El río Sena ha acogido finalmente las pruebas de triatlon

El río Sena ha acogido finalmente las pruebas de triatlonEFE

El Sena, ni tan limpio ni tan deseable para la natación como hacen ver Macron e Hidalgo

El río se estrena como escenario de pruebas olímpicas en un París dividido entre quienes consideran que se ha gastado una fortuna en el Sena y descartan además bañarse en él en un futuro

Si el Sena marca históricamente esa famosa división entre sus dos márgenes, la rive gauche y la rive droite, dotando a cada una de ellas de un carácter diferenciado, el faraónico y costosísimo proyecto de recuperar el río dibuja nuevas líneas divisorias en París. Nuevas fracturas en los juegos, nueva fractura en un país que todavía no ha formado gobierno. Lejos del espíritu olímpico, la paradoja de estas olimpiadas que tienen lugar precisamente en la ciudad de la «libertad, igualdad y fraternidad» es que están causando más divisiones y enfrentamientos que ninguna otra.

París ha amanecido despejado tras la tormenta de anoche, cuyas aguas no se han llevado los lodos provocados por los capítulos más polémicos de la ceremonia inaugural de la semana pasada. Más bien al contrario. Hoy miércoles, día de salida de sus dos principales publicaciones satíricas, Charlie Hebdo y Le Canard enchaîné, nada sospechosos de conversadurismo, cargan tintas contra la ceremonia. El primero, con una viñeta más que explícita, hace referencia a las cuestionadas concesiones del evento a la comunidad LGTBI.

Le Canard enchaîné, por su parte, concede la medalla de oro de los juegos en materia de autopromoción a Bernard Arnault y se acompaña de una divertida viñeta de un matrimonio viendo el evento frente al televisor. «¿Cuándo empieza la ceremonia de inauguración? Llevamos ya más de dos horas con el anuncio de Luis Vuitton».

Otros diarios siguen recogiendo cartas de los lectores en protesta por las «escenas de burla y mofa del cristianismo», como ha señalado la Iglesia francesa o por «la consternación estética» por algunos «cuadros de mal gusto y vulgaridad, al peor estilo de lo más exagerado de Hollywood, nada que ver con la identidad francesa». Habrá que esperar a mañana, día de salida de los semanarios, para ver cómo respiran.

Le Canard enchaîne, además, se mofa del río, tras la postergación de la primera jornada del triatlón dada la mala calidad del agua del Sena. «¿Será finalmente el triatlón un duatlón?, se pregunta en una información de portada en la que se hace un juego de palabras con Sena y sano. «No muy sano el Sena». Finalmente se ha celebrado hoy la primera competición en aguas del río propiciando una de las imágenes de la jornada: los triatletas lanzándose al agua junto con los brillos dorados del puente de Alejandro III como soberbio telón de fondo.

Las palabras de Macron

Macron ha subido a su cuenta de Instagram la fotografía, la más esperada del día y una de las más buscadas por los organizadores de las olimpiadas, que ha podido peligrar por los altos niveles de escherichia coli y enterococos, elementos de los que nadie había oído hablar y que hoy protagonizan conversaciones y portadas. «Que ese Dios que ridiculizasteis en la ceremonia inaugural se apiade de los que se atreven a nadar en el Sena», se lee en un comentario en la cuenta de IG del Presidente de Francia.

El líquido elemento está dando los peores quebraderos de cabeza al comité organizador de París 2024. Es como si ese Sena embravecido del escudo de la ciudad que aparece junto a su lema «Fluctuat nec mergitur» (batida pero no hundida) se hubiera vuelto en su contra. El Estado y las colectividades francesas han desembolsado nada menos que 1.500 millones de euros desde 2016 para limpiar el río y que sea posible el baño, algo que no parece precisamente en la mente de los parisinos que siguen percibiendo su caudal como un sitio insalubre y poco deseable para darse un chapuzón.

PARÍS, 31/07/2024.- Las triatletas se lanzan al río Sena para disputar la primera etapa de la prueba de triatlón femenino

PARÍS, 31/07/2024.- Las triatletas se lanzan al río Sena para disputar la primera etapa de la prueba de triatlón femeninoEFE

«Que el Sena esté más limpio y menos contaminado es una buena noticia, pero los parisinos realmente no nos terminamos de creer que se pueda nadar en él. Suena más bien a algo que las autoridades quieren transmitir al mundo», señala a El Debate la empresaria Marine Noret, «lo hemos comentado por los grupos de WhatsApp; qué bonita la foto, pero jamás nos vamos a bañar allí».

De la opinión contraria, y que parece algo minoritaria, es el periodista Nicolas Jan. «Tener un río menos contaminado es un gran avance. Yo vivo cerca de la futura zona de playa donde se encuentra la réplica de la Estatua de la Libertad, y por su puesto que voy a ir a bañarme. Ojalá pudieran hacer lo mismo en Londres o Nueva York, pero allí no será posible».

A pesar de alguna opinión más optimista, parece crecer una nueva divisoria entre quienes perciben una distancia entre la fotografía y la realidad, entre cierta megalomanía a la napoleónica de Macron y su ideal de pasar a la historia buscando fotos emblemáticas y la realidad más prosaica de una ciudad con muchos problemas y con unos ciudadanos que no ven el Sena como lugar para lucir sus bañadores. «No, nuestros trajes de baño no creemos que los use nadie en el Sena», señalan a El Debate a la limón las dueñas de un pop-up de bañadores de la marca francesa Fresh&Salt que mejor recomiendan ir a St Tropez, St Barth o Bora-Bora.

El líquido elemento está siendo el principal quebradero de cabeza de la organización, desde la lluvia de la ceremonia a la temperatura del agua de las piscinas que puede frenar la consecución de nuevos récords. Así las cosas, el agua que más alegrías está dando en París 2024 está nada menos que a 16.000 kilómetros del Sena, dejando una foto que ya es icónica de Gabriel Medina volando con la tabla. Qué fácil es imaginársela impresa en miles de camisetas.

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