La inseguridad, el elemento que está sembrando el pánico en los primeros días de los Juegos
Ya se han empezado a disputar algunas competiciones y se está hablando más de la escasa capacidad por parte de las fuerzas policiales para frenar los potenciales peligros que del propio deporte
Esto es lo que cuesta organizar unos Juegos Olímpicos y el beneficio que dejarán en la ciudad de París
Acoger unos Juegos Olímpicos no es nada fácil. Hay que tener todo bajo control. Son muchos los eventos que se disputan a lo largo de dos semanas y un mínimo despiste puede resultar fatal. En resumidas cuentas, la seguridad debe estar garantizada en todo momento, tanto para los aficionados como para los propios deportistas.
Pues bien. Aún no se han inaugurado oficialmente los Juegos de París y en solo dos días se han visto varios sucesos que dejan claro que la capital francesa no está preparada para organizar un evento de este calibre, por muchas medidas de seguridad que se hayan adoptado.
Ya se han empezado a disputar algunas competiciones y se está hablando más de la escasa capacidad por parte de las fuerzas policiales para frenar los potenciales peligros que del propio deporte, cuando tendría que pasar exactamente lo contrario. Esa incapacidad de las fuerzas de seguridad ha provocado más de un robo en las delegaciones olímpicas. Ahora mismo la ciudad de la luz y del amor se ha convertido en la urbe del pánico.
Una de las primeras delegaciones en denunciar robos ha sido la australiana. Y los afectados fueron los miembros del equipo de BMX, que empezarán su andadura olímpica el próximo 30 de julio. Los ladrones se llevaron material deportivo, así como herramientas para reparar y preparar las bicicletas.
Otro de los equipos afectados por el robo de material deportivo fue la selección argentina sub-23. Los futbolistas albicelestes vivieron una situación surrealista y bochornosa en su debut olímpico frente a Marruecos y acabaron perdiendo un encuentro después de que el VAR anulara el gol del empate argentino dos horas después.
Pero lo grave de esta historia llegó cuando Javier Mascherano compareció ante los medios de comunicación después de la derrota de su equipo frente a la selección marroquí. El técnico argentino aseguró que el día previo a su debut, alguien había entrado en el vestuario y se había llegado un reloj y unos anillos que eran propiedad de Thiago Almada, futbolista del Botafogo brasileño.
Que esto suceda en una ciudad del primer mundo como París es inaceptable. Las autoridades locales tuvieron tiempo de sobra para tener todo bajo control y a la hora de la verdad han vuelto a demostrar que París y la sociedad parisina no está lista para algo así.
Sin embargo, el gobierno francés ha pedido calma y han llegado a asegurar que estos problemas de seguridad son casos aislados y que todo está garantizado de cara a la celebración de los Juegos. Para tenerlo todo controlado, se han destinado 45.000 agentes de policía y 10.000 soldados. Por el momento, esa previsión no ha salido nada bien. Reconocer lo contrario sería mentir a los que vayan a acudir a los Juegos.
Habrá que ver cómo se desarrollan los acontecimientos en los próximos días. Cabe recordar que este viernes se celebra la ceremonia inaugural de los Juegos en el río Sena y va a haber una afluencia de gente bastante considerable. Aquí está la verdadera prueba de la verdad. Todo está blindado alrededor del entorno y para acceder a los puntos exclusivos las autoridades francesas habían ideado un código QR (llamado Pass Jeux) que pretendía garantizar la seguridad pero esa idea no ha salido bien y los hosteleros y vecinos ya se han quejado.
Se vienen días movidos en París, la capital mundial del deporte estas próximas dos semanas. Y si no se garantiza la seguridad, las consecuencias pueden llegar a ser fatales. Por eso, se debe de reforzar la vigilancia a niveles extremos.