'Las Guerreras del Agua' se hacen grandes en la tanda de penaltis y pasan a la final olímpica de waterpolo

Para pasar a una final olímpica hay que sufrir y saber resistir a los momentos adversos. Esta frase resume a la perfección lo que ha sido el duelo de semifinales de los Juegos entre Países Bajos y España. Las chicas de Miki Oca vivieron un vaivén de emociones y lograron el pase a la final desde unos once metros que fueron agónicos. (14-14 y 4-5 en penaltis)

Las de este jueves era una oportunidad perfecta para volver a meterse en una final olímpica. Hasta el momento, habían firmado un torneo perfecto (todo victorias) y todo hacía indicar que Países Bajos iba a ser, con todos los respetos, un rival algo más asequible que cualquier otra selección. Pero las neerlandesas estaban en toda una semifinal olímpica por algo. En la cuartos de final habían eliminado a Italia (11-8). Con lo cual, su presencia en las semifinales no era casualidad. En los Juegos siempre puede haber sorpresas.

La superioridad española se vio desde el principio. Lideradas por la veterana Pili Peña, las chicas de Miki Oca tenían ganas de revancha, ya que perdieron contra Países Bajos en el Campeonato de Europa. Y en tan solo cinco minutos, esas ganas de salir victorias se vieron reflejadas. España se puso 5-1 arriba y dejó claro que quería ese billete para la final.

Esa diferencia positiva se mantuvo hasta el descanso. Al término del segundo cuarto, España iba ganando por 10-5, lo que era un buen resultado para afrontar la segunda parte del partido con algo más de margen y menos presión. Sin embargo, pasó justamente lo contrario.

Evangelos Doudesis tocó un par de teclas al descanso y las neerlandesas le metieron un parcial de 6-1 a España en el tercer cuarto, lo que hizo que el marcador pasara del 10-5 al 11-11. El partido había cambiado por completo, a las chicas de Miki Oca le entraron las inseguridades y estuvieron casi seis minutos sin marcar gol.

La falta de puntería fue el motivo por el que se pasó de un resultado tan abultado a uno más igualado. Ni España ni Países Bajos querían perder. Y eso se notó en el último cuarto del partido. El juego dejó de ser más fluido y los dos equipos empezaron a defender con más intensidad. Las superioridades numéricas iban a ser claves.

Hubo emoción hasta el final. Cuando faltaban 30 segundos para la conclusión del partido, España anotó el 13-14, pero esa alegría duró poco, ya que cuando faltaban siete, Países Bajos aprovechó una mala defensa de las españolas y pusieron el empate a 14 en el marcador. No hubo tiempo para más. ¿Qué significaba eso? La semifinal se iba a decidir en los penaltis.

Nadie falló en los primeros ocho penaltis de la tanda. Pero en el noveno, a Sleeking le pudo la presión. La jugadora neerlandesa no pudo batir a Martina Terré y le pasó toda la responsabilidad a Maica García. La boya del CN Sabadell no erró la pena máxima y le dio el pase a la final a España. La final olímpica ya era una realidad. Su rival saldrá del duelo entre Estados Unidos y Australia.