Raúl Fernández logra su octavo triunfo pero Gardner se proclama campeón

El español Raúl Fernández (Kalex) consiguió su octava victoria de la temporada e hizo lo que debía hacer para intentar aspirar al título mundial de Moto2 hasta el último momento al vencer el Gran Premio de la Comunidad Valenciana en el circuito "Ricardo Tormo" de Cheste, pero su único rival y compañero de equipo, Remy Gardner (Kalex) no falló y se proclamó matemáticamente campeón del mundo al conseguir el décimo puesto.

Aunque sorprendió en los entrenamientos al ser el más rápido, el italiano Simone Corsi (MV Agusta) no defraudó en la salida, en la que se puso líder enseguida y también se fueron muy rápido por los suelos el español Xavier Vierge (Kalex) y los italianos Marco Bezzecchi (Kalex) y Lorenzo Baldasarri (MV Agusta), lo que obligó a Dirección de Carrera a mostrar bandera roja tras quedar el asfalto manchado por el aceite de alguna de las motos.

Esa circunstancia obligó a Dirección de Carrera a recortar la carrera en nueve vueltas cuando ni siquiera se había completado la primera para mantener el horario de MotoGP, lo que complicó aún más la pelea por el único título mundial que queda por resolver y en el que el español Raúl Fernández y el australiano Remy Gardner, sobre sendas Kalex, son los protagonistas, si bien el primero estaba obligado a ganar para tener alguna mínima opción.

Bezzecchi, cuya moto quedó muy dañada, se tuvo que dar «tremendo palizón» empujando su moto a lo largo de toda la calle de talleres para entrar en el suyo y así cumplir con el reglamento técnico del campeonato y, aunque exhausto, logró su objetivo pero sus mecánicos, trabajando a destajo, no consiguieron que la moto estuviera en orden de marcha para formar en su posición de la formación de salida, que mantuvo el mismo orden conseguido en la clasificación oficial.

Al no conseguir su objetivo, Marco Bezzecchi se vio obligado a salir a la vuelta de calentamiento desde la calle de talleres para ocupar la última posición en la formación de salida.

Segunda salida y la primera baja la protagoniza el autor de la pole position, quien con problemas mecánicos en su MV Agusta debe tomar el camino de talleres antes incluso de darse la salida, en la que el español Augusto Fernández (Kalex) es el más rápido, seguido por Raúl Fernández, el italiano Fabio di Giannantonio (Kalex) y el también español Arón Canet (Boscoscuro).

Raúl fue a por todas

Augusto Fernández se mantuvo líder en la primera vuelta, pero al inicio de la segunda Raúl Fernández decidió pasar a la acción y superó a su rival en la curva dos, iniciándose entre ellos una estrecha pugna sin concesiones, mientras Remy Gardner era noveno, un resultado que le daba el título por apenas cinco puntos de ventaja.

Desde esos primeros instantes en cabeza de carrera comenzaron a adelantarse «sin piedad», Augusto Fernández, Raúl Fernández -siempre informado en la pizarra de la posición de Gardner-, Fabio di Giannantonio y Arón Canet, con el italiano Celestino Vietti (Kalex), quinto, unos metros por detrás y Remy Gardner intentando controlar la situación desde más atrás y sin arriesgar en lo más mínimo, aunque sus compañeros de viaje, el británico Sam Lowes (Kalex) y el malasio Hafizh Syahrin (NTS), no eran los más cómodos para lograr su objetivo de ser campeón.

Con el paso de las vueltas Di Giannantonio y Raúl Fernández lograron unos metros de ventaja para pelear por la victoria, siempre con el ojo del español puesto en una pizarra que le iba indicando que plaza ocupaba el australiano, que en su afán de no arriesgar se complicó mucho la segunda parte de la carrera al caer hasta el undécimo puesto. Raúl Fernández necesitaba imperiosamente ganar, pero Remy Gardner tenía también la obligación de acabar en los puntos.

A menos de cuatro vueltas para el final Raúl Fernández superó a Fabio di Giannantonio para recuperar el liderato y comenzar a tirar camino de su octava victoria de la temporada y haciendo lo que debía hacer mientras que Remy Gardner se encuentra por entonces en la décima plaza, lo que le daba el título mundial.

Raúl Fernández sentenció el triunfo sin mayores problemas pero no pudo evitar que Remy Gardner lograse la décima posición al frenar exitosamente los ataques finales del japonés Tetsuta Nagashima y con ello se proclamase campeón del mundo.

Con Augusto Fernández en la tercera posición, Arón Canet consiguió la quinta plaza, por delante de Xavier Vierge, con Jorge Navarro (Boscoscuro), octavo, Marcos Ramírez (Kalex) en la decimocuarta posición, y ya fuera de los puntos Fermín Aldeguer (Boscoscuro), decimoséptimo, Albert Arenas (Boscoscuro), vigésimo segundo, y Héctor Garzó (Kalex), fuera de carrera tras sufrir una caída.

Remy Gardner, nuevo campeón

El australiano Remy Gardner, sucesor del italiano Enea Bastianini en la tabla de campeones de Moto 2, ha logrado su primer título mundial después de ocho temporadas en el campeonato, en las que las dos primeras lo fueron en la categoría de Moto3, en donde pilotó inicialmente una KTM y la segunda temporada la marca india Mahindra, mientras que en sus seis campañas en Moto2, en dos de ellas fue piloto de Tech 3 con la Mistral 610 y en el resto siempre estuvo al manillar de sendas Kalex.

A Remy Gardner le bastó con una décima posición para conseguir su primer título mundial por apenas cuatro puntos de ventaja sobre su único rival directo por el título, el español Raúl Fernández (Kalex), que también hizo lo que debía hacer: ganar la última carrera de la temporada.

Hasta ahora, solo seis pilotos australianos consiguieron ser campeones del mundo de motociclismo en la historia del campeonato.

El australiano Remy Gardner, es el campeón tranquilo, un campeón que siempre busca el límite, aunque llegó tarde al motociclismo, pues su padre, Wayne "Cocodrilo" Gardner, campeón del mundo de 500 c.c. en 1987, no quiso que ni él ni su hermano pequeño Luca disputaran carreras de motos, pero Remy llevaba la competición en sus genes y al final estos acabaron aflorando en una trayectoria deportiva con muchas singularidades antes de convertirse en campeón del mundo de Moto2.