La historia española de los Juegos Olímpicos a la que se agarra nuestra delegación para subir en el medallero
Desde Barcelona'92, la delegación española ha conseguido mejores resultados en la segunda semana que en la primera y a eso se aferra España en la cita parisina
¿Quiénes son Diego Botín y Florian Trittel, los regatistas que han ganado el oro en la categoría 49er?
La primera semana de los Juegos Olímpicos nunca se le ha dado del todo bien a la delegación española. Esta es una afirmación que se ha venido produciendo a lo largo de toda la historia y que en la cita de París se ha podido comprobar con tan solo cinco medallas (que no está mal), pero esa cifra se podría haber aumentado si en judo, remo, natación o en tiro hubiera habido un poco más de suerte.
No hay que alarmarse más de la cuenta. Por poner en contexto esta 'maldición', en los Juegos de Barcelona '92 se llevaban tan solo dos preseas en la primera semana. Fueron dos de oro, que siempre suman más en el medallero, pero no era un número significativo. Y a partir de la segunda semana llegó la reacción nacional, gracias en parte a la vela y el tenis, los dos deportes que más metales ha repartido en la historia olímpica de nuestro país.
La delegación española acabó la cita olímpica con un total de 22 medallas (13 de oro, siete de plata y dos de bronce), el mayor número que se ha conseguido en una cita olímpica hasta la fecha y que le sirvió para acabar sexta en el medallero general.
En Atlanta'96, España consiguió un total de 17 metales. Se venía del éxito absoluto en Barcelona y las expectativas estaban altas, pero a la hora de la verdad, España no pudo mantener ese ritmo y acabó la cita norteamericana con cinco oros, seis platas y seis bronces, lo que conllevó que España acabara en la 13ª posición. Los encargados, entre otros, de darle las preseas a la delegación española fueron Miguel Induráin (ciclismo), Fermín Cacho (atletismo, 1500m), Sergi Bruguera (tenis), Arantxa Sánchez-Vicario (tenis femenino y dobles con Conchita Martínez).
En Sídney 2000, se vivió la peor actuación de España en unos Juegos Olímpicos. Sólo se consiguieron 11 medallas (tres oros) y fue la cifra más baja desde Seúl 1988. Las cosas no salieron como se esperaba y sólo fueron capaces de llevarse el oro Gervasio Deferr (gimnasia artística), Joan Llaneras (ciclismo en pista) e Isabel Fernández (judo). Las medallas de plata cayeron en taekwondo con Gabriel Esparza, en boxeo con Rafa Lozano y la selección nacional de fútbol. Los bronces fueron para el dobles masculino (Álex Corretja y Albert Costa), Nina Zhivanevskaya (100m espalda), María Vasco (20km marcha), Marga Fullana (mountain bike) y el equipo de balonmano masculino.
Cuatro años después, le llegó el turno a Atenas 2004 y la cosa volvió a mejorar. En la capital griega, la delegación española consiguió un total de 19 metales (tres oros, 11 platas y cinco bronces) y como sucedió en otras ediciones, gracias a la vela y al tenis se consiguió dar un estirón significativo en el medallero.
La de Pekín fue una de esas citas que se recordarán por varios motivos. En esa edición, Rafa Nadal consiguió su primer oro olímpico en tenis, Samuel Sánchez deleitó a los aficionados con una exhibición encima de la bicicleta, Saúl Craviotto logró su primer gran metal en piragüismo, lo que le sirvió para recoger el testigo de David Cal... En definitiva, en la cita china se consiguieron un total de 19 medallas (cinco de oro, 11 de plata y tres de bronce).
Ocho años después de la cita ateniense, los Juegos Olímpicos regresaron a suelo europeo y en Londres el número de medallas se llegó a mejorar y se consiguieron 20 preseas, el mayor número desde Barcelona 1992. En la edición londinense, grandes atletas como Mireia Belmonte, Lidia Valentín, Saúl Craviotto y Ruth Beitia volvieron a España con su correspondiente metal. El reparto de las medallas fue el siguiente: cuatro oros, 10 platas y seis bronces.
En Río y Tokio el número de medallas siguió siendo positivo y se volvió a confirmar la 'maldición' histórica que se produjo en la mayoría de los Juegos Olímpicos. La primera semana no fue buena y el estirón clasificatorio se pegó en la segunda.
El caso de París
En París se está viviendo un caso parecido. Los Juegos se inauguraron el 26 de julio y en una semana la delegación española sólo consiguió cinco medallas: tres bronces (Fran Garrigós, Álvaro Martín y Pau Echaniz), una de plata (María Pérez) y una de oro (Botín/Trittel). Además, el boxeador Emmanuel Reyes se aseguró otra de bronce.
El número de medallas pudo ser mayor, pero la delegación española se aferra al factor segunda semana para subir puestos en el medallero. Para ello, hay que asegurar las que se consideran preseas fijas, como son el tenis con Carlos Alcaraz, el bádminton con Carolina Marín, el fútbol tanto en categoría masculina como en femenina, el waterpolo...
Alejandro Blanco, presidente del COE, aseguró que el objetivo era igualar o superar las medallas conseguidas en los Juegos de Barcelona'92. De momento, quedan 17 por conseguirse. Es difícil pero no es imposible. El historial de España en los Juegos Olímpicos es bueno y por eso hay que confiar.