Una inscripción fallida y un futuro incierto: esto es lo que se sabe del caso Dani Olmo
Una normativa de la RFEF impide dar de baja y de alta a un mismo jugador durante una misma temporada
Con la última campanada del reloj se cerraba el último episodio dantesco en el FC Barcelona: su fichaje estrella, Dani Olmo —además de Pau Víctor—, al que ficharon por 47 millones fijos más variables en agosto 2024 para las siguientes seis temporadas, queda libre tras no poder ser inscrito en LaLiga. Y, por si fuera poco, el internacional español puede reclamar la totalidad del salario que debía percibir hasta 2030.
Tras 15 partidos (813 minutos) con la camiseta azulgrana, en los que ha marcado un total de 6 goles —5 en la competición doméstica y otro en Champions— y repartir una asistencia en el campeonato continental, el jugador de Terrasa acusa el problema de fair play que sobrevuela al Barça durante varias temporadas.
Y es que, según el artículo 130.2 del Reglamento General de la RFEF, «un/a futbolista podrá estar inscrito/a en un solo equipo de un club, sin posibilidad de ser dado de baja y alta por el mismo en el transcurso de la misma temporada, salvo caso de fuerza mayor o disposición reglamentaria».
Igualmente, LaLiga emitía un comunicado en el que se hacía público que el equipo de la capital catalana no había presentado «ninguna alternativa que, atendiendo al cumplimiento de la normativa de control económico de LALIGA, le permita inscribir ningún jugador a partir del próximo 2 de enero». La Real Federación Española de Fútbol ha transmitido que no puede tramitar ninguna licencia federativa sin la aprobación de LaLiga. Pese a ello, los azulgranas la han solicitado a la RFEF, a la vez que desmentían haber pedido una moratoria a otro organismo.
Una patada hacia adelante: Christensen
De hecho, para ver el debut de Olmo hubo que esperar hasta la jornada 3, frente al Rayo Vallecano por los problemas económicos del club. El Barcelona se aprovechó de la lesión de larga duración de Christensen en el talón de Aquiles para poder contar con él. Según el artículo 77 de LaLiga, esta circunstancia permitía a un equipo inscribir a un nuevo futbolista o el 80 % del salario del jugador lesionado. Así, los culés dieron una patada hacia adelante, con el visto bueno de la Comisión Médica de LaLiga.
Y todo por no poder acogerse a la norma del 1:1, aquella sobre la que Laporta dijo que no estaban «porque no hemos querido». Tanto es así que el presidente del Barça no pudo asegurar a Dani Olmo su inscripción hasta 2030, aunque le prometió tener todo bajo control para la presente campaña. En el contrato del futbolista existía una cláusula que le permitiría quedar libre si no podían registrarlo en el mercado de fichajes invernal o en cualquiera de las siguientes ventanas. Se habla de que, cuando se rumoreaba la posible llegada de Nico Williams a Barcelona, existía la misma condición, pero al extremo del Athletic no le acabó de convencer la situación.
Las vías judiciales y las económicas
Cada vez quedaba menos arena en el reloj —mientras tanto, Christensen se recuperaba— y las vías para Laporta se iban agotando. Solo restaban dos tipos de soluciones: la judicial y la económica, cada una con dos vertientes.
En cuanto a la primera, el Barça intentó reeditar el caso Gavi, acudiendo al Juzgado de lo Mercantil número 10 de Barcelona en busca de una cautelar, alegando el derecho al trabajo del internacional español. El pasado 27 de diciembre, fue denegada. Cerrada la puerta, llamaron a la puerta del Juzgado de Primera Instancia número 47 de la capital catalana, que también negó el registro cautelar de Olmo.
De esta forma, llegamos la vía económica. Podrían avalar la ficha del futbolista, pero la que más ha trabajado el presidente culé fue la de la venta a futuro de los palcos VIP del Spotify Camp Nou, por los que esperaba recibir 100 millones de euros. Sin embargo, LaLiga afirmaba que la documentación presentada no ha sido suficiente para el organismo, así como sus garantías de pago. Tampoco fue aprobado en el pasado el acuerdo con Nike (120 millones por temporada hasta 2038).
Ahora las dudas se ciernen sobre el futuro del internacional español: ejecutar la cláusula de salida, quedarse en el Barcelona sin jugar o irse a otro club durante seis meses y después regresar para ser... ¿inscrito?