El Barcelona le mete siete al Valladolid y se marcha con pleno de victorias al parón

ha sido un mes de agosto duro para el Barcelona en los despachos, nuevamente asfixiados por su mala situación económica, pero brillante sobre el terreno de juego. El equipo de Hansi Flick se marcha líder al parón después de completar un pleno de victorias en los cuatro primeros partidos y sobre todo, divertirse y cuajar su mejor actuación este domingo al vencer por 7-0 al Real Valladolid.

Llegaba el Barcelona a esta cuarta jornada después de haberse impuesto en sus primeros tres encuentro con resultado idéntico, 2-1. Los culés vencían pero no convencían y esas dudas que pudiese haber en su juego las han eliminado de un plumazo. Ante un recién ascendido pero que venía haciendo las cosas muy bien, el equipo azulgrana ha cuajado una exhibición que evidencia que aun sin estar en su mejor momento como club, siguen siendo claros candidatos a hacerse con el título de liga.

Fue un huracán de principio a fin. Ni cinco minutos habían pasado y Dani Olmo, por primera vez titular, ya se había estrellado con el palo. El de Tarrasa falló sin portero de manera incomprensible después de una gran jugada entre Lamine Yamal, Pedri y el propio Olmo para que rematara Lewandowski. Fue en el rechace cuando el nuevo fichaje del Barcelona se vio demasiado solo y disparó al poste. El único fallo de los azulgranas en una tarde de lo más plácida.

Minutos después, otra vez Dani Olmo, vio como el linier le anulaba un gol por escasos centímetros. Definitivamente no era su tarde, pero si la de sus compañeros. Rondaba el gol el Barcelona y en el minuto 20 Raphinha abrió la lata tras un gran pase de Cubarsí que lo dejó solo delante del portero. No falló el brasileño en el mano a mano y al Valladolid se le fue al traste su plan. El mismo que intentó hacer ante el Real Madrid.

Lluvia de goles

No le quedó otra a los de Pezzolano que abrirse en busca del empate y eso les salió carísimo. Solo cuatro minutos después de encajar el primero, Lewandowski aprovechó una magnífica asistencia de Yamal para definir con la izquierda solo delante de Hein. La tocó el guardameta, pero no fue suficiente y el balón terminó en el fondo de la red. Dos goles idénticos, como les reprochó el míster en la pausa de hidratación.

Poco después del segundo tuvo opciones de recortar el Valladolid por medio de Kike Pérez, que no enganchó bien la pelota, y Moro, al que Ter Stegen le negó el gol con una gran parada. Fueron los mejores momentos del Pucela y no acertar les pasó factura. Volvió a conectar el Barça y Dani Olmo se estrelló con el palo, pero en el descuento Koundé puso el tercero tras un barullo en un córner donde el francés fue el más listo de la clase y recogió el balón en el punto de penalti para colocarlo en la escuadra.

Más dura fue para el Valladolid la segunda mitad. Montjuic disfrutaba y el Barcelona no bajó el pie del acelerador. Raphinha quería más y más y en el 64 anotó su doblete particular, aunque no contento con eso se lanzó a por el tercero y en el 72 logró el hat-trick, el primero como el jugador azulgrana. Por desgracia para el Valladolid la fiesta no quedó ahí.

Olmo no quería irse de vacío después de chocarse dos veces con el palo y una con el linier terminó encontrando el gol que llevaba desde el minuto 1. Más castigo para los de Pezzolano que miraban constantemente el reloj deseando que acabara esta pesadilla. Se sumó a la fiesta Ferran, que necesitaba el gol y puso el séptimo en el marcador. Ilusión disparada en Barcelona que ya ha presenciado la primera goleada de la era Hansi Flick.