Marc Márquez ya tiene el «aire fresco» que pedía e ilusiona con volver a mandar en MotoGP
Su primera toma de contacto con la Ducati fue perfecta y el piloto español ya sonríe con esperanza a que pueda volver a pelear por un título mundial
Ilusión. Esa es la palabra que marca ahora la vida de Marc Márquez, uno de los grandes deportistas españoles del siglo. Cabe recordar –a veces se olvida–que Marc es ocho veces campeón del mundo, seis de ellas en MotoGP. Es una leyenda del motociclismo mundial y por tanto también del deporte español.
Tras un año casi trágico, el peor de todos los de su carrera que ha podido competir (las cuatro anteriores, salvo 2021, apenas pudo correr en el Mundial por sus lesiones), Márquez se subió esta semana a la Ducati, la moto que tendrá en 2024, e impresionó con unas vueltas que por supuesto no representan todavía lo que pasará el año que viene, pero que sí avanza que habrá un nuevo Márquez.
Marc, catalán que vive en Madrid, hizo el cuarto mejor tiempo en su primera toma de contacto con la Ducati. Fueron unos test en el circuito de Cheste, una especie de toma de contacto que tampoco tiene mucho valor porque faltan aún tres meses para que arranque la próxima temporada. Pero más allá de los tiempos, que evidentemente son importantes, hay ilusión en la cara de Marc Márquez, que ya sonríe.
Y ese fue el objetivo cuando hace mes y medio el piloto anunció que fichaba por Ducati y dejaba atrás 11 años en Honda, el equipo de toda su vida. Quería sonreír para después ganar. Quería ilusión para que tuviera sentido subirse a la moto. El último año ha sido muy duro, lleno de caídas, con malos resultados y amargado por lo mal que iba la moto. Y en cambio en los test en Cheste hubo ya sonrisas, felicidad.
Cabe tener en cuenta que la moto con la que correrá Marc Márquez en el Mundial de 2024 no es como tal una nueva sino que lo hará con la que Bagnaia ha ganado el Mundial de 2023. Marc será (lo es ya) piloto de Gresini Racing, un equipo privado (pero adscrito a Ducati) que le dará la moto de este año que acaba de terminar para competir el siguiente. Es decir, Márquez no tendrá la Ducati 'titular'.
Esta circunstancia, que es importante porque no le hace ser favorito para el Mundial, era incluso mejor que seguir en Honda, donde ya no se sentía cómodo. Han sido unos últimos años muy duros, con lesiones largas, sin ganar carreras, con muchísimas caídas y con una moto que no iba bien y no estaba plenamente desarrollada.
Se necesitaba ilusión y Marc ya la tiene. Y comparte esa ilusión porque este martes en Cheste se habían vendido todas las entradas que se sacaron a la venta. La inmensa mayoría de esos aficionados fueron al circuito valenciano por Márquez, una figura única a quien la propia organización de MotoGP necesita de forma urgente para levantar el interés por un Mundial que ha ido perdiendo importancia en los últimos años.
Con 30 años Márquez necesita regresar no ya a la victoria, que será difícil, sino a la adrenalina que da pelear por cosas grandes. No podemos olvidar que Marc es una leyenda de este deporte, seis veces campeón de MotoGP, una figura que arrastra seguidores por todo el mundo. Este breve inicio en Ducati ha supuesto ya el «aire fresco» que solicitaba.
Márquez quiso «salir de la zona de confort» que era Honda y arriesgarse. Queda muchísimo para saber si la decisión le sale bien, porque por unas pocas vueltas dos días después del final de este Mundial no se puede juzgar, pero ya simplemente con ver a una leyenda del deporte español sonreír es un avance. Bien lo saben sus rivales.