Los precios de los centrales vuelan en su deseo de casarse con el Real Madrid
El Lille quiere 60 millones por Leny Yoro, pero acaba contrato en 2025 y sabe que no debe renovar para bajar precio y ser traspasado este verano
Sporting de Portugal y Benfica piden 60 como mínimo por Gonçalo Inácio y Antonio Silva; ambos miran al club blanco y también desean una rebaja del coste. Los tres son de la factoría Mendes
Tensión. Nervios de esperanza. Mariposas en el estómago a la espera de una llamada que cambie su vida. Sufre el Real Madrid una plaga de bajas en su defensa y los centrales europeos se ponen firmes a la espera de una llamada que revolucione su carrera. Rüdiger y Nacho también están al límite, por jugarlo todo, y esos aspirantes piensan que alguno puede venir al Bernabéu esta misma temporada, ahora, porque el club blanco tiene derecho a fichar un futbolista ante las lesiones de larga duración de Militao y Alaba.
Las mariposas vuelan ya en la mente de Leny Yoro, Gonçalo Inacio y Antonio Silva. Los tres son de la factoría Mendes, lo que significa que han elegido al agente mejor relacionado para ser traspasados a un grande europeo este año. Los tres se matan por brillar en el césped y casarse de blanco. Y sus clubes piden oro, plata y bronce.
El Real Madrid está acostumbrado desde 1953, cuando fichó a Di Stéfano y a Gento, a que los precios suban como la espuma cuando se interesa por un futbolista. Su historia en la Copa de Europa ha alimentado esa norma hasta la eternidad. Pero tiene más sabiduría que nadie para regatear esas situaciones. Sus ojeadores observan a Yoro en Lille y sube el pan en Francia. Sus informadores vigilan a Gonçalo Inácio y Antonio Silva. Y el Sporting de Portugal, el Benfica y Jorge Mendes se frotan las manos. La casa blanca, sin inmutarse ante las peticiones económicas, mueve sus cartas para fichar en las mejores condiciones.
Yoro, un Camavinga central
El mejor colocado es Leny Yoro. Solo tiene 18 años y ya destaca al más alto nivel. Mide 190 centímetros, es rápido, disciplinado, agresivo, con mucha personalidad, insuperable en el fútbol aéreo y un marcador insufrible. Anuló a Mbappé en el duelo con el PSG. Es realmente un Camavinga vestido de central. Y en el Real Madrid decir Camavinga, que también vino a los 18, es sinónimo de rendimiento seguro.
El Lille se ha subido a la parra y filtra que su coste es de 60 millones. Pero el club madrileño es buen jugador de póker. El chaval finaliza contrato en 2025 y las cartas buenas las tiene él sobre la mesa. Y Mendes lo sabe. Si no renueva tendrá que ser traspasado este año a un precio menor, pues queda libre en quince meses. Lo mismo sucede con Alphonso Davies en el Bayern.
Leny, no renueves, presiona
La clave para el joven nacido en la Isla de San Mauricio es mantenerse firme, no renovar y pedir su traspaso ahora. Es la gran ocasión de venir al Real Madrid. El chico observa a sus compatriotas Tchouamení, Camavinga y Mendy y anhela sumarse a la legión francesa en «le Real», como antes hicieron Zidane, Benzema y Varane, sin olvidar a Raymond Kopa.
El futbolista francés casa históricamente bien con el carácter y la idiosincrasia del Real Madrid. El muchacho lo escucha y lo comenta. Es algo biológico y cartesiano. Es el sitio ideal para un francés. Ya sueña con ello.
Gonçalo Inácio, en el batiscafo desde hace un año
El central mejor situado hace un año era Gonçalo Inácio. Es el central del Sporting de Portugal y de la selección lusa. Potente, seguro, con carácter, recio, duro y un líder de la defensa del equipo nacional con 23 años.
Los ojeadores de Valdebebas le tenían marcado con una equis y el Real Madrid tanteó su fichaje el verano pasado. Ofreció 35 millones más bonus. Pero el equipo lisboeta pidió 50. Tiene contrato hasta 2027 y ahora exigen 60 millones por él. Quiere venir. Jorge Mendes lo sabe. Para ello hay que bajar el coste. La opción Yoro obliga a reducir el precio.
Antonio Silva, un canterano del Benfica
La tercera vía de casa Mendes es Antonio Silva. Un defensa aguerrido, serio, fuerte, bien colocado siempre, inteligente, que va al choque. A sus 20 años ya es internacional con Portugal y ha adquirido mucha experiencia en la Champions.
Silva se ha formado en la cantera del Benfica y esa progresión se nota por su firmeza y su línea recta de actuación y de actitud. Muy similar a la evolución que vemos en canteranos del Real Madrid como Carvajal, Lucas Vázquez, Nacho y Joselu.
Tiene contrato hasta 2027 y una cláusula de 120 millones para protegerse de las ofertas extranjeras, pero el Benfica negociaría por 60. La tesitura es la misma que en el caso de Gonçalo Inácio. El Real Madrid quiere pagar mucho menos de cifra fija e introducir cantidades por variables de rendimiento.
La cortedad del contrato de Yoro es una condición que toma preferencia si el francés soporta la presión del Lille. Los tres futbolistas son válidos para el Real Madrid. La carrera por vestirse de blanco ha comenzado.