La conexión clave de Rüdiger y Lunin parar lograr la hazaña del Real Madrid en Mánchester
Portero y central fueron decisivos durante todo el partido y también en los penaltis, aunque en la tanda hubo un gesto que pasó desapercibido y pudo ser clave
El Real Madrid escribe otro capítulo de su gloriosa historia y elimina en Manchester al City
No eran los héroes esperados, pero sin Andriy Lunin y Antonio Rüdiger la clasificación del Real Madrid a semifinales de la Champions no se podría explicar. Ellos han sostenido al equipo durante el asedio del Manchester City y después han sido fundamentales para salir victoriosos en la tanda de penaltis.
Lunin convirtió la portería del Real Madrid en un muro impenetrable durante los 120 minutos de partido, solo un disparo imparable de De Bruyne se coló en la meta blanca, lo que fue clave para forzar los penaltis y lucirse en la tanda. El portero ucraniano detuvo dos penaltis cruciales, uno de Bernardo Silva y otro de Kovacic. A pesar de un comienzo negativo con el fallo de Modric, las paradas de Lunin llevaron a los blancos a semifinales.
De esta manera, Lunin se ha ganado un hueco entre los grandes porteros del Real Madrid y ha hecho que la afición no se acuerde tanto de Courtois. No hay necesidad de compararlo con nadie más que consigo mismo, pero la personalidad mostrada hace que ya esté entre los mejores guardametas de Europa. Así es el fútbol, en un primer momento no iba a ser titular ni con el belga lesionado, y ha terminado siendo uno de los imprescindibles.
Eso sí, en el penalti que paró a Mateo Kovacic recibió algo de ayuda de Antonio Rüdiger –el otro gran héroe de la noche–. El alemán le marcó con el dedo el lado al que debía tirarse y acertó. Kovacic, con quien coincidió en el Chelsea, se decantó por ese lado y ahí estuvo Lunin para dejar en las botas de sus compañeros el billete a las semifinales.
Y Rüdiger, que volvió a vivir una gran noche contra el City, no falló. Ajustó su lanzamiento a la cepa del poste –como si llevara tirando penaltis toda la vida– y completó la hazaña de un Real Madrid al que se le volvió a dar por muerto antes de tiempo.
Mención especial a Nacho
Nacho Fernández partió como titular y demostró, una vez más, por qué es una pieza fundamental en el equipo y en la que siempre se puede confiar. Aunque algunos pudieran tener dudas, Ancelotti sabía que era un valor seguro y Nacho no defraudó en absoluto. Su desempeño fue impecable, especialmente en la tarea de contener a Haaland. El capitán del Real Madrid mantuvo a raya al delantero durante los 90 minutos de juego y después tuvo la personalidad de tirar uno de los penaltis de la tanda.