La Isla de Man, el circuito de la muerte: así es la carrera más peligrosa con 265 pilotos muertos
El último ha sido el español Raül Torras: es un trazado peligrosísimo sin elementos de seguridad que transcurre por una carretera convencional
Todo aquel que compite en la Isla de Man sabe que puede morir. Es así de claro. «Si no te gustan nuestras reglas sale un barco cada media hora», leen todos los participantes en las diferentes carreras que hay en cuanto llegan al puerto de Douglas, capital de la isla. Todos saben del riesgo que hay y muchos quieren competir. Quien corre sabe a lo que se expone.
Raül Torras Martínez también lo sabía. El piloto español, de 46 años, murió este martes en un accidente en la carrera Supertwin TT de la Isla de Man. Es una de las modalidades que se corre en esta zona británica, una isla situada entre Irlanda y Gran Bretaña. Allí a lo largo del año también corren otras categorías como Superbike, Supersport, Superstock y Sidecar. No es tristemente el primero que fallece en el circuito de la muerte, un trazado de otro tiempo, un circuito más que peligroso.
Las carreras en la Isla de Man son las carreras que te acercan a la muerte. No es exagerado ya que los datos demuestran la letalidad de una prueba que pese a su peligrosidad se sigue celebrando por su enorme tradición. 265 pilotos han muerto en los 116 años de historia de esta carrera.
La explicación es más o menos sencilla. En la Isla de Man se corre en algunos tramos a 300km/h en zonas sin protecciones, con muros a los lados y con momentos en los que el propio trazado es temerario. En realidad el circuito es una carretera normal (convencional), acotada por el bosque, que se cierra al tráfico durante las pruebas.
Existen numerosos vídeos de accidentes y también de análisis de este trazado que solo con verlo da miedo. Hay muchas zonas sin protecciones que a su vez se va muy rápido al tener rectas muy largas. En mitad se pasa por casas y pueblos (también sin protecciones) y con unos guardarraíles mínimos que apenas paran nada. Algunas curvas se hacen prácticamente a máxima velocidad y la sensación es siempre de peligro: sin escapatorias y teniendo a los lados rocas, árboles, acantilados... Hay un tramo también con un gran desnivel donde el trazado sube y baja y otro con numerosos baches.
La conveniencia o no sobre disputar esta carrera ha sido siempre objeto de polémica. Muchos pilotos han pedido que se elimine porque una vida vale mucho más que una carrera, pero otros han defendido que en la Isla de Man «no se puede tener miedo», una de las máximas de los amantes a estos deportes de motociclismo.
Uno de ellos fue el propio Raül Torras, la última víctima mortal en la Isla de Man. En unas declaraciones en 2019 para LaSexta, a raíz de otra muerte en este circuito, Torras no se consideraba «un temerario»: «No puedes tener miedo, la gente que tiene miedo no vive y yo estoy aquí porque quiero vivir». Contestaba así al piloto de MotoGP Aleix Espargaró, que en aquellas fechas comentó que «no puedo entender como esa carrera no está prohibida».
Torras se podría decir que era un experto ya en esta peligrosa carrera. Era la quinta vez que corría en la Isla de Man. «Te engancha el reto, el desafiarse a uno mismo, el ambiente, el lugar.... todo», decía también el piloto español fallecido –mosso d'esquadra de profesión en Girona– en una entrevista hace unas fechas a Autobild.
El trazado total de este circuito de la Isla de Man tiene 60,67 kilómetros (unas 37,7 millas) y llegó a albergar carreras de MotoGP, aunque en 1976 esta modalidad entendió que no tenía parámetros mínimos de seguridad. Eso sigue pasando, pero otras categorías entienden que eso no es problema para seguir corriendo. Y así ya van 265 muertes.