El Betis hurga en la herida del Atlético y le vuelve a ganar en casa cinco años después

Las rachas positivas siempre suelen llegar a su fin. El Atlético llevaba sin perder en el Villamarín desde el 3 de febrero de 2019. El conjunto colchonero llevaba cinco visitas seguidas sin perder. Pero este Atlético no tiene nada que ver con el del pasado y fuera del Metropolitano ya se ha dejado muchos puntos. Un autogol de Giménez en el minuto 4 de la primera mitad dejó al conjunto colchonero sin poder aprovechar la derrota del Real Madrid y ya está a 10 puntos del Barcelona.

El Atlético de Madrid tenía una oportunidad inmejorable para recortarle tres puntos al Madrid después de que el conjunto blanco cayera derrotado con contundencia en el clásico frente al Barcelona. Por lo tanto, no valía otra cosa que no fuera la victoria.

El ambiente en el Villamarín era fantástico. No cabía ni un alfiler y el Atlético sabía que el estadio bético iba a ser una auténtica caldera. Y en el minuto cuatro de la primera mitad, el feudo verdiblanco se volvió loco para celebrar el 1-0 de su equipo. Abde se fue en velocidad de Rodrigo de Paul por banda izquierda, puso un centro raso al área y Giménez se acabó metiendo el balón en su propia portería.

Las cosas no habían empezado nada bien para los intereses del Atlético de Madrid. Y el Betis tenía la oportunidad perfecta para seguir haciendo daño a la zaga colchonera. Los béticos olieron la sangre y a punto estuvieron de marcar el segundo del partido. Simeone no estaba nada contento con sus jugadores. Si el resultado no era más amplio era, en parte, gracias a Jan Oblak. El guardameta esloveno estaba salvando a su equipo, como muchas otras veces.

El Betis estaba mucho más enchufado que el Atleti y en el minuto 27 se escuchó el segundo 'uy' de la tarde. Abde hizo temblar los cimientos del Villamarín cuando estrelló contra el larguero un zapatazo. Se volvía a salvar el conjunto colchonero. Sin duda alguna, la mejor noticia para los visitantes era que el marcador siguiese reflejando el 1-0. Porque el Betis no paraba de someter al Atleti. Era un toma y daca constante por parte de los hombres del 'ingeniero' Pellegrini.

Con el paso de los minutos, el Atlético de Madrid trató de imprimirle algo más de calma al encuentro con balón, pero cuando lo perdían, los jugadores béticos salían como auténticos bólidos y con una velocidad endiablada para tratar de aprovechar los huecos que estaba dejando la zaga atlética, muy insegura cada vez que le tocaba retroceder para defender en campo propio. El conjunto rojiblanco se fue al descanso respirando aliviado y los béticos con la sensación de no haber aprovechado más ocasiones.

Reacción obligada

La situación exigía cambios y Simeone metió a Sorloth y a Javi Galán para tratar de frenar el ímpetu bético. El Atlético necesitaba una reacción inmediata. Había que evitar, como fuera, la segunda derrota de la temporada fuera de casa. Y las cosas como son. El cuadro colchonero salió convencido de que podía remontar el encuentro y, por ende, sacar algo positivo del Villamarín.

Pero para derrotar al Betis había que picar piedra. No iba a ser una tarea fácil. Había que tener paciencia y esperar el momento adecuado. El primer aviso colchonero llegó en el minuto 53. Julián Álvarez se sacó un preciso disparo desde el borde del área, pero Rui Silva estuvo rápido de reflejos para mandar el balón a córner.

Los minutos pasaban y el Atlético no era capaz de encontrar el gol del empate. Los futbolistas colchoneros pasaban el balón de un lado a otro sin demasiada intencionalidad. Así iba a ser complicado hacer algo. Entre tanto, Gil Manzano pitó un penalti algo incomprensible, pero De Burgos Bengoetxea le llamó a filas y le corrigió desde el VAR para anular la pena máxima.

El Atlético volvió a sufrir y el Betis se fue en busca del 2-0. Sin embargo, los béticos no estaban terminando de resolver las jugadas y en el Benito Villamarín se temían lo peor. El equipo estaba fallando demasiado. Y ya se sabe que quién perdona lo acaba pagando. Eso sí, el Betis estaba haciendo un esfuerzo titánico y los futbolistas se vaciaban en cada jugada. Aguantaron hasta el final y se llevaron un triunfo capital. Nuevo pinchazo del Atlético fuera de casa, que desaprovechó la oportunidad de quedarse a un punto del Real Madrid