El Barça enciende la máquina goleadora y arrolla al Young Boys en Montjuic

La derrota en Mónaco dolió y muchos aseguraron que el Barça iba a revivir los fantasmas del pasado. Pero estaban muy equivocados. Porque un lobo herido es aún más peligroso y eso es lo que ha sucedido esta noche de miércoles en la Ciudad Condal. Los de Hansi Flick golearon al conjunto suizo con una exhibición de fútbol y suman su primer triunfo ante su gente gracias a los tantos de Lewandowski (x2), Raphinha, Íñigo Martínez y Camara (p.p) (5-0).

La Champions regresó a Montjuic y lo hizo con un partido entre el Barça y el Young Boys. Y para afrontar la cita contra el conjunto suizo, Hansi Flick optó por salir con su once tipo. Es decir, sin rotaciones y con el equipo de gala (lesiones aparte).

Los azulgrana sabían que una nueva derrota en la máxima competición continental le podía perjudicar. Por eso mismo, los culés salieron con ganas de reivindicarse ante su afición. Tenían que hacerlo. Perder en Mónaco había caldeado los ánimos y no valía otra cosa que no fuera la victoria.

Los chicos de Hansi Flick se fueron al ataque desde el principio y a los ocho minutos anotaron el primer gol de la noche. El Barça cuajó una gran jugada colectiva. Lamine Yamal conectó con Raphinha desde la izquierda y el extremo brasileño levantó la cabeza para meterle un pase a Robert Lewandowski, que se estaba relamiendo en el área y no falló a su cita con el gol.

Marcar tan pronto le vino muy bien al Barcelona. La afición se vino arriba y el ambiente en el Lluís Companys era magnífico. El duelo se estaba jugando en un lado del campo y ese era el culé. El Young Boys ni la olía. El de este martes era el típico partido en el que el Barça tenía que demostrar su superioridad desde el principio. Y eso fue lo que hizo. Se intuía una gran goleada en la Montaña Mágica de Montjuic.

El Barça estaba jugando francamente bien al fútbol y el dominio era abrumador. Pero se estaba encontrando con una defensa férrea por parte del equipo helvético, que quería demostrar que estaban en la Champions por algo. La cosa es que dio la sensación de que el Barça iba a aumentar su renta más pronto que tarde. Y eso fue lo que sucedió en el minuto 34. Raphinha se unió a la fiesta y cazó un balón suelto dentro del área que entró en la portería de Keller como un misil.

La solidez defensiva del Young Boys se había diluido cual azucarillo y tres minutos después del gol del futbolista carioca fue Iñigo Martínez el que anotó el tercero del partido. El central de Ondarroa mandó a la cazuela un envío desde la izquierda de Pedri a balón parado y celebró el gol con rabia.

El Barça sentenció el duelo en tan solo 38 minutos. Lo único que le quedaba por hacer era seguir marcando goles, algo que en este nuevo formato de la Champions se antoja como fundamental de cara a futuros desempates. Y así se llegó al descanso. Dominio absoluto del equipo culé.

El Barça no levanta el pie del acelerador

El trabajo ya estaba hecho. Y el Barça tenía dos opciones: seguir goleando o echar el freno de mano. Con el paso de los minutos se sabría qué iba a pasar en la segunda mitad. La solución se obtuvo de inmediato. Seis minutos después de la reanudación, llegó el 4-0. Lewandowski anotó su doblete particular. El polaco remató con la cabeza un buen envío al área pequeña de Íñigo Martínez.

El Barça no levantó el pie del acelerador. Los culés querían golear de verdad. Tenían una oportunidad inmejorable para hacerlo. Mientras tanto, Hansi Flick dio minutos a los menos habituales. Ansu Fati y Héctor Fort entraron al campo por Pedri y Pau Cubarsí y recibieron una gran ovación de todo el barcelonismo. A fin de cuentas, la cantera es el gran activo del conjunto culé y hay que dar minutos a los más jóvenes. Y eso fue lo que hizo el técnico alemán.

Las caras de los jugadores del Young Boys eran un poema. No les había salido el partido soñado y lo que querían es que se llegase al final del encuentro lo antes posible. Dado que el duelo estaba cerrado, tanto Hansi Flick como Patrick Rahmen optaron por seguir haciendo cambios. Pau Víctor pudo debutar con el Barça en Champions.

A falta de diez minutos para el final llegó el quinto del Barça. Y la noticia fue que no lo marcó un futbolista azulgrana. Se lo metió en propia Camara. Todo le había salido mal al Young Boys. Solo quedaba que el tiempo siguiese avanzando lo más rápido posible. La única 'ilusión' que le quedaba al conjunto suizo era intentar marcar el gol del honor. Lo marcaron, pero el fuera de juego semiautomático dictaminó que Joel Monteiro estaba adelantado. Fue una celebración en falso por parte del equipo de Berna.