¿Isco para el martes no es posible?
Lo de Isco fue para enmarcar. Marcó y su mujer saltó al campo para darle un beso: si paran diez minutos bajan 50.000 béticos. Emergió el de sus tiempos en el Málaga, en el Madrid, en la selección. Fue el hombre del partido que se jugó como él pensó, quiso y mandó
En el Madrid, digo. ¿Qué no se podría inscribir? Bueno. Depende. No siempre se cierra el mercado en su día y hora y podría presentarlo como emergencia. Lo entendería hasta el Comité de Disciplina, incluso el CSD echaría una mano. Yo probaría.
Lo de Isco fue para enmarcar. Marcó y su mujer saltó al campo para darle un beso: si paran diez minutos bajan 50.000 béticos. Emergió el de sus tiempos en el Málaga, en el Madrid, en la selección. Fue el hombre del partido que se jugó como él pensó, quiso y mandó. En realidad, la cosa fue Isco, 2 - Los Otros, 1. Bajo su batuta vimos al Betis que servidor esperaba. Un gran Betis.
Los Otros fueron el Madrid de aquellos tiempos entre gris y negro que parecían superados. Un equipo que 'andó', dice mi nieto, e incluso anduvo. Jugó diez minutos. ¿Por qué? Misterio. Hizo mal marcando pues espabiló al rival que arrancó temeroso, pensando que tenía delante al Madrid de verdad. Aunque salga de naranja espanta igual. En cuanto Isco pidió la pelota y el equipo dio un paso al frente remontó y bien pudo ganar con más autoridad en el marcador. En el campo la tuvo, sin discusión.
Que el Madrid perdiera no puede sorprender a quien ha visto media docena de partidos. Sí como lo hizo. Un centro del campo con Modric, Tchouaméni y Brahim más los tres de arriba, no es presentable competitivamente, no le alcanza. Y más si camina. Mucho rato pareció que el Betis jugaba con 14.
Además este es un juego de centrocampistas y en su casa estaban Valverde, Ceballos y Bellingham. Más Camavinga en el banquillo, imagino porque uno por si acaso te conviene tener. El rival tuvo once jugadores en su posición ideal, era complicadísimo sorprenderle. Jugadores e ilusión. Y sobre todo, afán por ganar.
Extrañó la suplencia de Asencio. Es probable que Ancelotti no quisiera exponerse a otra lesión definitiva. Como si las que arrastra no lo fueran ya. A este Madrid, y más en tarde aciaga, no le alcanza para ganar a cinco o seis equipos de esta Liga y más a domicilio. Metido en harina puede soñar con ganar a este Betis. Como lo hizo, imposible.
Súmenle la escasísima presencia en el juego de las individualidades que te pueden ganar un partido, M'Bappé, Vinicuis y Rodrygo. La paliza que se dio Modric invita a pensar que no estará de salida el martes. Apunten diez: Courtois, Valverde, Asencio, Rüdiger, Mendy, Camavinga, Tchouaméni, Rodrygo, M'Bappé y Vinicius. Falta uno. Y por saber qué Madrid veremos.
En Sevilla perdió su silla, la que le permitía correr sin caerse del caballo. ¿Recuperará el orden, la continuidad, el equilibrio, el compromiso, el ángel? Ancelotti lo clavó: «Jugamos bien 20 minutos. Si lo hacemos así, el martes no ganamos». Es algo asombroso: te matan las lesiones y juegas al tran tran. Puede que sí, que a ellos, como a tanto madridista, la Liga no les importa ni poco ni mucho ni ná. Es pensarlo.