La desastrosa planificación del Barcelona que augura otra temporada en blanco
Para evitar otro fracaso deportivo, el conjunto azulgrana tiene que empezar a reaccionar. Por el momento, mucha palabrería y muy poca acción
Laporta asegura que el Barça puede permitirse el fichaje de Nico Williams pese a estar atravesando una crisis económica
queda menos de un mes para que el balón eche a rodar de nuevo y las cosas siguen igual en el entorno del Barcelona. Esto puede llegar a sorprender, pero en realidad ya se está empezando a ver como normal. El club azulgrana no está bien gestionado y a día 21 de julio todavía hay cosas pendientes de resolver o de formalizar.
La temporada pasada fue un despropósito para el Barcelona. Acabar el año en blanco dolió (y mucho) en el seno culé y los aficionados comprobaron de primera mano que nada de lo prometido se terminó cumpliendo. Y esta temporada parece que las cosas están siguiendo el mismo camino. Bien es cierto que queda más de un mes y medio para que el mercado de fichajes se cierre oficialmente, pero es que el Barcelona no ha hecho absolutamente nada, más allá de sustituir a Xavi Hernández por Hansi Flick.
Para evitar otro fracaso deportivo, el Barcelona tiene que empezar a reaccionar. No hay tiempo que perder y si quieren pelearle la Liga al Real Madrid y luchar por más títulos van a tener que espabilar. De momento, mucha palabrería pero muy poca acción. Y esto es algo que no le está gustando nada al barcelonismo.
Las diferencias respecto al Real Madrid son abismales. Mientras que Florentino Pérez ya tiene a la totalidad de la plantilla cerrada (fichajes de Mbappé y Endrick, salidas de Nacho y Joselu...), en el Barça todavía no se sabe quién se va a ir, quién va a seguir y, sobre todo, a quién van a fichar. En las últimas semanas, ha salido a la palestra el nombre de Nico Williams, pero para poder incorporar al actual futbolista del Athletic Club (que vale unos 60 millones) antes de entrar hay que dejar salir.
En el conjunto azulgrana tenían la esperanza de poder hacer una gran venta. Es algo que llevan anhelando varios años y que saben que les daría un respiro económico para cuadrar las cuentas. Llegaron a sonar los nombres de Araujo, De Jong y Raphinha, pero ahora mismo no hay nada claro. El central uruguayo está de baja hasta diciembre, el extremo brasileño no quiere salir del Barça y lo del centrocampista neerlandés es una incógnita. Su alto salario está echando para atrás a los clubes interesados.
Es decir, se ha llegado a un punto en el que no se sabe quién va a jugar en el Barcelona esta próxima temporada. Muchos futbolistas tienen contrato, pero el conjunto catalán necesita refuerzos urgentemente. Eso se pudo comprobar el año pasado y si no se encuentra una solución están abocados a un nuevo fracaso. Por citar varios ejemplos: no hay un lateral derecho claro, falta un pivote defensivo de nivel (Oriol Romeu no sirve para ser titular), no se sabe qué va a pasar con Koundé, Christensen y compañía... Ahora mismo, la gran estrella del Barcelona es Lamine Yamal. Pero es que tiene tan solo 17 años.
El estilo de Hansi Flick está muy claro. En su libreto hay futbolistas muy concretos y si el entrenador alemán quiere volver a repetir lo que consiguió en Múnich ya puede empezar a rezarle a Santa Eulalia de Barcelona. Porque a este paso, lo único que podría conseguir es clasificarse para la Champions. Y gracias. Más vale que Laporta se ponga manos a la obra si el Barça no quiere volver a caer en el mismo error.
En una temporada en la que se pueden alcanzar la friolera de los 70 partidos, tener fondo de armario se antoja vital. Y el banquillo del Barcelona no es el mejor precisamente. Esto habla de la nula planificación que tienen en el conjunto culé, el gran debe estas últimas temporadas.
Una historia similar en el Atlético
El otro gran rival del Real Madrid y el Barcelona en la lucha por el título liguero es el Atlético de Madrid del 'Cholo' Simeone. La situación en el entorno colchonero no es tan grave, pero también tienen que reaccionar si quieren estar a la altura de las expectativas.
De momento, han salido Álvaro Morata, Saúl Ñíguez, Mario Hermoso, Gabriel Paulista y Söyüncü. Esas posiciones hay que tenerlas cubiertas. Le Normand, Hancko, Dovbyk y Mikel Merino están sonando con fuerza y parece cuestión de tiempo que esos rumores se hagan oficiales. Pero el Atlético necesita obtener dinero con esas ventas.
En definitiva, la diferencia entre el Real Madrid, el Barcelona y el Atlético está en la planificación deportiva. Y en ese sentido, Florentino Pérez les ha vuelto a ganar la partida a Laporta y compañía. O reaccionan o se avecinan años difíciles en el panorama nacional.