La Real Sociedad y el doctorado en Europa

La Real Sociedad lleva años siendo uno de los proyectos más estimulantes del fútbol español. Su apuesta por la cantera, el buen ojo fichando talento joven extranjero y su fantástico juego han provocado que la entidad dé saltos de gigante en sus últimas temporadas: son cuatro años seguidos clasificándose a competiciones europeas, el título de la Copa del Rey en 2021 y la clasificación a Champions League la pasada temporada, donde ahora están deslumbrando al viejo continente tras haber sumado 7/9 puntos en sus primeros tres partidos, prácticamente certificando la clasificación a octavos de final.

De los equipos que han jugado tres partidos en esta Champions (aún tiene que disputarse la mitad de la jornada), la Real es el que menos goles ha encajado: solo uno, que recibió de Lautaro Martínez al final del partido de la primera jornada, con el Inter Milán, subcampeón de la pasada edición, rescatando un punto de San Sebastián en los últimos minutos tras haber sido inferior en el desarrollo del partido.

Tras ese empate ante el Inter, dos victorias de autoridad fuera de casa (0-2 al RB Salzburgo, 0-1 al Benfica) han colocado a los de Imanol con la clasificación a tiro de piedra.

Talento individual

A nivel individual hay muchos jugadores que merecen atención en esta Real Sociedad. Brais Méndez, con tres goles en los tres partidos, está destapando su faceta goleadora, Martín Zubimendi, pretendido en verano por grandes clubes, demuestra su jerarquía en el medio, y arriba el japonés Takefusa Kubo aporta el desequilibrio para abrir las defensas rivales. Tampoco hay que olvidar la seguridad que aportan Igor Zubeldia y Robin Le Normand en el centro de la defensa, la seguridad de Álex Remiro bajo palos, la cantidad de cosas que hace bien Mikel Merino en el medio y el desparpajo del joven Ander Barrenetxea, sin olvidarse del liderazgo de Mikel Oyarzabal, ya recuperado de su grave lesión.

Europa, la cuenta pendiente

Europa era la tarea pendiente de este proyecto. Mientras estos años la Real Sociedad no ha parado de dar alegrías a sus seguidores en las competiciones nacionales, era cruzar las fronteras y las mentes se nublaban. En las tres temporadas anteriores jugadas en Europa el bagaje no era muy alentador.

En la temporada 2020/21 la Real superó su grupo de Europa League gracias a un gol en los últimos minutos del último partido, solo para luego caer con claridad ante el Manchester United en la siguiente ronda, con un 0-4 en el partido de ida (en vez de jugarse en San Sebastián se jugó en Turín por temas de la pandemia). La temporada siguiente, la Real volvió a sufrir para clasificarse en su grupo y cayó en la primera ronda eliminatoria ante el RB Leipzig. La temporada pasada el equipo dio un pequeño salto, clasificándose primera de grupo por delante de todo un Manchester United, lo que les permitió saltar directamente a octavos de final, pero ahí se estrellaron contra la Roma de Mourinho.

Tanto el entrenador, Imanol Alguacil, como el capitán, Mikel Oyarzabal, habían dejado declaraciones en años anteriores de que el equipo «no estaba preparado para competir en Europa». Todavía es pronto para decirlo, pero esta Champions League está significando un cambio de chip de la Real en sus torneos europeos. Los resultados no mienten. De ser así, de superar esta barrera, otra más, habría que dejar de considerar a la Real Sociedad como uno de los proyectos más estimulantes de España y ampliar el abanico a toda Europa.