Fútbol mudo, como Guardiola y Xavi
Hemos asistido estos últimos días a otro Mundial, el de despotricar contra el anfitrión. El mismo que patrocinó al Barça, por cierto
Iba a hablarles de fútbol aprovechando el arranque del Mundial: no oso. Infumable Qatar-Ecuador. Las delicias de admitir 32 selecciones. Da para 16, pero el negocio es insaciable: para 2026 está previsto que a la fase final lleguen 48. Pondré el despertador para semifinales.
Lo único rescatable es que ya rueda la pelota y dejaremos de descubrir que el lugar no es el idóneo para jugar un Mundial de fútbol. Hemos asistido estos últimos días a otro Mundial, el de despotricar contra el anfitrión. El mismo que patrocinó al Barça, por cierto. Postura mucho más cómoda ésta que tomar decisiones difíciles.
Fútbol y silencios en el juego y en la grada, pues al final del partido llegó menos de la mitad del aforo. Y jugaba el local. En materia de chitones me sorprendieron los de Guardiola y Xavi, los dos más grandes intelectuales de Cataluña, embajadores del balompié qatarí. Uno nos contó que Qatar era mucho mejor que la imperfecta democracia española y el otro que es un modelo de sociedad, Qatar digo, pues por allí se puede caminar tranquilamente por la calle. Lamento su silencio como conocedores de la cosa pues su verbo habría enriquecido el debate. Conformémonos con Quevedo:
tiene quebrado el color,
persona de gran valor,
tan cristiano como moro.
Pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero,
es don Dinero.
Pues hala, a ver si por fin juega España.