Imane Khelif, durante su segundo combate en los Juegos OlímpicosAFP

Imane Khelif, boxeadora intergénero, busca la final rodeada de polémicas que no han ido a menos

Imane Khelif volverá al cuadrilátero del Arena París Nord para pelear por un puesto en la gran final. La púgil argelina ya tiene asegurada la medalla de bronce y ahora puede garantizarse la plata y ganarse un hueco en la batalla por el oro. Se medirá a la tailandesa Janjaem Suwannapheng, quien no se ha pronunciado públicamente sobre lo que piensa de tener que luchar por el oro ante una boxeadora con cromosomas XY.

Khelif, de 25 años, está siendo una de las grandes protagonistas de los Juegos de París después de haber sido descalificada previamente del Campeonato Mundial por no pasar una prueba de género. Dichas pruebas determinaron que biológicamente era un hombre y a pesar de que diversas organizaciones de boxeo advirtieron al COI de que no debía participar en los Juegos, este hizo caso omiso y se ha desatado la polémica.

Ahora, a pesar de todo el revuelo causado, podría avanzar a la final de boxeo de peso wélter y por lo tanto tener la oportunidad de ganar una medalla de oro que para gran parte del mundo del deporte atentaría contra los valores de competitividad de los Juegos Olímpicos. «Simplemente no es justo», dijo entre lágrimas su primera oponente, Angela Carini, a la que ganó en 46 segundos.

De nada sirvieron sus lágrimas y protestas y Angela Carini hizo las maletas en la primera ronda después de haber estado preparándose para estos Juegos durante tres años. Italia clamó contra el COI y hasta la primera ministra, Giorgia Meloni, protestó por lo ocurrido: «No se debe autorizar a deportistas con atributos masculinos en competiciones femeninas. No porque se quiera discriminar a alguien, sino para proteger el derecho de las deportistas a competir en igualdad de condiciones».

El ruido siguió en el segundo combate

Anna Luca Hamori fue la siguiente rival de Khelif y estaba convencida de que podría hacerle combate. «No me importa la historia de la prensa ni las redes sociales. Si ella o él es un hombre, será una victoria aún mayor para mí si gano», fue lo que dijo antes de saltar al ring. Nada más lejos de la realidad, la pelea no tuvo historia y a pesar de que aguantó en pie los tres asaltos, perdió por 5-0.

Fue tras ese combate cuando Khelif rompió su silencio y dejó caer que todo el ruido generado contra su figura era una campaña orquestada de machismo y transfobia. «Esa es la pregunta que me hago. ¿Por qué ahora? ¿Por qué están sucediendo esto ahora los ataques?», dijo ante los medios recordando que ya participó en los Juegos Olímpicos de Tokio.

Sin embargo, obvió que en ese momento no estaba sancionada por ninguna organización de boxeo ni se había hecho las pruebas que han demostrado que genéticamente es un hombre. Una situación que no vio la luz hasta 2022, ya pasados los anteriores Juegos, donde perdió en la segunda ronda ante Kelly Harrington, oro en Tokio y camino del oro también en París. Eso sí, esta vez no podrán competir ya que Khelif ha pasado del peso ligero al wélter.

Imane Khelif, durante un combate en los Juegos OlímpicosAFP

Por otro lado la boxeadora argelina aseguró haber sentido el apoyo de su gente y espera llevarles el oro, pues cree que son ellos quienes peor lo están pasando por las polémicas que la rodean en estos Juegos: «Estoy en contacto con mi familia dos días a la semana. Espero que no les haya afectado demasiado. Están preocupados por mí. Si Dios quiere, esta crisis culminará en una medalla de oro y esa sería la mejor respuesta».

Ahora, ya con todos aceptando que Khelif va a seguir adelante en estos Juegos, falta por ver hasta donde llega. Los expertos en boxeo y las casas de apuestas le dan más de un 90 % de opciones de hacerse con el oro. Para ello solo le quedan dos combates, el primero ante Janjaem Suwannapheng, púgil invicta de la que no se sabe mucho y después se mediría a la ganadora del Nien-Chin Chen contra Liu Yang, otras dos boxeadoras amateur que de momento no se han pronunciado sobre la participación de Khelif. Esta noche será el primer capítulo del desenlace.