Dani Carvajal cierra el círculo como madridista: una historia que empezó en Valdebebas y acabó en Wembley

No hay futbolista que represente mejor los valores del Real Madrid que Dani Carvajal. Lleva toda su vida en el club blanco, ha mamado el sentimiento madridista desde bien pequeño y en la actualidad se ha convertido, por qué no decirlo, en el mejor lateral derecho del mundo. Hacen falta más futbolistas como el madrileño en el deporte rey.

A Carvajal no le importa el dinero. Lo que quiere es triunfar y seguir haciendo historia en el club de sus amores. Aunque en realidad ya ha batido todos los registros habidos y por haber. A nivel de clubes lo ha conseguido todo. Sólo le falta tener un poquito más de fortuna cuando se viste con la camiseta roja de la selección española.

El pasado sábado, Dani Carvajal cerró su círculo particular como futbolista del primer equipo del Real Madrid. Por qué se pueden llegar a preguntar algunas. La respuesta es clara y evidente. Hace dos décadas, el de Leganés tenía 12 años y si no se acuerdan fue el chico elegido por el mítico Alfredo Di Stéfano para poner la primera piedra de la futura ciudad deportiva del Real Madrid, hoy en día Valdebebas. Y eso es algo que guarda con especial cariño.

Desde ese momento, Carvajal ha sido un claro ejemplo de perseverancia y profesionalismo. Tiene una capacidad de rendimiento pocas veces vista en un club de la magnitud del Real Madrid. Siempre que el conjunto blanco se juega un título importante el '2' madridista siempre aparece. Y con el paso de los años, el lateral se ha convertido en uno de los grandes ídolos del madridismo. Muy pocos futbolistas pueden presumir de ello. La afición del Madrid es una de las más exigentes y ya ha demostrado que no se casa con nadie.

Lo de Carvajal han sido 20 años de madridismo en estado puro. Su evolución ha sido notable y su mentalidad ganadora y determinación ha contagiado a los más jóvenes. Hoy en día, muchos chicos que entrenan todos los días en Valdebebas y que forman parte de 'La Fábrica' quieren parecerse, aunque sea un poco, al futbolista que nació en Leganés en el 1992.

La consagración final de Carvajal con el Real Madrid tuvo lugar en Wembley, la catedral del fútbol inglés. Y fue él quien abrió el camino de la decimoquinta Champions. Irrumpió a lo grande con sus 173 centímetros y le ganó la marca a Füllkrug, el delantero titular del Dortmund que mide 19 centímetros más que él. Increíble, pero cierto. La esquina madridista se vino abajo cuando vieron cómo el cabezazo de Carvajal se colaba en la portería defendida por Kobel.

Eso sí, la final contra el Dortmund fue un partido más duro de lo esperado. Podría considerarse como un milagro el resultado que reflejaba el marcador al término de los primeros 45 minutos. Por el momento, se desconoce el contenido de la charla que le dio Ancelotti a sus pupilos en el vestuario, pero lo más seguro es que Carvajal fue uno de los futbolistas que motivó a sus compañeros.

Cuando el árbitro pitó el final del partido, Carvajal era una de las personas más felices del mundo, tal y como confirmó después en zona mixta. «No sabría explicarlo. Es una felicidad inmensa. Un partido muy complicado, ya lo dijimos. La primera parte hemos salido vivos, el Dortmund fue bastante superior. Sabíamos que iba a llegar nuestro momento. Este año he subido más a los córner, la determinación es clave para mí, en mi carrera. Avisé con una y la segunda la he enchufado. Yo prefería ganarla más holgado. El Dortmund estaba en la final por méritos propios y en el primer tiempo no hemos ni merecido el empate. Esto es fútbol, los palos, hemos sabido sufrir».

En definitiva, todavía queda Dani Carvajal para rato, pero el madrileño ya puede decir (y orgulloso) que ha cerrado un círculo histórico como futbolista del Real Madrid. En su haber ya tiene seis Champions, condición que le ha permitido igualar el registro marcado por Paco Gento, la Galerna del Cantábrico.