España se da un batacazo en fútbol femenino y dice adiós a un oro para el que era favorita

España llegó a estos Juegos Olímpicos como la gran favorita al oro. Campeonas del mundo en el verano de 2023 y después ganadoras de la Liga de Naciones en febrero de este año. Las de Montse Tomé se presentaron en París para disputar sus primeros Juegos y aparecían en todas las quinielas como las grandes candidatas a cerrar con el oro olímpico un ciclo irrepetible. El problema es que quien juega con fuego se acaba quemando.

Después de lo sufrido ante Colombia, el partido con Brasil parecía bastante asequible. España ya ganó con suplentes a la canarinha en fase de grupos y ahora, en unas semifinales, se hacía complicado pensar que el encuentro fuese a tener otra historia. Sin embargo, Brasil siempre es Brasil, creyeron mucho más en sus opciones y se llevaron el duelo con un meritorio 4-2. Fueron mejores y el fútbol fue justo con ellas.

La España olímpica nunca ha convencido. Atrás quedó esa selección que dominaba cada partido que jugaba y en este torneo los duelos se habían sacado por la calidad individual. Nunca se ha jugado como un equipo y la selección lo ha terminado pagando caro. Intentó cambiarlo Montse Tomé ante Brasil con una revolución al once que terminó siendo una losa para las españolas.

El plan de la seleccionadora nunca funcionó, y lo que es peor, no se entendió. Dejar en el banquillo a Alexia Putellas no salió bien y en solo 6 minutos las campeonas del mundo iban perdiendo después de encajar el gol más absurdo de todo el torneo. La pelota estaba en los pies de la guardameta Cata Coll, pero la presión de las brasileñas le hizo quitarse el esférico de un pelotazo que impactó en Paredes y se metió en su propia portería. Lo que mal empieza, mal acaba.

Una situación que no era nueva

Desde que está Montse Tomé en el banquillo de España, las campeonas del mundo se habían especializado en remontar todos los partidos. Sin embargo, no siempre se puede dar la vuelta y menos aún cuando la reacción española no existió. Mucho balón, el 75 %, pero ninguna idea como evidencian los cero tiros a puerta de la primera mitad.

Brasil salía al contragolpe con mucho peligro y al final, justo al filo del descanso, encontraron el premio de un segundo gol por medio de Gabi Portillo tras aprovechar un centro lateral. Mazazo para España, que en el tiempo de descuento veía como la remontada debía ser aún mayor y ante una selección muy bien plantada en el campo y perdiendo constantemente el tiempo.

La segunda parte obligaba a España a otra machada como contra Colombia. El problema estaba en que la rival no era la misma. Mientras que las cafeteras no se explicaban muy bien como llevaban esa ventaja, las brasileñas sabían perfectamente lo que hacer y cómo jugar a la campeona del mundo. El partido de fase de grupos les sirvió de guía y aprendieron de sus errores previos.

Es más, en todo momento estuvo más cerca el tercero de Brasil que el primero de España y así terminó siendo. Un nuevo contragolpe lo culminó Adriana en el minuto 71 para acabar con cualquier esperanza que pudiese quedar. No fue a la primera, que dio en el larguero, pero sí a la segunda y se garantizaron el billete a la final.

Reacción de España

Salma Paralluelo devolvió momentáneamente la ilusión al equipo español. Su cabezazo a pase de Jenni Hermoso a falta de cinco minutos hizo creer, o al menos eso parecía. De hecho, acto seguido Alexia Putellas, que acababa de salir, empotró un balón en el larguero y metió el miedo en el cuerpo a la canarinha. No duraron nada esas dudas y un nuevo error de Cata Coll, que tuvo un día para olvidar, lo convirtió Kerolin con un disparo por debajo de las piernas a la guardameta. Recortó nuevamente España por medio de Salma en un descuento de 15 minutos, pero no sirvió de nada.

Queda el bronce y hay que ir a por él, pero esta derrota es de las que duele. España soñaba con el oro y ahora el tercer puesto parece poco consuelo. Hay equipo para mucho más y esta es una de las derrotas que dejan cicatriz. A ver como se levantan las campeonas del mundo.