al Real Madrid en el derbi del Bernabéu, un duelo trascendental en el que el conjunto colchonero se juega el seguir a una distancia aceptable de su eterno rival, que no le gana en Liga desde el 18 de septiembre 2022. Es decir, el Atleti acumula tres derbis ligueros sin perder ante el Madrid.

En los tres primeros partidos del mes de febrero, la buena noticia es que el Atlético no va a salir de la Comunidad de Madrid, algo que, teniendo en cuenta la exigencia del calendario, le viene francamente bien en términos físicos y de recuperación.

Tras el derbi capital, el Atlético recibirá al Celta de Vigo en el Metropolitano y cerrará el mes de febrero con otro duelo de gran exigencia. Los colchoneros viajarán a Mestalla para enfrentarse a un Valencia que está con la soga al cuello, que necesita victorias como el comer y que siempre le ha puesto las cosas realmente complicadas al Atleti siempre que le ha tocado visitar la capital de la Comunidad Valenciana (no gana desde el 29 de agosto del 2022).

Y antes de que acabe el segundo mes del año, el equipo de Simeone jugará, en caso de clasificarse frente al Getafe, la ida de las semifinales de la Copa del Rey el 26 de febrero ante otro rival exigente, ya que podría medirse a Barcelona, Real Madrid y Real Sociedad, por citar tres ejemplos y dando por supuesto que estos equipos ganen a Valencia, Leganés y Osasuna. Y luego también sabrá su rival en los octavos de Champions, el cual apunta a ser durísimo.

En resumen, el Atlético de Madrid es muy consciente de que no se puede relajar en este mes de febrero que arranca este sábado. En el entorno colchonero saben que es fundamental mantener el ritmo y confían en poder hacerlo.