El Barça honra la memoria de Carles Miñarro de la mejor manera y pasa a cuartos de Champions

El Barça ya está en cuartos de final de la Champions. Y lo hizo tal y como le hubiera gustado a Carles Miñarro, que dejó conmocionado al barcelonismo el pasado sábado con su inesperada muerte. Es decir, con victoria. El conjunto azulgrana le dedicó el triunfo al doctor recientemente fallecido y sacó el billete para la antepenúltima ronda de la máxima competición continental gracias a los goles de Raphinha (x2) y Lamine Yamal (3-1).

El encuentro arrancó animado. El 1-0 del global era un resultado corto y tanto Barça como Benfica querían estar en cuartos de Champions. Por eso mismo, en los primeros minutos del duelo las llegadas al área fueron constantes. El cuadro lisboeta no le iba a poner las cosas sencillas al Barça y afrontaron el arranque del duelo con serenidad y sin caer en precipitaciones que le pudieran perjudicar.

Sin embargo, el que golpeó primero fue el Barça. Lamine Yamal se sacó de la chistera una jugada estelar, encaró a su par superándole con una bicicleta y se sacó un pase al espacio que aprovechó Raphinha. 1-0 y primera alegría de la tarde de los culés.

Tras el gol, el Barça se relajó ligeramente y en la siguiente jugada, el Benfica contestó a balón parado para anotar el tanto de la igualada. Otamendi entró como un miura desde atrás y envió para dentro un envío preciso de Schjelderup que a punto estuvo de sacar Szczesny.

Con el empate del Benfica, el Barça no se alteró. Sabían que estaban siendo mejores que el conjunto lisboeta y que, jugando así, iban a marcar el 2-1 pronto. Los barcelonistas acumularon un par de llegadas y al borde de la media hora llegó el premio. Lamine Yamal, que estaba inspirado, rescató un balón en banda derecha, frotó la lámpara mágica y se sacó un disparo curvado que se coló por la escuadra y ante el que Trubin no pudo hacer nada.

El Barça tenía el partido donde quería. Para pasar a cuartos de final, el Benfica estaba obligado a marcar tres goles, algo realmente complicado visto lo visto en el campo, y los culés siguieron a lo suyo. Es decir, sometiendo al conjunto luso con una facilidad ofensiva asombrosa. Y en esa línea, antes del descanso, Raphinha volvió a ver puerta para dejar la eliminatoria más sentenciada. El extremo brasileño recibió un pase por la izquierda de Balde, se internó en el área y batió a Trubin con un latigazo cruzado.

El Barça baja el ritmo

La eliminatoria estaba sentenciada. Y en ese aspecto, el Barça tenía dos posibilidades: dejar pasar el tiempo sin forzar la máquina o aprovechar la incomparecencia del Benfica para engordar aún más un resultado global ya de por sí contundente.

El Barça optó por la primera variante, aunque sin renunciar al ataque. El público de Montjuic estaba disfrutando del buen nivel de fútbol mostrado por su equipo y se empezaron a escuchar los 'olés' característicos que suenan cuando las cosas son positivas.

La fiesta azulgrana era total y, a partir del 65', Hansi Flick empezó a mirar al banquillo para dar descanso a los titulares. El técnico alemán no quería sustos en forma de lesiones y dio minutos a Ferran y Gavi. Mientras tanto, no había noticias del Benfica, que tampoco estaba por la labor de recortar diferencias.

Pasados los minutos, sólo quedaba que Letexier señalara el final del encuentro. No pasó gran cosa y el Barça ya estaba pensando en el partido del domingo frente al Atlético. El billete para cuartos era suyo. Allí se enfrentará al ganador del duelo entre el Lille y el Borussia Dortmund.