Jon Rahm se viene abajo en la última jornada y se tiene que conformar con el quinto puesto
El golfista vasco bajó el nivel en los segundos nueve hoyos y desaprovechó una gran oportunidad para llevarse una medalla
Jon Rahm había desatado la ilusión en las tres jornadas anteriores con grandes actuaciones, pero en el último día, cuando no se podía fallar, le pudo la presión, bajó el nivel en los segundos nueve hoyos y desaprovechó una gran oportunidad para llevarse una medalla olímpica, la primera de la historia para el golf español. El de Barrika se tiene que conformar con el quinto puesto, lo que le da el diploma olímpico.
El golfista vasco aterrizó en París sabiendo que estaba ante la oportunidad de su vida para ganar una medalla de oro. Tenía pleno convencimiento de que lo podía hacer. Firmó tres grandes días. Pero en la última jornada se vino abajo. La presión le terminó por condenar.
Ha sido en la última jornada donde Rahm falló cuando no tenía que hacerlo. El vizcaíno acabó el sábado con una tarjeta de -14 que a muchos le podría parecer definitiva, pero el golf es un deporte que cambia de un día para otro. Y esto le condenó.
Le Golf National era un campo que le traía muy buenos recuerdos al 'León de Barrika'. Allí consiguió la Ryder Cup 2018. Y por eso estaba tan convencido de que podía ganar el oro. Este campo beneficia a los pegadores y Rahm es uno de esos. El español cuenta con un juego muy potente.
En la jornada de este domingo, Jon sólo tenía que mantener la ventaja, pero no lo hizo. La victoria dependía de él y eso en un deporte como el golf es algo trascendental, vital y capital. Y en los primeros hoyos quedó claro que iba a ir a por todas. El vasco consiguió cuatro birdies en los primeros ocho, lo que le hizo ponerse con un total de -18 y meterle tres golpes de ventaja a Tommy Fleetwood, Hideki Matsuyama y Xander Schauffele, sus rivales más directos.
Completado el front-nine (los hoyos del 1 al 9), Rahm se puso con -19. El español estaba cuajando una actuación espectacular. Y afrontó el back-nine consciente de que estaba a solo nueve hoyos de hacer historia. Consiguió ponerse con -20 en el 10. Sin embargo, a partir del 11 llegó el bajón de Rahmbo. El vizcaíno encadenó dos bogeys seguidos y la diferencia de cuatro golpes se vio reducida a dos.
Y como se podía prever, los rivales más directos se vieron beneficiados por el mal momento de Rahm. Y ahí fue cuando Fleetwood, Matsuyama y McIlroy se engancharon a la lucha por la medalla de oro. Todavía quedaban varios hoyos por delante. Rahm no podía volver a fallar. Seguía en cabeza, pero necesitaba subir el nivel para meterle presión a Fleetwood, el rival con el que estaba empatado a golpes (-18).
Sin embargo, en el hoyo 14 llegó lo que Rahm no quería que le pasara. El vasco empezó a colapsar mentalmente e hizo un doble bogey que le bajó del liderato al cuarto puesto. Estaba todo muy igualado. Podía ganar cualquiera. El español tenía cuatro hoyos por delante para levantar su mala racha.
Los segundos nueve hoyos estaban condenando a Jon Rahm. El vasco cometió fallos que no había tenido en las anteriores jornadas y llegó el 18 con la necesidad de lograr un birdie para jugarse la medalla de bronce con el japonés Hideki Matsuyama. No obstante, el vizcaíno no tuvo suerte en el último hoyo y sumó otro bogey más, lo que le hizo acabar en quinta posición. El oro se lo llevó Scottie Scheffler, el número uno, la plata fue para Tommy Fleetwood y el bronce para el mencionado Hideki Matsuyama.