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Eduardo Camavinga está ante la temporada de su explosiónGTRES

Camavinga, el 'todocampista' en el que siempre acaba confiando Ancelotti

Desde que Eduardo Camavinga (Cabinda, Angola; 2002) ha regresado a su posición natural, el francés parece otro. Ya nadie se acuerda de sus actuaciones en el lateral izquierdo, esa posición que ocupó durante gran parte de la temporada debido a las numerosas ausencias por lesión de Ferland Mendy y también a que no había un sustituto natural en esa demarcación.

En una temporada en la que Toni Kroos y Luka Modric ya no son titulares indiscutibles, Camavinga ha emergido como una buena alternativa, aunque sabe que lo más normal es que delante de él jueguen Jude Bellingham, Fede Valverde o Tchouaméni. Aun así, el francés le está demostrando a Carlo Ancelotti que tiene nivel más que de sobra para jugar semana sí y semana también.

Lo mejor de Camavinga es su portentoso físico y su polivalencia para actuar en cualquier posición del campo. El francés confía en sus posibilidades: «Ni siquiera necesito responder a eso... ¡sobre dónde me gusta jugar! A veces, según las circunstancias, tengo que jugar de lateral para ayudar al equipo. Lo más importante es darlo todo y estar al servicio del equipo (…). Actualmente juego bastante, eso es una fuerza para mí».

Sin embargo, lo que no le está gustando a Camavinga es el hecho de ser el primer cambio. El francés le da mucho físico al Madrid en el medio. Es un box to box de manual, una demarcación que escasea en el conjunto blanco. Su rival en esa posición se podría decir que es Fede Valverde.

El problema de la regularidad

Lo que le inquieta a Camavinga es la falta de regularidad, pero desde su entorno le transmiten que debe mantenerse tranquilo, ya que su oportunidad acabará llegando. Pero eso es en parte normal. Jugar en el Real Madrid es muy difícil y tanto el francés como Ancelotti lo saben, pero el italiano siempre acaba confiando en él.

Camavinga ejecuta un pase en largo en el BernabéuGTRES

«Cuesta dejar a Kroos en el banquillo. También a Modric. A Valverde. Tchouaméni. Camavinga. Ellos lo entienden porque la competencia, sobre todo en el medio campo, es muy alta. La reflexión que he hecho con ellos esta semana es que el jugador que sale está triste. Y el que entra está feliz. Uno sale triste porque cree que no está jugando bien. Pero lo cambio porque tengo recursos y vamos a usarlos. Le digo que no salga triste. Sólo tiene que estar triste si no lo ha intentado al 100 %», reconoció Ancelotti.

El factor Fran García

El año pasado, la situación de Eduardo Camavinga fue cuando menos curiosa. Cabe recordar que el francés tuvo mucho protagonismo en el lateral izquierdo, una posición que le resultaba familiar, ya que sí había jugado ahí con Didier Deschamps, el seleccionador francés. En el Madrid jugaba en el flanco izquierdo de la zaga porque Mendy se pasó gran parte de la temporada lesionado. De lateral, hubo un tramo de la temporada en que jugó once partidos consecutivos como titular.

Ahora bien, las tornas han cambiado en el Santiago Bernabéu. El Madrid decidió incorporar a sus filas a Fran García, el loco de la nutrición que está jugando absolutamente todo esta campaña. Eso le ha venido bien a Camavinga, que ha regresado a su posición natural. Lo único que le queda al francés es encadenar una serie de partidos para afianzarse en el once madridista.

Lo más importante es darlo todo y estar al servicio del equipo (…). Actualmente juego bastante, eso es una fuerza para míEduardo CamavingaJugador del Real Madrid

En definitiva, Eduardo Camavinga sabe que la temporada es muy larga y que, tarde o temprano, acabará llegando su oportunidad. Aunque le cueste, Ancelotti va a tener que hacer rotaciones sí o sí, si no quiere llegar al tramo decisivo de la temporada con más lesiones de las esperadas. En el fútbol puede pasar cualquier cosa.