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Luka Modric, en un partido del Real Madrid esta temporada

Luka Modric, en un partido del Real Madrid esta temporadaAFP

Modric y Brahim merecen ser titulares en territorio comanche y Ancelotti sufre porque no le caben

Carlo Ancelotti piensa que esto solo le puede pasar a él y que esto solo le puede pasar al Real Madrid. Quizá por eso sea el mejor equipo del mundo. «Seguro que esto es una prueba más de por qué el Madrid es el mejor equipo del mundo», subraya un profesional en Valdebebas. El argumento es único, especial, irrepetible. Este equipo ha sufrido hasta nueve bajas y acude al Metropolitano con dos ausencias clave, Carvajal y Militao, varios hombres entre algodones, Valverde, Rüdiger y Courtois, pero resulta que al italiano no le caben todos los titulares que tiene en la testa.

El rendimiento de los que no eran titulares ha sido tan grande que sufre al tener que dejar a dos hombres en el banquillo, aunque después jugarán en el segundo tiempo. Modric, Brahim y Camavinga son la bonita causa de los quebraderos de cabeza del entrenador. Los tres pujan por un puesto en el once que se jugará la temporada en territorio comanche. En Valdebebas comentan la dureza de esta situación. Tchouaméni y Bellingham son fijos en el triunvirato de centrocampista y el tercer hombre saldrá de esa triple posibilidad de elección. Increíble con tantas lesiones y sanciones.

Al comienzo del curso ni Brahim ni Modric estaban en el once inicial del madridismo. Camavinga sí lo estaba y las lesiones le han perjudicado ostensiblemente. La clave de la reflexión competitiva que Carlo analiza con su hijo Davide es que Brahim y Modric merecen estar en el once. Fueron los mejores del conjunto blanco en el partido de ida frente al Atlético. También serán protagonistas en el Metropolitano, pero los dos no le caben en el once inicial. Y le duele. Le molesta.

Brahim fue titular en el Bernabéu hace una semana y se convirtió en el mejor delantero madridista. Marcó un golazo de estrella, porque lo es, y fue el atacante que generó más problemas a Simeone.

Las virtudes de Brahim

El regreso de Bellingham condena teóricamente al malagueño a la suplencia, para entrar como revulsivo pasada la hora de partido, pero en Valdebebas no deja de rumorearse que Brahim podría ser titular incluso con Bellingham al lado, porque en la faceta defensiva es tan eficiente como un mediocampista. Ha sido una de las bazas que la saga Ancelotti ha manejado durante estos días, pues Brahim ha demostrado con datos que pelea como un coloso en el robo de balón y presiona sin descanso. Se ha hecho un futbolista completo, multiusos.

El estudio pormenorizado de los futbolistas que realiza el cuerpo técnico del Real Madrid expresa hechos reales indiscutibles. Luka Modric tampoco era titular en el once inicial del madridismo cuando la Supercopa de Europa arrancó esta temporada. El croata se fue ganando el puesto a medida que tuvo minutos gracias a su visión como director de juego y a los recursos técnicos que le permiten driblar y salir de todas las presiones. Su disparo es letal. Sus pases, únicos. Y demostró con el paso de los partidos que su condición física a los 39 años es encomiable.

Modric, Brahim y Bellingham, en un partido la temporada pasada

Modric, Brahim y Bellingham, en un partido la temporada pasadaEuropa Press

En esta situación, el croata puja por llevar la batuta en el Metropolitano. En el duelo de ida saltó al campo en la segunda parte y fue cuando el Real Madrid tuvo la pelota y pudo marcar más goles, sometido a su jefatura inigualable.

Para colmo de cosas buenas, en este Real Madrid roto por las bajas, resulta que a Carlo Ancelotti le ha salido un Tchouaméni en progresión, en tal magnitud que el italiano ha dicho que la dupla «Modric-Tchouamení forma un doble pivote muy completo».

Camavinga es la tercera carta blanca. Sería titular indiscutible, dada su potencia y su capacidad de robar balones, si no fuera porque la espalda le está jugando una mala pasada. Ha sido sustituido en varios encuentros. Modric le relevó ante el Atlético y fue cuando el Real Madrid dominó. Es cierto que ahora la película es diferente. La batalla se dirime en el Metropolitano y no es lo mismo. El reto del conjunto visitante es tener el tempo del partido, controlar el balón, frenar el ímpetu local apoyado por setenta mil gargantas.

Una decisión difícil

No es fácil la decisión de Ancelotti. No solo en el plano personal, porque le gustaría jugar con trece hombres para cumplir con los méritos de Modric y de Brahim. Es complicada desde el punto de vista estratégico. Con Eduardo Camavinga inyectará mayor fuerza al lado de Tchouaméni y de Bellingham. Con Modric tendrá mayor posesión. Con Brahim conseguirá otra dosis de lucha constante y una variante ofensiva que rompe la defensa rival.

Los tres van a jugar, antes o después, en el terreno rojiblanco. La disquisición que argumenta con Davide Ancelotti y todo el cuerpo técnico es con quién empezar, porque la elección marca el estilo, el punto de partida. «Vamos a pedir que los dos equipos podamos jugar con trece». Es el buen humor que surge desde la cocina para soltar lastre en esta diatriba futbolística al más alto nivel. Llevan días manejando la estrategia con las tres opciones.

Todos, entrenador y futbolistas, se juegan la temporada. La eliminatoria de Champions ante el Atlético marcará un antes y un después en el Real Madrid. Si la Copa de Europa es santo y seña en la casa blanca, superar al vecino rojiblanco es un objetivo señalado en el calendario para escribir el resto del anaquel. Lo que suceda decidirá el devenir de varios profesionales. Es otra final de Champions frente al Atlético, como las de Lisboa y Milán. Modric estuvo en aquellas dos.

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