Griezmann se empeña en que el Atlético juegue la próxima Champions

Un jugador como Antoine Griezmann no se puede quedar sin jugar la Champions League el próximo año. Esta temporada solo pudo disputar unos partidos ante la hecatombe del Atlético de Madrid en fase de grupos. Y ante la mala temporada rojiblanca el jugador francés se ha empeñado en el que el Atleti mantenga al menos la cuarta plaza, pensando ya en asaltar la tercera.

Un gol suyo, en el tramo más importante de la segunda parte, ha dado la victoria a un Atlético que lleva jugando igual en el último mes. A veces le vale –como este domingo o como la pasada semana en Vigo– y otras no. Juega en una especie de alambre que igual puede salir bien que mal. Esta vez ha salido cara (un 1-0 ante el 'amigo' Athletic Club) gracias a la acción individual de Griezmann.

La primera media hora fue soporífera. O alguien se atrevía o seguían los abrazos dados al inicio en el homenaje que el Atlético le brindó al Athletic por su 125º aniversario. No se dieron cuenta de que el partido empezó y que ya ahí no tocaba ser amigos. Nada que ver, nada que contar. Había que esperar a que a alguien le diera por salirse del guion y darle algo de visibilidad a un partido que no es precisamente el que mejor pueda exportar esta liga.

Carrasco demostró que si se iban a por las ocasiones unas venían detrás de otra. A la media hora de juego falló el belga un mano a mano que le ganó Julen Agirrezabala, el sorprendente portero del Athletic que salió en lugar del lesionado Unai. A raíz de esa acción se desatascó algo el partido. La tuvo después Dani García para el cuadro vasco, Carrasco volvió a tener otra y Sancet, de cabeza, probó a Oblak.

El Atlético era mejor, pero a la hora de la verdad no había nada. Le paró Agirrezabala otra a Carrasco y reaccionó Oblak con el paradón de la tarde a un punterazo de Nico Williams. El partido se aguantaba por la emoción del resultado, abierto para que pasara cualquier cosa. No es que ocurriera nada, pero el Atlético tiene a Griezmann.

No es la mejor temporada del francés, que está en la línea de lo que hace su equipo. Es decepcionante el curso de este Atlético, sin pelear por ningún título (y solo vivo en Liga, donde no puede eliminarse). Al menos Griezmann les da esa vidilla que les hace asentarse en la cuarta plaza y luchar por la tercera. Están a dos puntos ya de la Real Sociedad. Del Real Madrid, próximo rival, siguen a diez.

Cogió el balón Griezmann, corrió sin oposición y al entrar al área le pegó duro al esférico. Fue gol, no era tan difícil. Lo celebró con rabia. Le faltaron los fuegos artificiales que lanzó hace una semana de madrugada. Había hecho buen partido, pero al final a un jugador como él se le examina por las jugadas clave y los goles. Este domingo le dio tres puntos a un Atlético en la línea de los últimos encuentros.

El empuje de Simeone

Con el 1-0 a favor Simeone pidió a la afición que empujara. Y el Metropolitano empujó. La escena no se puede dejar de contar porque esta temporada el coliseo rojiblanco no está siendo muy efectivo para el Atlético, ahogado a menudo en su propio estadio. Y porque hace dos semanas el 'Cholo' lanzó un dardo a su afición, con la que parece haberse reconciliado este domingo.

Con el gol de Griezmann y, sin nada más, el Atlético se asienta en la cuarta plaza y presiona además a la Real Sociedad, a la que ya tiene a dos puntos. Otra cosa es por lo que debería estar peleando el equipo madrileño. Pero al menos cumple: es cuarto y no da sensación de que vaya a perder esa plaza.