El estudio que llevó a Lunin a quedarse en el centro en el penalti de Bernardo Silva
Hay muy poco de azar en las tandas de penaltis. Y la decisión de Lunin de quedarse de pie en el penalti de Bernardo venía motivada por un estudio previo y el consejo de quien ya había caído en esa trampa
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Lunin se convirtió en el héroe inesperado en la clasificación del Real Madrid ante el Manchester City en la Champions League. Tras un partido donde fue muy exigido, el guardameta nacido en Ucrania fue el héroe en la tanda al detener los lanzamientos de Bernardo Silva y Kovacic, facilitando la clasificación.
Lo llamativo en el lanzamiento del portugués fue que Lunin se quedó quieto, en el centro de la portería, sin moverse. El tiro del portugués fue centrado y manso a las manos del portero. Una decisión así, de permanecer estático, parece cosa de un estudio previo. El instinto de un portero le invita a tirarse, a cualquiera de los lados. Pero Lunin no, sabía que el lanzamiento iría ahí. O, al menos, lo intuía. Los penaltis tienen poco de lotería.
Bernardo Silva es un jugador poco habituado a lanzar penaltis. Tan solo lo ha hecho tres veces en su carrera, todas ellas en tandas. Había marcado esos tres. Dos de ellos, lanzándolos al centro. Fuerte, engañando al portero.
Una de ellas ante el Liverpool en la Community Shield, en 2019, cuando engañó a Alisson. Meses antes ya lo había hecho contra el Chelsea en la final de la Carabao Cup... cuando batió a Kepa Arrizabalaga.
En los momentos previos a la tanda se pudo ver, en el banquillo, a Kepa hablando vehementemente con Lunin. Dándole consejos. Y, aunque no se sabe con seguridad, seguramente advirtiéndole del lanzamiento de Bernardo. Que iba a ir al centro. Lunin escuchó, tomó la decisión y acertó. Suficiente para entrar en el Olimpo blanco.
La memoria de Rüdiger
Eso sí, en el penalti que paró a Mateo Kovacic recibió algo de ayuda de Antonio Rüdiger –el otro gran héroe de la noche–. El alemán le marcó con el dedo el lado al que debía tirarse y acertó. Kovacic, con quien coincidió en el Chelsea, se decantó por ese lado y ahí estuvo Lunin para dejar en las botas de sus compañeros el billete a las semifinales.