Vinicius y un partido que le eleva a lo más alto del fútbol mundial
El brasileño fue el mejor jugador del Real Madrid ante el Bayern y completó una actuación a la altura de poquísimos jugadores en el mundo
Este es el dineral que se llevará cada jugador del Real Madrid si consiguen ganar la Champions
Dicen que para ser muy bueno no vale con serlo, que tienes que creértelo. Esa capacidad de creer en lo imposible, en la magia, tal como dijo Ancelotti en rueda de prensa, es la idiosincrasia del Real Madrid. En cuanto Joselu empató el encuentro, todo el Bernabéu sabía que el partido no se iba a ir a la prórroga. Y el reloj apenas tardó minuto y medio en darles la razón.
Aunque las portadas se las está llevando, con merecimiento, Joselu por su doblete, no se debe pasar por alto la actuación de Vinicius Junior en esa instancia donde las estrellas se confirman. Como en la eliminatoria ante el City, o su ida en Alemania, su actuación volvió a ser de crack mundial. De los de la primerísima línea.
Real Madrid 2-1 Bayern Múnich
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De inicio, volvió a salir de delantero, esa posición desde la que nadie le está sabiendo parar. Pero llegado el descanso, y con la eliminatoria en un peligroso equilibrio, Ancelotti decidió intervenir: «Vini, ábrete más a la izquierda cuando tengamos el balón, que sea más fácil encontrarte». Algo así le debió decir el entrenador italiano. Y el jugador brasileño empezó a volar sobre el césped del Bernabéu.
Recepción abierta, encara a su par, le tortura en el cambio de ritmo, le desborda por velocidad y prueba el disparo o mete el balón al corazón del área... era un no parar. El Bayern no es que no supiera, es que simplemente no podía contenerle. Tras el gol de Davies, cuando la presión ahogaba, Vinicius se destapó con unos minutos arrebatadores del que cree en lo imposible.
Entre un inspirado Neuer o la falta de compañeros suyos que amenazaran en el área, su exhibición se estaba quedando sin premio. Pero nunca desistió. Vinicius, a parte de su indudable calidad, tiene una insistencia que le hace inmune al error y se convierte en un martillo pillón en la cabeza del rival. Con él no hay medias tintas. Si paras un segundo, ya se te ha ido.
Y finalmente, en el enésimo tiro, con él creyendo más que nadie, Neuer erró y Joselu encontró el rechace. Él guio a un Bernabéu que, pese a la dificultad, siempre creyó. Él refleja más que nadie lo que significa jugar para el Real Madrid.
Viniendo de una actuación diametralmente opuesta de Mbappé apenas unas pocas horas antes, la duda sobre qué escalón del podio del fútbol mundial ocupa actualmente el brasileño del Real Madrid está más abierta que nunca. Desde luego, él se cree el mejor. Y cada vez más gente.