El gafe de la delegación española en estos Juegos: se escapan los oros asequibles y no hay sorpresas

Lágrimas y más lágrimas. Así ha sido gran parte de la primera semana de los Juegos Olímpicos de París para España. Llegó nuestra delegación con el mensaje de siempre. «Se van a superar las medallas de Barcelona 92», era la frase más repetida en los días previos y, de nuevo, la competición ha devuelto a España a la realidad. Falta estructura y además en estos Juegos no está habiendo suerte.

Es una realidad que España ahora mismo es fuerte en deportes de equipo como fútbol, baloncesto, waterpolo o hockey. Sin embargo, en lo individual flojea mucho y depende de que salga un talento excepcional para triunfar. En esa lista aparecen los Alcaraz, Rahm o Marín, pero solo el primero de ellos ha conseguido medalla y además de plata. Poca cosa para todo lo que se esperaba de ellos, pero al final por una cosa u otra no se ha logrado más.

Un oro, dos platas y cinco bronces son las medallas que atesora España en estos momentos. Mucho menos de lo esperado por el COE y por todos los españoles. Bien es cierto que las grandes esperanzas están en la segunda semana, pero igual de cierto es que con las medallas de Jon Rahm y de Carolina Marín se contaba. Palo muy duro para la delegación y que hace que muchos se planteen si los atletas españoles tienen una maldición sobre sus hombros este año.

Después de lo visto este domingo no es descartable. Rahm iba como líder indiscutible en esta última jornada y el oro parecía que estaba cantado. No fue así y el 'León de Barrika' colapsó y terminó en quinto lugar. Inexplicable, lo que apuntaba a ser oro seguro acabó sin ningún metal, aunque aún más difícil de entender fue lo de Carolina Marín. La onubense estaba a solo 11 puntos de asegurarse la plata y una inoportuna lesión la obligó a retirarse. Así de cruel es a veces el deporte.

Lágrimas de Alcaraz

Por si no habíamos tenido suficientes lágrimas con Marín, aparecieron las de Alcaraz. El español llegó a París como favoritísimo al oro y al final se lo arrebató Novak Djokovic, al que había pasado por encima en la final de Wimbledon. Es curioso, pues se supone que Nole tenía más opciones en hierba que en tierra batida, pero estas cosas pasan. Medalla de plata que sabe a muy poco, ya que son los oros lo que hace que se suba en el medallero. Aun así, hay que darle valor a la plata. No es nada fácil ser medallista olímpico.

La primera semana de los Juegos ya se ha ido y peor no ha podido ir la cosa. Todo lo que se ha podido torcer se ha torcido, pues también se suponía que iban a caer más medallas en judo, o la de Ana Peleteiro o mejores resultados en marcha. Nada se ha dado y entramos en una segunda semana donde se supone que España debe subir en el medallero, aunque a saber.

La clave son los deportes de equipo y ahí tanto en fútbol como en waterpolo podrían caer los cuatro oros. También la vela podría seguir dando alegrías. Motivos hay para seguir creyendo que España firmará una actuación decente. Eso sí, superar a Barcelona parece imposible y además hay otro problema. Únicamente ha caído una medalla con la que no se contara, el bronce de Pau Echaniz. Los otros 7 metales entraban en las previsiones y algunos de ellos se esperaban de oro.

Por tanto, el problema es que no se han contrarrestado las opciones de medalla que se han caído. Ningún deportista ha sorprendido y eso evidencia que hay cosas que no se están haciendo mal. Falta inversión en deporte y la primera semana Juegos Olímpicos de París vuelven a dejar en mal lugar a España. Veremos si la segunda semana hace que la historia cambie y al menos se va el gafe de estos días.