¿Por qué Marc Márquez se cae tanto?
Hasta cinco veces se cayó en el último Gran Premio: tres explicaciones a este calvario
Marc Márquez vive un calvario. El ocho veces campeón del mundo –seis de ellas de MotoGP– está más fuera de la moto que subida a ella. Y el último Gran Premio de Alemania, su carrera más preferida, ha dejado un hondo golpe psicológico y deportivo.
Hasta cinco veces se cayó el piloto catalán afincado en Madrid. Cinco veces en un solo Gran Premio, en un fin de semana. La última en el warm up previo a la carrera, que no pudo hacer con motivo de esa caída. Un golpe que va más allá de otro contratiempo más: es la desesperación y la frustración de uno de los grandes deportistas españoles de siempre que puede estar en el final de su trayectoria profesional.
Y es que duele ver a Márquez tantas veces en el suelo. No hay Gran Premio en el que no se caiga. De siete carreras en lo que va de Mundial de MotoGP solo ha finalizado una, la primera en Portugal. Y tres al sprint de las otras siete que se hacen bajo esta modalidad los sábados, una minicarrera que aquí se hace cada fin de semana de Gran Premio.
Más allá de los datos hay una frustración enorme del que fue líder indiscutible de este deporte y que desde 2021 no levanta cabeza acorralado por las lesiones. Este último fin de semana fue un punto de inflexión: el GP de Alemania en Sachsenring es su favorito, había ganado siempre que había corrido, 10 veces, pero allí se cayó cinco veces el pasado domingo.
Falta de ritmo
Hay tres explicaciones básicas para entender por qué Marc Márquez se cae tanto en este 2023. La primera se podría resumir en la falta de ritmo que tienen tanto él como la moto, la Honda que tanto martirio le está dando.
Él no está a su mejor nivel. Está muy lejos de ello. Con muchas operaciones y con un hombro renqueante a Márquez ya no se le ve como antes, con esa brillantez en adelantamientos, lectura de carreras y acciones que solo él sabía hacer. A menudo este año se le ha visto como perdido, haciendo malas trazadas, con choques inexplicables.
El maldito hombro
Ese hombro derecho también explica muchas cosas. Tiene cuatro operaciones ahí, la última de hace un año. Y no funciona igual. Y existe miedo a que un mal movimiento o una caída pueda volver a romperlo y ya sí que sí terminar de malas formas su exitosa carrera deportiva.
El método de pilotaje de Márquez es diferente. No se podría considerar tampoco conservador, porque incluso esta temporada ha dejado acciones peligrosas y al límite, pero sí que Marc no es el mismo. No está encima de la moto igual. Y tampoco lee las carreras igual: son numerosos los accidentes en los que está involucrado, algunos sin su culpa, pero otros sí por un problema que arrastra y que viene a resumirse en que no está cómodo sobre su moto.
La Honda no es segura
Y aquí viene la tercera y más detallada explicación. La Honda no funciona. Tradicionalmente era la mejor en MotoGP, pero este año resta y no suma. Márquez está muy cabreado por el instrumento profesional que le han dado: ha llegado a decir que es un peligro.
«Si seguimos con esta filosofía, hay dos opciones: o bajar el pistón un poco, porque si no hay muchas opciones de que nos volvamos a lesionar o seguir evolucionando el proyecto», dijo hace unas fechas, añadiendo que la Honda, su Honda, no le daba «seguridad».
Y es que no es un tema de que pueda o no pelear por los primeros puestos, algo que ahora se antoja imposible, sino que él se suba a la moto con la mínima tranquilidad de que no le fallará. Para ello la marca japonesa se ha puesto seria: este mismo martes hará test privados para a ver si logra tener más datos de que falla y para evolucionar en la moto.
Y además Márquez tiene razón cuando se ve que otros pilotos de Honda, véase los casos de Rins o Mir, también se caen más que otros años. «Mir, que en una temporada se había caído 12 veces, ya lleva 12 este año», recordaba Marc, que para justificar su elevado número de caídas recordaba que «todos los pilotos Honda nos caemos mucho». Y eso es lo preocupante. Falla también la moto.