Bakhodir Jalolov se ha impuesto a Ayoub Ghadfa y se lleva el oro

Bakhodir Jalolov se ha impuesto a Ayoub Ghadfa y se lleva el oroAFP

Ayoub Ghadfa cae en la final contra su bestia negra y se queda con la medalla de plata

Ayoub Ghadfa ha dado una lección en estos Juegos Olímpicos. El púgil español se presentó en París después de solo seis años compitiendo en boxeo, antes lo hacía en kickboxing, y ha sido el mejor de los mortales. Solo el rey del peso pesado, el uzbeko Bakhodir Jalolov ha conseguido derrotarle.

Fue mejor Jalolov y eso es una evidencia. Con un 14-0 como profesional, incluidos siete nockouts, el uzbeko de 30 años llegó a París como claro favorito a revalidar el oro y aun así Ayoub ha sabido aguantarle. De hecho, la diferencia no ha sido tan grande como la que vieron los jueces, que le dieron la victoria ya en el segundo asalto. El español también conectó golpes y le puso en apuros, pero los jueces sabían antes del inicio que el uzbeko se tenía que llevar este oro.

Un metal que se lleva merecidamente, pues es sin lugar a dudas el mejor boxeador de todos los que han hecho acto de presencia en los Juegos Olímpicos. Jalolov ya no está para competir en torneos amateur (como son los Juegos) sino que está llamado a hacer grandes cosas como profesional. Cuenta con todas las condiciones para dominar el peso pesado e incluso marcar una época. A sus 30 años y con 2,01 m de altura, el uzbeko está en la edad perfecta para confirmarse en el profesionalismo.

Eso le da todavía más mérito al combate que ha hecho Ayoub Ghafda, que se ha estrenado en unos Juegos Olímpicos y ha sorprendido a propios y extraños. Su técnica no es la habitual en el peso pesado, pues tiene una gran movilidad y menor pegada. Aun así, se las ha apañado para llegar a la final, hacerse con la plata y presentar su candidatura al oro en Los Ángeles, donde seguramente no esté Jalolov.

Una progresión meteórica

Del combate de esta noche no hay mucho que decir. La manera en la que ha aguantado y ha competido Ayoub ya es meritoria. Es cierto que ha perdido todos los asaltos y solo un juez, en el tercero, le dio a él los 10 puntos. Viendo solo el marcador parece una paliza tremenda, pero es que no es lo normal en los Juegos Olímpicos combatir con alguien que ya tiene 14 combates como profesional, todos ganados.

Seguramente Ayoub Ghafda nunca imaginó cuando empezó a hacer kickboxing a los 10 años que iba a estar en la final de unos Juegos Olímpicos. Sin embargo, cuando se fue a estudiar a Madrid conoció a Rafa Lozano y fue puliendo su boxeo hasta hacerle todo un medallista olímpico. El oro no ha podido ser, quizás en otra ocasión, pero siendo realistas, la plata era lo máximo a lo que se podía aspirar en el peso pesado. El marbellí se va de París con un bonito metal y el boxeo español vuelve a sonreír 24 años después. El oro sigue sin llegar, pero lo visto en estos Juegos es muy esperanzador para el futuro.

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