Los Joao hacen que el Barça supere una fase de grupos de la Champions tres años después

El Barça está en octavos de la Champions. Algo que es sencillo, que es obligado para un equipo como este, es noticia porque es la primera vez en las tres últimas temporadas que lo consigue. Los azulgrana vuelven a octavos y lo hacen con muchísimas dudas, salvados esta vez por los Joao, Cancelo y Félix, que remontaron el partido ante el Oporto (2-1).

La noche pudo ser de drama en Montjuic. A este Barcelona cualquier equipo le hace daño y el Oporto no fue menos. Se adelantó en el marcador, pero no pudo con una buena reacción culé. El Barça ganó sin alardes y superado en gran parte del juego por el conjunto luso. Pero ganó. Y está ya en octavos tras superar con mucho más sufrimiento del que debía lo que es una fase de grupos muy fácil.

En la primera media hora el Oporto hizo lo que quiso con el Barça. A veces un baño futbolístico no es el que se hace con el control del balón. El equipo portugués, que no es que esté precisamente en sus mejores años, llevó esa media hora como quiso. Hizo creer al Barça que sería un paseo militar, pero cada vez que pasaba del centro del campo el peligro era real. Tuvo muchas ocasiones, el portero Iñaki Peña (Ter Stegen está lesionado) salvó varios goles y desarboló al equipo de Xavi, que en defensa es una verbena total.

Así llegó el 0-1, un justo premio para el Oporto, que entre tantos regalos defensivos vio que claro que se podía marcar gol en Montjuic. Lo hizo por dos veces, aunque el primer gol fue anulado por fuera de juego. En el que sí valió, con hasta dos rechaces, Pepê (no confundir con el exjugador del Real Madrid, que también está en el Oporto) demostró que al Barcelona se le puede hacer mucho daño.

Sí que hizo bien el Barça la reacción a ese gol que era matador. Más que el Barça reaccionó Joao Cancelo, al que su experiencia le hizo coger galones. Se internó con el balón en el área y confío en sí mismo para con un disparo perfecto empatar el duelo dos minutos después. Ese gol, más que el empate, daba tranquilidad a un equipo que estaba nervioso y al que más minutos por debajo le podría haber dejado KO.

Se vio a Joao Félix motivado. Nada más salir de vestuarios pegó un trallazo que golpeó en el larguero y que sería el avance de lo que pasó diez minutos después. Cancelo por banda sorprendió a la defensa portuguesa y le regaló el gol a el ex del Atlético, que se empezó a dar golpes en el escudo en forma de reivindicación. Dos portugueses, los dos Joao, martirizaron al club portugués.

No se piensen que ya con el 2-1 el Barça hizo lo que le tocaba y por lo que está obligado: dominar el partido. Nada. El Oporto volvió a acercarse de forma peligrosa y tensionó al público culé, sabedores de que como al club luso le diera por marcar les dejaba cerca del KO. Tuvo otras ocasiones con las que bien podían haber empatado, pero es que ya en la ida fueron mejores y acabó ganando el Barça.

Y ese ya es el problema de este Barcelona que no funciona por mucho que Xavi quiera irritarse cuando escucha la realidad. Que en este grupo, con equipos fáciles, el Barça haya llegado a sufrir... eso ya es una derrota. Hablamos de que sus rivales son el tercer equipo de Portugal (este Oporto), el quinto de Bélgica (Amberes) y el cuarto de Ucrania (Shakhtar). Y con esta broma de grupo el Barça ha vivido momentos tensos y en todos los partidos ha tenido dificultades.

Sea como sea, el Barça ganó, que es lo importante en estos casos y está ya en octavos, ronda que no jugó las dos temporadas anteriores y a la que llega esta vez por la facilidad de su grupo y aun con eso con muchísimas dudas y sufrimiento.