Lewandowski rompe su gafe en los Mundiales a costa de una Arabia Saudí que pagó su falta de gol

Arabia Saudí saltó al césped del Estadio Ciudad de la Educación todavía flotando tras la gloria cosechada ante Argentina y con nada que perder. Si a eso le sumas a una afición entregada que poblaba las gradas y animaba de forma ensordecedora, la motivación era sobrenatural.

Lewandowski buscaba romper su gafe en los Mundiales. Sin embargo, los defensas de Arabia le dejaron claro lo que le esperaba: cada vez que el polaco tocaba un balón cuatro miembros de los Halcones Verdes le incomodaban.

La selección saudí salió sin la presión otorgada por la machada ante Argentina mientras que Polonia jugaba con la ansiedad provocada por el tropiezo inicial.

A los 12 minutos, Kanno dejó claro que lo de Argentina no fue casualidad y lanzó el primer aviso cuando desde la derecha hizo un jugadón eliminando enemigos que solo Szczesny fue capaz de evitar que fuera gol con un paradón. Si por la victoria ante Argentina el Rey de Arabia Saudí declaró día festivo y regaló a cada jugador un Rolls Royce valorado en medio millón de euros, contra Polonia parecía haberles prometido el concesionario entro

El derroche físico de los saudíes solo podía ser parado por los hombres de Michniewicz a base de faltas. A los 20 minutos ya tenían cuatro futbolistas amonestados.

A los 25 minutos reaccionó Polonia, gracias un cabezazo de Bielik, pero hasta en eso Arabia Saudí estaba atenta y Aldawsari despejó el balón bajo palos.

Los hombres de Hervé Renard continuaban con su monólogo en ataque y defensa aunque sin el premio del gol que sí tuvieron ante la Albiceleste.

Penalti que no es, penalti que se falla

Arabia Saudí bajó el ritmo y dejó de monopolizar el ataque y la defensa y Polonia aprovechó el regalo anotando el primer gol del encuentro obra de Zielinski tras pase de Lewandowski a cinco minutos del final. Un tanto que enmudeció el estadio . Sin embargo el silencio duró poco cuando a un minuto del descanso el VAR avisó al árbitro de un penalti que solo vio el que está en la sala de videoarbitraje.

Y como suele ocurrir, el penalti que no es, penalti que se falla: Szczesny se hizo grande y Aldawsari erró la pena máxima y Alburayk el posterior rechace.

Llegaba así el descanso y tras la mediática bronca que Renard otorgó a sus pupilos, todo el mundo estaba expectante por ver cómo saldría la selección saudí.

En la segunda parte, Polonia siguió jugando a la nada, practicando el catenaccio y a dejar que pasara el tiempo. En frente, una Arabia Saudí que si algo tiene es fe y que seguía visitando la portería rival en busca del empate.

A los 55 minutos los Halcones Verdes tuvieron la ocasión más clara cuando tuvieron hasta tres ocasiones en una para materializar el empate, pero se toparon con Szczesny que sostenía a su equipo. Szczesny y la falta de acierto saudí otorgaban una victoria que Polonia no merecía.

El 'catenaccio' polaco

Polonia, se permitió el lujo de ir al atatque y a punto estuvo de firmar la sentencia gracias Milic, primero, y Lewandowski después, que enviaron a la madera la sentencia.

Fue lo más cerca que estuvo Polonia de la portería rival. Arabia hizo todo lo posible para merecer un mejor resultado. Pero le faltó lo más importante: el gol. . Precisamente lo que le sobra a Lewandowski que a 10 minutos del final, se quedó delante del portero y rompió su sequía en los Mundiales. Un gol que pobló su rostro de lágrimas de emoción con el que decir adiós a la maldición que perseguía al polaco en la Copa del Mundo. Incluso pudo firmar un doblete pero perdonó el tercero de los suyos.

Polonia se llevó una victoria que no mereció durante 80 minutos, pero con la que cogen el aire que les faltó en la primera jornada y con la que permiten que Argentina respire.