Kylian Mbappé celebra tras marcar el 0-3 durante el partido frente al Girona en Montilivi
La 'desconsideración' de Mbappé a Gil Manzano en el descanso que le costó la amarilla: «¿Cómo es posible?»
El jugador se mostró muy cabreado y tuvo que ser llevado por varios miembros del cuerpo técnico hacia vestuarios
Mbappé habla por primera vez desde que fichó por el Real Madrid: su novia, el chantaje del PSG y su momento actual
Kylian Mbappé no tuvo reparos en mostrar su descontento al árbitro Gil Manzano durante el descanso del partido entre el Girona y el Real Madrid, correspondiente a la jornada 16 de LaLiga en Montilivi.
En una de las acciones más comentadas del encuentro, el delantero francés se dirigió directamente al colegiado para reclamar una falta no sancionada en una jugada que consideró clave, justo antes de recibir la tarjeta amarilla que generó polémica.
Durante el diálogo con Gil Manzano, Mbappé expresó su incredulidad: «¿Cómo es posible que no sea falta? No toca balón. Estoy hablando contigo». Estas palabras captaron la atención de DAZN, que mostró el intercambio entre el futbolista y el árbitro. El gesto de protesta le costó al delantero una tarjeta amarilla que reflejó su frustración y la intensidad con la que el Real Madrid luchaba por el triunfo.
El rendimiento de Mbappé durante el partido fue bueno. A pesar de algunos momentos de incertidumbre en sus acciones, el francés fue parte activa de las oportunidades de gol del equipo. De hecho, fue él el encargado de anotar el tercer y último tanto del encuentro. Además, el tono de sus protestas y la reacción ante la decisión arbitral demostraron su compromiso en el mal momento que traviesa el equipo y sus ganas de ganar.
Esta interacción con el árbitro refleja no solo su carácter competitivo, sino también una serie de decisiones que han puesto en foco la relación de algunos jugadores con el arbitraje en LaLiga.
Gil Manzano, por su parte, mantuvo su postura y continuó el partido bajo control, a pesar de las protestas de una figura tan influyente como Mbappé. Con el partido finalmente cerrado en un 3-0 favorable al Real Madrid gracias a un buen rendimiento colectivo y una nueva actuación estelar de Jude Bellingham, finalmente, la tarjeta amarilla de Mbappé quedó como anécdota en el encuentro en Montilivi.
El episodio nos recuerda la importancia de la comunicación entre jugadores y árbitros en una competición siempre tan ajustada y emocional como LaLiga.
