La transformación de Marc Márquez en Ducati: nuevo estilo de pilotaje, menos rápido y más prudente
El piloto catalán recupera la sonrisa, aunque sabe que la edad no perdona y que con 31 años tiene que cambiar ciertos hábitos
El fichaje de Marc Márquez por Gresini Racing, el equipo satélite de Ducati, se entendió como una de esas oportunidades para volver a sentirse piloto y para volver a coger esas sensaciones que le permitieron ser hexacampeón del mundo de MotoGP con Honda, la escudería japonesa que dominó, junto a Yamaha, la categoría reina hasta hace no mucho.
Sin embargo, ahora las tornas han cambiado y Márquez está, por así decirlo, volviendo a empezar en la escudería italiana. Sabe que está lejos de ser ese piloto que encandiló al mundo del motociclismo la década pasada, pero Marc Márquez fichó por Gresini Racing para buscar la felicidad perdida y, sobre todo, aire fresco para volver a las posiciones privilegiadas de la categoría reina, que ahora ocupan los Pecco Bagnaia, Jorge Martín, Enea Bastianini y compañía.
Márquez sabe que lo tiene muy difícil para volver a ser campeón por séptima vez en su carrera y por eso ha optado por ser algo más cauto en sus declaraciones y, sobre todo, por ser realista. «Ya no seré más rápido de lo que fui en el pasado. Cuando eres joven tienes esa chispa y no eres tan consciente de lo que vas haciendo, ahora tengo más experiencia y quizás soy más conservador», comentó el piloto de Cervera recientemente.
Cabe recordar que Marc tiene 31 años, una edad que ya no le permite arriesgar más de la cuenta. Por eso, el ilerdense ha tomado una serie de decisiones que cree que le pueden venir bien esta temporada. Y esos cambios son tres: 1.- No ser tan rápido en pista pero mantener la competitividad. 2.- Ser más prudente encima de la moto. 3.- Cambiar el estilo de pilotaje y ser más conservador en pista.
Vayamos por partes. La primera modificación es evidente. La moto de Marc Márquez no es la mejor de la parrilla y, aunque sea del mismo fabricante, está muy lejos de la Ducati de Bagnaia. Pero una cosa no quita a la otra porque el piloto de Cervera es uno de los más competitivos de MotoGP y si se le presenta la oportunidad va a aprovecharla.
El segundo cambio también se entiende perfectamente. En estas últimas dos temporadas, Marc Márquez se fue al suelo muchas veces y todas esas caídas le obligaron a pasar por quirófano. También es cierto que la inestabilidad, el nerviosismo y el escaso desarrollo de la Honda tuvieron mucho que ver. Por eso, Marc está optando por la prudencia en este tramo inicial de la temporada. A medida que vaya pasando el tiempo, el piloto catalán irá adquiriendo una mayor confianza encima de la moto.
Y el último está bastante relacionado con el segundo. Cuando Marc era un piloto más joven, su estilo de pilotaje era uno de los más agresivos de la parrilla y el de Cervera siempre iba al límite en todas las curvas. Ese alto grado de espectacularidad encima de la moto le sirvió para ganarse a los seguidores de MotoGP. Pero los tiempos han cambiado y con 31 años Marc ya no puede tomar tantos riesgos. Su cuerpo se está empezando a desgastar por culpa de las lesiones y si quiere seguir al más alto nivel debe de adquirir un estilo de pilotaje algo más conservador.
En definitiva, Marc Márquez está volviendo a disfrutar encima de la moto y se aferra al presente, tal y como ha reconocido recientemente. «En el deporte, lo importante es el presente, no el pasado. Ahora mismo hay tres pilotos más rápidos que yo, y debo aprender de ellos».